20- Tan perfecta e imperfecta

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Arabella

Esta vez, cuando desperté en los brazos de Jake, no quise irme.

Me dediqué a admirarlo mientras dormía, observando cada detalle nuevo de su anatomía.

Ahora tenía barba, incipiente, pero la tenía. Su cabello estaba un poco más largo, dejando ver las ondas que lo acompañaban, y hasta...

─Tienes nuevos tatuajes ─susurré sin darme cuenta, pero, por suerte no se despertó.

En la parte interna de su muñeca derecha, tenía un punto y coma pequeño. Casi imperceptible para quien no se tomara el tiempo de buscarlo.

Y en su antebrazo izquierdo, tenía dos pequeñas golondrinas, unidas por un hilo en forma de corazón. Estaba a punto de tocarlo cuando...

─¿Qué haces? ─su voz me tomó por sorpresa e hizo que me asustara, tapando mi boca para no soltar un grito.

─¡Casi me matas del susto! ─exclamé, con mi corazón todavía alborotado.

─Lo siento. No fue mi...

─No no ─lo interrumpí─. No tienes la culpa. Yo estaba inmersa en... ─me contuve para no develar lo que estaba haciendo.

─¿En mirarme? ─continuó él, en un tono pícaro.

Rayos. Quizás me había estado observando desde antes y yo no me había dado cuenta. Atrapada.

Asentí levemente.

A pesar de conocernos a la perfección, esta vez había algo nuevo entre los dos. El paso del tiempo.

Los dos habíamos crecido sin el otro al lado y habíamos vivido situaciones, que ninguno de los dos sabía.

Era claro que Jake había adquirido más experiencia en ciertas cosas. Lo sentí en la forma en la que me besó y me tocó. No era la misma en la que lo había hecho tres años atrás y ahí radicaba una cierta forma de timidez en mí. Me estaba reencontrando con la persona que una vez conocí, pero el tiempo lo había transformado en muchos sentidos.

No era para menos. Jake seguía siendo muy joven. Apenas veinticuatro años. Y yo, treinta dos. Aun así, se sentía correcto, demasiado.

─Vi que tienes nuevos tatuajes ─confesé tímidamente, bajando la mirada, mientras él acariciaba mi cabello. La suave luz apenas iluminándonos.

─Así es ─murmuró en un tono que me hizo pensar que la pregunta no le había sentado bien.

─Lo siento, yo no... ─intenté disculparme, pero me interrumpió con un beso suave y rápido en los labios.

─No tienes por qué disculparte. Yo soy el problema ─terminó diciendo y dejándome completamente confundida.

─¿Problema? ─inquirí. Esta vez mirándolo fijamente a los ojos y frunciendo el entrecejo─. ¿Por qué habrías de ser un problema? ─continué, en busca de respuestas.

─Por nada. No me hagas caso. Creo que simplemente estoy un poco abrumado por todo lo que vivimos en este corto tiempo ─sostuvo, todavía acariciando mi cabello─. Mejor te cuento qué significan mis tatuajes.

Asentí con ganas, porque la curiosidad de verdad me estaba ganando.

─Sí, por favor ─

─Bueno, las golondrinas... ─Señaló mirando su antebrazo─... son aves que vuelven siempre al mismo nido para poner sus huevos durante el verano. Por esta razón, simbolizan la fidelidad, el amor, la familia y el hogar.

Auch. Justo en el corazón.

─¿Y el otro? ¿Qué significa? ─pregunté con cautela, preparándome para lo que creía sería un segundo golpe.

─El punto y coma es un signo de puntuación que se utiliza como símbolo contra la depresión. Es para recordarnos, o, recordarte que, a pesar de las situaciones difíciles, siempre se puede poner un punto y agregar una coma para continuar creando nuevas experiencias de vida.

En ese momento entendí todo. Yo había reaparecido en la vida de Jake, cuando él ya estaba listo para dejarme ir.


