Capítulo 20

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Kiran Anderson

30 de octubre

Sigo cada uno de los movimientos de Estefanía, estamos en la sala de conferencias reunidos con algunos socios y los jefes de algunas áreas de la empresa, a lo lejos escucho de lo que hablan, ya que toda mi atención está en la mujer que está sentada al fondo tomando notas, ella cruza su pierna encima de la otra y mis ojos no pierden ningún movimiento, hoy trae un vestido rosado que se acentúa bien a su bonita figura, como si ella sintiera mi mirada, eleva su cabeza y me mira, mueve sus labios pero no emite ningún sonido, sonrió al ver lo que dice en silencio.

"Pon atención"

Pero no le hago caso, ella niega con una sonrisa y vuelve a escribir en la iPad, pero no pasa ningún minuto cuando regresa su vista a mi.

-Y eso sería todo señor Anderson, ¿le parece bien?

Salgo de mi ensoñación con Estefanía y volteo a ver a la señora que es que jefa del área de investigación comercial.

-Si, si todo en orden.

No sé ni de qué hablaron, veo cómo Estefanía se tapa su boca para evitar reírse, muerdo mi mejilla para evitar reírme también, al fin ya todos se van dejándome solo con mi secretaria.

-Debes poner atención en las reuniones Kir.

-Es tu culpa.

-¿Mía por qué?

-Quién te manda a ser tan bonita, me distraes muñeca.

-Entonces ya no vendré a las demás reuniones.

Hago que mi silla avance hacia ella.

-Eres mi secretaria, te necesito a mi lado en todo momento.

-Pero si te distraigo no soy de buena utilidad.

-Prometo intentar poner atención a lo que hablan y no estar viendo tus piernas.

Ella baja su mirada avergonzada, pongo mis dedo en su mentón y lo elevo.

-Nunca bajes la mirada ante nadie, muñeca. Eres una reina y una reina no debe bajar la vista ante nadie.

Sus ojos negros adquieren brillo, mis ojos van hacia sus labios.

-¿Ahora si puedo besarte?

Veo como sus labios se curvan en una sonrisa.

-¿Sigues molesto porque no deje que me besaras enfrente de todos?

-Si y mucho, no quiero esconderte.

-Pues para eso debo dejar de ser tu secretaria, si no todos hablarán mal de mí.

Detesto que tenga razón, pueden inventar rumores de ella y sé que eso disminuirá más el poco amor que se tiene así misma, por el momento todo debe ser secreto hasta que ella vea lo valiosa que es y no debe estar pendiente de lo que digan los demás, apenas será un mes de que formalizamos la relación así que deberé esperar.

Me inclino un poco y pongo mis manos en sus muslos, siento que se tensa y tiembla un poco.

-Soy yo muñeca, mírame a los ojos.

Ámame a tú Manera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora