12- Hacerle frente... Juntos

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Arabella

El rostro de Jake se transformó apenas escuchó lo que decían del otro lado del teléfono, al punto en el que comencé a preocuparme, y supe que nada bueno estaba a punto de suceder. Lo que no me esperaba, es que hubiese sucedido tan pronto.

─¡¿Qué pasó?! ─pregunté exaltada.

Jake no me respondió y simplemente comenzó a caminar hacia los ventanales que conducían a un gran balcón. Cuando estuvo en el balcón, acercó su cabeza con lentitud para ver hacia abajo, pero rápidamente la metió de nuevo y mi cabeza trabajó tan rápido, que me di cuenta de lo que estaba pasando sin que me dijese una palabra.

─Nos encontraron, ¿verdad?

Los paparazzi sabían que estábamos juntos y estaban haciendo guardia para vernos salir y tener su maldita foto. Ahora sí la había cagado de manera abismal.

Jake regresó hacia el living y tomó mi mano, la cual estaba temblando por los nervios que empezaban a hacerse presentes.

─Tranquila. Lo resolveremos ─pronunció en un tono consolador y con una mirada llena de templanza.

─No hay forma Jake. No hay forma de evadirlos. ¿Acaso el edificio tiene otra salida? Porque si la tiene, créeme que ellos ya lo saben. ─Intentaba contener mi desesperación, pero ya no podía. Solté la mano de Jake y fui hacia la cocina por un vaso de agua, él siguiéndome por detrás.

─No, no la tiene. Por esa razón es que los enfrentaremos, porque no tenemos nada que esconder, ¿no es así?

No podía creer la calma con la que Jake estaba tomando todo, y que además me estuviese sugiriendo hacer como si nada hubiese pasado entre nosotros, solo para salir del aprieto en el que la prensa nos había puesto. Sin embargo, no parecía una mala idea.

Lo observé unos instantes, apoyado en la encimera de la cocina y mi mente viajó hacia aquella mañana en la que me sorprendió tomándome por detrás justo cuando estaba haciendo el desayuno; y no pude evitar desviarme hacia lo que pasó después.

─¿Hola? ¿Estás ahí? ─La mano de Jake agitándose en frente de mi rostro me trajo de regreso a la realidad, y de inmediato un calor invadió mi cuerpo por la vergüenza de haber tenido esos pensamientos, estando comprometida con otro hombre.

─Sí ─titubeé, sintiendo cómo mis mejillas se ponían rojas.

─¿Estás bien? De un momento a otro te quedaste muda y con la boca abierta. Pensé que te estaba dando un accidente cerebrovascular.

A pesar de lo tenso de la situación, escuchar a Jake usando un término médico, hizo que esbozara una pequeña sonrisa.

─A veces se me olvida que ya eres médico ─sostuve con más ánimo del que pretendía.

La mirada de Jake era indagadora y a la vez parecía un poco dolido.

─¿Pensabas que no lo lograría? ─cuestionó, enarcando una ceja.

─Jamás pensé algo siquiera parecido a eso. Siempre supe que llegarías a tu objetivo y escucharte hablar con esos términos, hace que se me hinche el corazón de alegría. Te veo realizado Jake.

Hubo un atisbo de sonrisa en su rostro, seguido de un resoplido profundo. Su cabeza estaba gacha, pero la levantó y me miró fijamente.

─Ojalá pudiera decir que estoy realizado ─lo observé espectante y con algo de intriga porque no entendía a dónde iba─, pero lo único que me falta eres tú.

Puñal en el corazón. Profundo. Demasiado. Tanto que hubiese querido correr hacia él y abrazarlo, pero no podía.

─Lo siento. No debí decir eso ─bajó su rostro de nuevo, como si ahora él fuese el que se sentía avergonzado.

Casi Demasiado Complicado © (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora