Capítulo 25

2.3K 139 9
                                    

Kiran Anderson.

Recuesto mi mentón sobre sus pechos, encontrándome con sus ojos negros, aprieto más mis brazos sobre su espalda cuando la siento temblar.

-No temas de mi, recuérdalo cariño, tienes todo el control, tú puedes decirme que me detenga si no te gusta algo.

Paso mis manos sobre su estómago, sintiendo todas sus curvas en mis dedos, su mirada vulnerable y llena de temor me aprieta el corazón.

-Tan hermosa.

Sus manos temblorosas agarran mi camisa y con lentitud la quita de mi cuerpo, sus ojos están en mi pecho, me estremezco cuando pasa sus dedos por mis clavículas, luego mis pectorales.

Cómo puedo hago que se recueste en la cama, pongo la mitad de mi cuerpo encima de ella, sosteniendo todo mi peso sobre mi cadera y mis brazos, recostada con su pelo oscuro todo alborotado y sus ojos llenos de temor, pero al mismo tiempo llenos de amor.

Amor hacia mi, mi muñequita me ama.

Me estremezco cuando siento sus dedos en mi pecho, bajando hacia mi abdomen, sus ojos siguen todo el recorrido que hace con sus dedos.

-Tócame cariño, eres libre de hacer lo que quieras.

Sus ojos me sostiene la mirada por unos segundos antes de llevar su manos a mi espalda y atraerme hacia ella, haciendo que quede mi peso sobre ella, trato de apartarme para no lastimarla, pero sus labios se juntan a los míos, me besa despacio, como si temiera que fuera a apartarme, dejo que ella marque el ritmo, tiemblo al sentir sus dedos en mi espalda.

Muevo mi mano hacia su espalda para desabrochar su brasier, su pechos caen libres bajo mi mirada, pero ella rápidamente los esconde con sus brazos.

-No te cubras cariño.

Me acuesto sobre mi espalda y hago que ella se suba encima mía, suelta un jadeo de sorpresa cuando ve que puedo moverla con facilidad.

-Así estaremos más cómodos, aparte me gusta tenerte encima mío.

Paso mis dedos con lentitud por sus piernas, disfrutando ver como se estremece, sonrió al escucharla soltar un pequeño gemido.

-Que tú me toques...se siente bien.

-¿Si?

-Si, nunca me había gustado que me tocaran, pero tú toque es suave y gentil, me gusta.

Ella mueve sus caderas, frotándose descaradamente contra mi pene, ambos soltamos un pequeño gemido, mis ojos viajan por su estómago hasta sus pechos, la acomodo mejor sobre mi regazo y luego me siento, hasta sentado luzco mucho más grande que ella, sus ojos me ven con timidez, ya no hay miedo, solo un poco de vergüenza, pero haré todo lo posible para que nunca más la vuelva a tener conmigo.

Sin esperarlo ella acomoda su cabeza en mi hombro, su respiración me hace cosquillas en el cuello, pasa sus dedos lentamente por mi espalda.

-En serio te amo, Kir. No me lastimes tú también, otro golpe a mi corazón ya no podré soportarlo.

-Solo espero que te ames mucho más a ti misma, de lo que puedes amarme a mi, muñequita. Tú siempre vas primero cariño, nunca lo olvides.

Ella separa su cuerpo del mío para poder verme a los ojos, sus ojos negros tienen un peculiar brillo, me regala un pequeña sonrisa antes de juntar sus labios con los míos, gimo profundamente cuando me besa con fuerza, su lengua acaricia mi labio inferior, no dudo en sacar mi lengua y enredarla con la suya, siento como mueve sus caderas en círculos, frotándose descaradamente contra mi pene, rompemos el beso cuando nos falta respirar.

Ámame a tú Manera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora