El vecino ruso de delirious-girl (TRADUCCIÓN)

CAPÍTULO 1 - Malas decisiones

El vecino ruso de delirious-girl

CAPÍTULO 1 - Malas decisiones

Descargo de responsabilidad: no soy dueña de Vampire Academy ni de ninguno de sus personajes. Todo eso es obra de la maravillosa autora Richelle Mead. Sólo soy la TRADUCTORA de la trama de esta historia.

La trama está escrita por DELIRIOUS-GIRL

Soy la mejor persona cuando se trata de malas decisiones. No para afrontarlas, por supuesto, sino para crearlas. Esa es totalmente mi especialidad. A veces me pregunto cómo es posible que mi boca hable sin consultar primero con mi cerebro. O cómo mi cerebro toma todas estas decisiones por sí solo y actúa por impulso, sin pensar realmente las cosas y luego me quedo ahí para vivir con las consecuencias. Ya sabes, es como si hubiera un interruptor de ENCENDIDO/APAGADO en mi cerebro que funciona a su propia voluntad. O tal vez alguien lo esté controlando, pero seguramente yo no.

He tenido un par de malas elecciones y decisiones a lo largo de mi vida, principalmente en mi último año: como dejar que Mason se subiera a ese maldito auto estando borracho (esto siempre me perseguirá, porque se enojó conmigo por algo que hice esa noche y simplemente quería irse, no verme más; de alguna manera, su muerte recae sobre mí), como involucrarme con ese bastardo, Jesse (pero gracias a Dios que estaba Mason para evitar que hiciera una estupidez con él porque. Estaba borracha esa noche del terrible accidente automovilístico), como renunciar a intentar que mi madre se sienta orgullosa de mí, aunque sea un poco (pero Dios, a veces juro que esta mujer tiene algo contra mí; y siempre fue tan dura conmigo ¡por favor! así que haría lo que quisiera y la dejaría pelear sola; simplemente ya no me importaba), y mi estupidez más reciente, la elección de mudarme a Rusia. Sí, así es, Rose Hathaway-Mazur ataca de nuevo.

Déjame empezar por el principio. Terminé la escuela secundaria recientemente y nunca he hecho nada importante en mi vida, como mi madre siempre me recuerda con gusto. Y ella tenía bastante razón, ¿sabes?. Al menos esta vez. Realmente nunca me he destacado en nada. Yo era perfectamente mediocre. Nunca me he involucrado en actividades extracurriculares, nunca tuve trabajo (¿por qué iba a tenerlo si mi padre era un exitoso hombre de negocios?). Lo único que se me daba bien era meterme en problemas. Y mi madre siempre estuvo ahí para compararme con mi dulce y querida amiga, Lissa (lo juro por Dios, esta chica es oro puro; es tan buena, tan gentil y tan generosa; y realmente amo a esta chica). A veces pienso que Janine con gusto me habría cambiado por Lissa si hubiera tenido la oportunidad. Y con su perfección, me era imposible no compararme con ella también y ver que era una persona muy plana. ¡Nunca he tenido un novio decente, joder!. No como Lissa, que tenía a Christian, un chico al que odié totalmente al principio. Pero llegué a comprender que en realidad no era tan malo como pensaba. Él realmente la amaba y la estaba haciendo feliz. Si Lissa fuera feliz, al menos podría tener la decencia de llevarme bien con su novio. Y realmente empezamos a llevarnos bien, después de que superé mi odio infundado inicial. Pero como decía, ni un solo novio decente. Solo algunos cabrones de la escuela secundaria (Dios, realmente tenía talento para elegirlos), con los que me divertiría durante un par de semanas (pero nunca tuve sexo con ellos, porque no quería entregarme a un chico así; quería que mi primera vez fuera especial; quería hacerlo con alguien que realmente me importara y después de eso, todo terminó). El único que realmente se preocupó por mí fue Mason. Pero ahora estaba muerto, y mientras todavía estaba vivo, no podía abrir los ojos y darme cuenta de que sentía algo por mí.

Entonces, como mis calificaciones no eran tan altas, mi madre me presionó constantemente para que enviará solicitudes universitarias durante todo mi último año, para que al menos tuviera la oportunidad de una "vida decente", como ella siempre dice. Y mientras buscaba universidades lo más lejos posible de casa, me topé con un programa perfecto en el extranjero. En realidad, el programa no implicaba asistir a muchas clases. Se suponía que debías asistir una vez a la semana, tener una clase de tres horas, conseguir tus materiales, hacer algunas preguntas y al final de cada semestre tenías que tomar algunos exámenes. Inmediatamente disfruté la idea, porque no me gustaba ir a clases. O la escuela en general. Además la especialización era algo que siempre me ha apasionado: Botánica. Y el programa duró sólo dos años. Por supuesto, la mejor parte de este programa fue lo lejos que me llevaría de mi casa: Rusia. Presenté mi solicitud de inmediato, pero créanme: realmente no pensé que entraría a esa universidad. ¿Qué posibilidades tenía realmente con toda esa competencia de todo el mundo?. Esa fue la razón por la que no le hablé a nadie sobre esa aplicación en particular.

Pero esta mañana recibí un par de cartas. Todos los rechazos. ¡Sí a mí!. Mi mamá iba a estar muy orgullosa de mí. Pero para mi sorpresa, no todos fueron rechazos. El último de ellos me informaba que su institución estaría encantada de tenerme como estudiante. Me emocioné mucho. Pero había un pequeño problema. El colegio era St. Vladimir, en Moscú, Rusia. Bueno, ¿qué iba a hacer?. No me permití el lujo de no ir. Mi madre se volvería loca cuando descubriera que me rechazaron en todas las demás universidades. Y ella estaría muy decepcionada. ¿Podría soportar de nuevo la expresión de lástima, decepción y culpabilidad en su rostro?. La respuesta rápida es no. Dios, era tan difícil ser una decepción constante para tus padres. Entonces decidí ir. Bueno, fue más algo que hice en ausencia de otras opciones, que una elección voluntaria, pero aun así. Y qué duro podrían pasar dos años, ¿no? Me las arreglaría para sobrevivir de alguna manera.