Capítulo 23

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Stefanía Mendoza.

29 de noviembre.

Tapó mi boca tratando de que no se escuche el sollozo que sale de mi, pero cuando Kir voltea a verme sé que fracase.

-Muñeca...

-Estoy sucia, me siento sucia...

Paso mis manos temblorosas por mi pelo.

-No quiero volver ahí Kir, no me importa tener que atrasarme en la universidad si con eso consigo no volver a verlo y no estar en el lugar que solo pesadillas me va causar de ahora en adelante.

Mi cuerpo tiembla cuando el sujeta mi rostro, tomo respiraciones grandes.

Es Kir, él no me hará daño...

-Soy yo cariño, mírame.

Mis ojos van a los suyos, ojos grises tan claros.

-No regresarás ahí si eso es lo que quieres muñeca, pero no quiero que por culpa de alguien trunques tu carrera, puedo poner guardaespaldas detrás de ti, nadie volverá acercarse para hacerte daño.

-No quiero volver ahí, por favor.

Mi voz sale en una súplica, no quiero volver ahí.

-No tienes que volver ahí si no estás lista, puedes...puedes quedarte conmigo y Stefan, nosotros cuidaremos de ti cariño.

-No quiero ser una carga, no quiero estorbarles.

-Nunca nos estorbarías, al contrario, nos harías muy feliz, Stefan solo quiere verte todos los días y abrazarte antes de irse a dormir.

Mis ojos se llenan de lágrimas.

-Tráeme a mi pequeño, por favor. Solo quiero tenerlo aquí conmigo.

Me estremezco cuando pasa sus manos por mis mejillas, limpiando mis lágrimas, me da una pequeña sonrisa.

-Pero primero necesitas calmarte cariño, aparte creo que te darán el alta pronto y es mejor que lo veas en casa.

-¿En serio no hay problemas que me quede?

-No muñequita, además solo estaríamos adelantando los planes que hicimos para después que mi operación.

Es cierto, su operación es la próxima semana y me ofrecí a ayudarle a cuidar a Stefan y de él, me quedaría en su casa.

-Perdóname, lo olvide, lo siento...

-Tranquila, respira mi amor.

Respiro lentamente, sus manos acarician mis mejillas, calmándome con su toque, no aparto mis ojos de los suyos.

-Amo tus ojos.

Mis ojos van a sus labios cuando se estiran en una sonrisa.

-Y yo amo los tuyos.

-Son negros, no es un color bonito, es un color aburrido de ojos.

Ámame a tú Manera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora