El vecino ruso de delirious-girl (TRADUCCIÓN)

Capítulo 11 - El puñetazo

CAPÍTULO 11 - El puñetazo

Descargo de responsabilidad: no soy dueña de Vampire Academy ni de ninguno de sus personajes. Todo eso es obra de la maravillosa autora Richelle Mead. Sólo soy la TRADUCTORA de la trama de esta historia.

La trama está escrita por DELIRIOUS-GIRL

Borré la expresión de asombro de mi rostro. Pero mis mejillas apenas se sonrojaban. Estaba muy consciente de eso. Quería que la tierra se abriera debajo de mí y me tragara entera. Aunque nadie allí conocía la situación, podía sentir sus miradas como una expresión de qué, ¿diversión?. ¿Algo de orgullo?. Tal vez incluso algo de satisfacción apareció en el rostro de Dimitri. ¡Ese bastardo!. Estaba tan seguro de que él estaba al tanto de esta mierda. Podría apostar todo mi dinero a eso. Sabía la mitad de mi nombre, pero yo no tenía nada. Pero, ¿qué creía haber logrado?. Sólo quería borrar esa sonrisa de su cara.

En el camino de regreso a mi lugar, tomé una decisión. Después de terminar está clase, quedaré fuera. No quería que pensara que estaba perdidamente enamorada de él o algo así y que lo seguía como un cachorro indefenso.

Pero Dios, las dos horas no parecieron pasar lo suficientemente rápido. Estaba constantemente mirando el reloj y, a veces, parecía haber dejado de funcionar. De vez en cuando, mi mente recordaba esa sonrisa en su rostro, y estaba tratando de concentrarme en los ejercicios, para no pensar tanto en cuánto quería golpearlo. Pero, para ser completamente sincera, la clase no fue nada desagradable. Realmente la disfruté. Y el hecho de que estuviera al final de la clase me ofrecía suficiente cobertura, así que estaba a salvo.

Pero en algún momento Dimitri nos dijo que repitieramos el mismo movimiento, que él pasaría a cada alumno y nos corregiría, porque había visto que se estaban cometiendo algunos errores. Esperaba con todo mi ser estar ejecutando los de la manera correcta y esperaba que él simplemente me dejara en paz. Pero no hay posibilidad. Ese bastardo vino a mí y empezó a señalarme cosas que necesitaba corregir. Me callé e hice todo lo que me dijo, evitando el contacto visual tanto como pude. Pero él no parecía estar satisfecho conmigo y como todos seguían practicando sus pellizcos, se acercó detrás de mí y me agarró los antebrazos. De repente el aire se volvió muy denso. Podía sentir la electricidad pasando entre nosotros, a través de mi blusa. Y sus palmas estaban tan cálidas. Lo único que quería era que él me envolviera y nunca me dejará ir. Basta, Rose, me abofeteó mentalmente. Reúne tus cosas, me obligué.

"Mira", dijo, tan cerca de mi oído, "no estás manteniendo los brazos lo suficientemente altos". No podrás llegar a la cara de nadie de esta manera.' y procedió a patear el aire, todavía sosteniendo mis brazos.

Después de eso, soltó mis manos y vino hacia mí. Me dijo que hiciera el movimiento nuevamente. Y lo hice. Pero como él dijo, estaba pateando demasiado bajo. Esquivó mi puño fácilmente. Ahora, casi todos los que estaban alrededor estaban mirando. Cubrió mis puños con las palmas y comenzó a moverlos, dirigiendo los golpes a su cara. Mientras lo hacía, me arrastraba hacia arriba, poniéndome de puntillas. Por el movimiento, todo su perfume se extendió a mi alrededor. Simplemente estaba intoxicada. Todo lo que quería era acercarme para poder absorber todo su dulce aroma. ¿Qué me estaba haciendo este hombre?. No estaba pensando con claridad, de eso estaba segura.

"Así, señorita Hathaway". dijo, sin interrumpir el movimiento. Luego lo soltó. "Ahora, haz esto de nuevo sin ayuda". Y lo intenté. Pero, de nuevo, no pude hacerlo bien. Demonios, era demasiado bajo. O tal vez era demasiado alto.

'Más alto.' Puñetazo. 'Más alto.' Puñetazo. '¡Más alto!' Y eso era todo lo que necesitaba para explotar. Me pregunto cómo pude mantener mi mierda en orden durante tanto tiempo, de verdad. Reuní todas mis fuerzas, di un pequeño salto con los pies y le planté un buen puño en la mandíbula tomándolo por sorpresa. Algunas personas se quedaron sin aliento. En ese momento me importaban un comino los demás. Por mi parte, todos podrían irse al infierno. Estaba demasiado enojada. Luego simplemente me di la vuelta y me fui.

Después de cambiarme rápidamente, volví con Mia, le devolví la llave y le dije que quería cancelar mi membresía. Con cara de confusión, la chica asintió y finalmente salí de allí.

De camino a casa, pensaba constantemente en lo que había hecho antes. ¿Qué estaba pensando?. Fue totalmente incorrecto por mi parte darle un puñetazo. Especialmente frente a tanta gente. ¿Pero sabes que?. Él lo estaba pidiendo. Sí, lo hizo. ¿Por qué me arrepentí?. Se lo merecía por eso de la asistencia.

Después de unas dos horas de estar dentro, decidí salir y dar un pequeño paseo. Pero mientras cerraba la puerta, él subía las escaleras. ¡Simplemente perfecto!. Puse mi cara de perra y traté de ignorarlo. Lo pasé y pensé que me había escapado, pero lo escuché decir:

"He visto que cancelaste tu membresía".

'Sí. Hice.'

'¿Por qué?. ¿No te gustó mi clase de hoy?, preguntó con un tono inocente. 'Hay unos cuadernos de quejas allá en el gimnasio...'

'Mira, camarada' lo interrumpí, no me malinterpretes, pero no tenía ni idea de que estabas trabajando en ese gimnasio. Así que no te hagas ilusiones pensando que puedo enamorarme de ti o algo así, ¿vale?. Cancele mi membresía para que no fuera incómodo para los dos. ¡Diablos, ni siquiera sabía tu nombre hasta hoy!'.

'Bien. Pero realmente eres algo, puedo decir. No me importaría ser tu entrenador personal si eso es lo que te molesta.

'Bueno, me importaría. Ahora discúlpeme, mi novio me está esperando.'

Bajé las escaleras lo más rápido que pude. ¿Qué diablos me pasó?. ¿Un novio?. ¿Por qué diría algo tan estúpido?. Apenas conocía a alguien aquí. Entonces, se me ocurrió una idea. Sabía exactamente qué hacer al respecto. Agarré mi teléfono y llamé al número de Adrián, el que me dio después del recorrido del jueves.