Jake

Despertar con Arabella desnuda y en la misma cama que yo, se sintió como un completo privilegio. Algo que había guardado en el foro más íntimo de mi ser, pensando que lo había superado; aunque en el fondo sabía que era una puta mentira que había creado para convencerme de que tenía que seguir adelante.

─¿Qué haces? ─le pregunté al atraparla mirando algo en mi cuerpo, lo cual hizo que ella se sobresaltara un poco.

Me preguntó por mis nuevos tatuajes, los cuales no eran para nada nuevos para mí. Si me ponía a pensarlo bien, los dos habían sido hechos en momentos muy distintos de mi vida. De alguna forma se asemejaban al ying y al yang de mi vida.

Su pregunta hizo que me sintiera contrariado respecto a cómo me sentía, lo cual hizo que le respondiera cortante, y ella lo notó al acto. No era mi intención hacerla sentir mal ni mucho menos, pero de verdad que esa simple pregunta había movilizado algo en mí. Sin embargo, para recuperar la atmósfera que estábamos teniendo, pensé que sería bueno que le explicara el significado de cada uno de ellos; así que eso hice.

Yo seguía tocando su cabello porque era algo que me tranquilizaba durante mi relato. Era algo que había extrañado mucho en estos años lejos de ella.

Cuando terminé de contarle sobre mis tatuajes, su rostro no fue el el que esperaba, aunque tampoco tenía mucha idea de qué era lo que esperaba, o si esperaba algo en absoluto.

─¿Pasa algo? ─pregunté con algo de preocupación, sobre todo después de que ella se incorporó en la cama, dándome la espalda.

─Es que... ─hizo una pausa─. Creo que nunca me alcanzarán las palabras para disculparme contigo por todo el daño que te hice. ─A pesar de estar de espaldas, podía sentirla sollozar y eso me dolía más que cualquier paliza. Intenté acercarme a ella para consolarla, pero continuó hablando.

»No te merezco y nunca lo haré. Tú mereces a alguien que no te haya hecho sufrir ni que te haya llevado a lugares oscuros, y yo, soy todo lo opuesto.

¿Cómo podía hacerle entender que ella era todo para mí? ¿Cómo podía explicarle que no importaba nada de lo pasado entre nosotros, porque al fin estábamos juntos y solo importaba el presente?

No tenía las palabras exactas o, quizás, no sabía cómo expresarlas con la suficiente contundencia, como para que ella entendiera mi sentir. De modo que hice lo único que se me ocurrió.

Me levanté de la cama sin importarme que iba completamente desnudo, la rodeé hasta donde se encontraba Arabella y me senté a su lado. Ella no me miró. Estaba con la cabeza gacha, tratando de esconder sus lágrimas.

─Creo que es momento de que entiendas que yo... Te amo así como eres. Tan perfecta e imperfecta a la vez. No hay nadie más que tú para mí, y nunca la habrá. Te elegí desde el momento en que te vi y mi corazón es tuyo Arabella. Por siempre.

Ella levantó la cabeza y me miró con sus ojos rojos por el llanto, pero a la vez sorprendidos por mi confesión.

─¿T-t-tú... ─tartamudeó─. ¿Todavía me amas? ─Su rostro había cambiado de expresión y hasta parecía esperanzado.

Hubiese querido lanzarme a ella y besarla y hacerle sentir todas las cosas que quería hacerle para que supiera cuánto la amaba. Sin embargo, decidí que sería mejor tomarlo con calma y no dejarme llevar por mis instintos.

─Nunca dejé de hacerlo ─le respondí con toda la convicción del mundo.

Y ella se lanzó hacia mí para encontrarme con un beso.
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Capítulo corto, pero capítulo al fin. Muchas confesiones de por medio, pero no se me decaigan que la cosa se viene picante 🔥

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Besoss😘

Casi Demasiado Complicado © (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora