24- Tiempo

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Arabella

Me quedé helada. Completa y definitivamente helada. Me estaba pidiendo matrimonio. Se había arrodillado y me estaba pidiendo matrimonio. ¡Qué rayos!

Tenía una mezcla de sensaciones que no sabía cómo poner en palabras, así que me quedé en silencio mientras él hacía su pequeño discurso.

¿Era esto real? ¿No me lo estaba imaginando?

─¿Estás seguro de lo que estás haciendo? ─¿lo dije o lo pensé? Mierda, mierda. Por la cara que hizo, lo dije. Mierda Arabella, mierda. Qué estúpida eres.

─Estoy muy seguro ─respondió al instante, todavía en el suelo en una rodilla.

¿Qué debía decir? ¡Sí! Me muero de ganas de pasar el resto de mi vida contigo, pero soy una mujer de treinta y un años, y tú un joven de veinticuatro y no quiero que te ates a mí porque siento que puedes arrepentirte. ¿Le decía todo eso? No. Si le digo todo eso pensará que lo estoy rechazando y eso es lo que menos quiero.

─Estoy halagada Jake. De verdad que sí ─reafirmé con la voz más dulce que podía poner.

─¿Pero? ─retrucó él. Con sus ojos un poco tristes.

Lo que menos deseaba era que su tristeza se debiera a mí.

─Te prometo que tendré una respuesta esta noche ─traté de explicar con la mayor sutileza posible en mis palabras, pero segura de estar fallando abismalmente─. Solo necesito estar sola un momento, necesito acomodar mis pensamientos, ¿lo comprendes?

El asintió y pude ver lo que le estaba ocasionando y quise dar mis pasos hacia atrás y pegarme mentalmente por hacerle pasar otra vez un momento de mierda.

Me odiaba por no poder explicarle todo lo que pasaba por mi mente y que en realidad quería cuidarlo de una vida atado a mí, una mujer ocho años mayor que él. En el fondo sentía que Jake no se daba cuenta del todo de la diferencia de edad entre nosotros y en cómo eso podía influir en nuestra relación a la larga.

¿Por qué no podía ser valiente y simplemente decírselo? Y la respuesta vino a mí tan rápido que casi me caigo en seco. Era porque tenía miedo de que se fuera de mi vida nuevamente. No quería perderlo ahora que lo había recuperando, y su propuesta de matrimonio era justo lo que hubiese imaginado y deseado para nosotros, pero no, no así. No ahora.

Si le decía que sí, ¿nos estábamos precipitado? Pero si le decía que no, ¿lo perdería por completo?

Todo eso cruzó por mi cabeza mientras me despedía de él y me alejaba para regresar a mi casa. Necesitaba distancia para poder tomar una decisión y darle mi respuesta a Jake.

Sin lugar a dudas se trataba de una de las decisiones más importantes de toda mi vida. ¿Cómo haría tomar la correcta?

Llegué a casa para encontrarme con mi madre y Julia, sentadas en la mesa de la cocina.

─¡Hija! ¡¿Qué haces aquí?! ─preguntó mi madre con evidente sorpresa.

No tenía ganas de entrar en detalles, así que opté por hacerme la desentendida y fingir demencia.

─Solo vine a buscar algo de ropa y me voy ─respondí, al tiempo que subía por las escaleras a prisa, para que ninguna de las dos viera mi rostro, el cual develaría mi mentira.

─No tan rápido señorita.

Justo cuando estaba a punto de llegar al primer piso, Ingrid se apareció. Rayos. Ahora no tenía escapatoria.


Jake

La idea llegó a mi cabeza mientras iba en el auto que me llevaba al apartamento donde se encontraba Arabella. Ni siquiera lo medité demasiado. Apenas apareció en mi mente, supe que era lo correcto y no hubo dudas de mi parte, salvo por el hecho de que no había comprado un anillo.

Sí pensé en esperar a comprar uno y pedírselo como se debía, pero si iba a comprarlo alguien podría reconocerme y arruinar toda la espontaneidad del momento. De modo que opté por hacerlo tal como había surgido en mi mente.

Mi corazón empezó a acelerarse cuando me subí al elevador y enloqueció incluso más cuando me encontré con Monica al entrar al apartamento. ¿Tenía que aparecer justo ahora? Tan solo quería que se fuese para poder quedar a solas con Arabella y, por suerte, de alguna manera, escuchó mis súplicas.

Cuando Monica se fue, dejándonos solos a Arabella y a mí, todo empezó a moverse más rápido en mi mente y lo único que tenía en claro era que debía ponerme en una rodilla para pedírselo y cómo iba a formular mi pedido de matrimonio.

Al menos eso, sería suficiente por el momento. Por lo demás, iría improvisando en el momento.

Lo único que no había contado en mis cartas, era que me dijera que no, porque me diría que sí, ¿verdad? O al menos eso fue lo que creí.

─¿Estás seguro de lo que estás haciendo?

Cuando formuló esa pregunta, en vez de responder con un sí, una parte de mi corazón se sintió resquebrajarse, absorto ante la posibilidad que mi cerebro no había contemplado.

Ni un sí ni un no, esa fue su respuesta. Necesitaba tiempo. Tiempo era justamente lo que creía haberle dado en todos estos años y, ¿ahora venía con esto?

No quería sonar como un hijo de puta herido en su orgullo, así que simplemente opté por mover la cabeza, asintiendo a su pedido, y quedándome paralizado cuando ella me dijo que regresaría a su casa para poder pensar con tranquilidad.

No dije nada. Simplemente atiné a asentir de nuevo y dejar que se fuera.

Parecía un ciclo que no paraba de repetirse, en donde yo daba un paso hacia adelante y ella un paso hacia atrás, o simplemente salía corriendo de mi vida.

¿Por qué todo con ella tenía que ser tan difícil?

Me sentía descolocado por su respuesta, pero a la vez sentía que estaba en su derecho al pedirme tiempo, puesto que mi pedido había salido de la nada.

No quería sumirme en mis penas y tampoco quería seguir escondiéndome, así que pensé que podría llamar a Logan y pedirle que...

Mi teléfono comenzó a sonar y mi corazón se detuvo por un instante. Lo tomé de inmediato pensando que podía ser Arabella, pero no. ¿Melanie?

La verdad no tenía deseos de hablar con nadie y mucho menos con ella, pero por cómo habían quedado las cosas entre nosotros, lo menos que podía hacer era responderle. De modo que eso hice.

─Melanie, hola ─contesté en un tono monótono.

─Jake, necesito que hablemos.

Mierda. Nada bueno comienza con esa frase.
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Hola a todos! Les debo una explicación por mi desaparición y es que no he estado con mi cabeza en la escritura, lo cual hace que mi inspiración sea escasa. Mi vida ha pasado por algunas turbulencias que espero que se solucionen pronto.

Espero sepan entenderlo y disfruten de este capítulo, aunque sea corto.

Los quiero! ❤️

Casi Demasiado Complicado © (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora