Now that we don't talk || Oscar Piastri

Capítulo 21

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–Esto es tu culpa.– dijo su madre recargada en el marco de la puerta, Emma volteo a verla con los ojos llenos de lágrimas.–Si hubieras estado aquí desde un inicio y le hubieras pedido ayuda a tu amigo.

–Mamá.- –

–No me interrumpas, esto es tu culpa y ahora vienes y le lloras a tu padre como si no nos hubieras abandonado, no mereces estar aquí, es más, vete, no tienes derecho a verlo.– dijo agarrándola del brazo para sacarla de la habitación.

Emma no opuso resistencia y salió, se sentía demasiado débil para hacerlo.

–Yo he hecho lo que podía hacer, porque ni siquiera me tocaba hacerlo, ambas sabemos que no había nada que hacer y el tratamiento solo funcionaba para que no estuviera en dolor lo que le quedaba.– dijo Emma intentando dejar de llorar.

–No digas mentiras, solo lo dices para hacerte sentir mejor después de lo que has hecho.–

–¿Lo qué he hecho? Lo dices como si fuera un crímen, solo he visto por lo que yo quiero, por mí futuro, o está mal querer tener una vida mejor que está? Porque yo no quiero tener que pedirle dinero a los demás, lo dices, como si no hiciera nada y viviera de tu dinero, pero yo intento de verdad que intento, es lo único que hago. Intento ser una buena estudiante, una buena amiga, una buena hija, una buena persona, intento cada día y parece que a todos les da igual. ¿Puede alguien estar orgulloso de mi? Mierda de verdad lo estoy intentando y perdona que mis esfuerzos no sean suficientes, pero es todo lo que tengo y puedo hacer, lamento que no sea suficiente para ti y que nunca lo haya sido, pero yo sé que soy una buena persona, yo si estoy orgullosa de mi misma, porque siempre he seguido con mis estudios, conseguí dos empleos además del que tenía para ayudarles con los gastos del hospital, dejé mi vida de lado para hacerlo, dejé de hablarle a personas que quiero, mierda mamá, hasta dañé a una de las personas que más he llegado a querer y que más me ha hecho sentir con tal de estar para papá y que tú te sientas orgullosa de mí, pero me doy cuenta que nunca tendré tu aprobación...y sabes qué? Me da enteramente lo mismo, porque ahora, iré al maldito Gran Premio y resolveré las cosas con esa persona que dañé por tu culpa, porque es tu culpa que yo busque siempre la aprobación de los demás y no pueda amar a alguien sin dañarlos, pero hasta aquí llegó esto.– dijo Emma sintiendo su estómago hecho un nudo, las lágrimas seguían saliendo pero por alguna extraña razón se sentía libre, se había quebrado pero no dejó que los pedazos cayeran por todos lados.

–Eres una decepción.– dijo Eva negando con la cabeza.

–Que sea una decepción para tí, no significa que lo sea para los demás, mucho menos para mí misma... adiós.– dijo Emma dándose la vuelta para irse de ahí, toda su familia la veían sorprendidos, nadie se esperaba que ella hiciera eso.

Lando solo la siguió evitando ver a cualquiera de los presentes, no buscaba la madre de su amiga le dijera cosas a él también, en cuanto se subieron al carro Lando pudo ver cómo su amiga soltaba un suspiro y se pasaba las manos por las mejillas.

–¿Todo bien?– preguntó el británico.

–Extrañaré a mi papá.– fue lo único que dijo, no le afectaba lo de su madre, sabía que tenía razón y por más que la entristeciera ella sabía que era lo mejor.– ¿Me ayudas a empacar mis cosas? No tengo porque quedarme aquí.

–Seguro, si quieres también te ayudó con tu vuelo de regreso a Londres.– dijo Lando conduciendo y viéndola de reojo cada que podía.

–Gracias, creo que tengo que reorganizar todo, aunque quisiera empezar desde cero.– admitió la castaña.

–Deberías intentarlo, por más que te extrañé, creo que te puedo hacer muy bien.– dijo el británico.

–No lo se, primero llegaré a Londres, ya dependiendo de cómo me sienta es si busco mudarme a otro lugar o no.– dijo Emma.

Lando asintió y en cuanto llegaron al departamento se pusieron a empacar, Emma mandó mensajes a sus trabajos para informarles de su renuncia, no se podía detener, tenía que acabar con todo porque en cuanto lo hiciera, sabía que se iba a poner a llorar, estaba guardando las cosas de su cuarto cuando llegó a un pequeño peluche, había sido el último que su papá le regaló, un día que lo acompañó a hacer las compras ella vió el peluche en un estante y le encantó, su papá no dudo en comprarselo y ella estuvo dos semanas sin despegarse del peluche, Emma vió el peluche en sus manos y sintió de nuevo el mismo dolor, pegó el peluche a su pecho y dejó que las lágrimas cayeran, sabia que era para mejor, el ya estaba en un lugar mejor y ella estaría más contenta yéndose de ahí, pero le dolía saber que su padre ya no estaría.

Maratón por el final de la temporada 🤗 (estoy en crisis prq no se q haré los fines de semana)

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