El vecino ruso de delirious-girl (TRADUCCIÓN)

CAPÍTULO 15 - Las estrellas

Descargo de responsabilidad: no soy dueña de Vampire Academy ni de ninguno de sus personajes. Todo eso es obra de la maravillosa autora Richelle Mead. Sólo soy la TRADUCTORA de la trama de esta historia.

La trama está escrita por DELIRIOUS-GIRL

CAPÍTULO 15 - Las estrellas

No sé cuánto tiempo estuvimos allí, en el suelo del pasillo, en completo silencio. En algún momento Dimitri se levantó y entró en su apartamento. No lo culpé por irse. No se suponía que él debía lidiar con esta miseria. Pero dejó que se abriera la puerta. ¿Iba a volver?. De alguna manera deseaba que lo hiciera. Realmente no tenía ganas de estar sola con mis pensamientos en este momento. Y me sentí segura con sólo estar cerca de él.

Unos cinco minutos después, regresó con una taza de bebida humeante en la mano y una bolsa en la otra. Me entregó la taza y volvió a sentarse. No tenía ganas de beber ni comer nada. Pero el calor que irradiaba la taza le hacía bien a mis manos frías.

"Mi madre siempre decía que no hay nada que una taza de chocolate caliente y un poco de pan de jengibre no puedan arreglar". dijo, con esperanza en su voz y un toque de súplica en sus ojos caoba. Pude ver que se estaba estresando mucho tratando de consolarme de alguna manera. Esto me rompió el corazón aún más. No quería hacerlo sentir así. Entonces tomé un sorbo de la bebida caliente. Podía sentirlo calentando todo mi cuerpo, en su camino hacia mi estómago.

"Es realmente bueno", dije con voz ronca.

'El secreto es duplicar la dosis de la mezcla' me explicó mientras abría la bolsa y me entregaba un osito de jengibre. Lo miré por un segundo y lo mordí. Sabía a la mañana de Navidad.

'Gracias', fue todo lo que pude decir mientras comía y bebía lentamente.

Cuando terminé, debo admitir que me sentía algo mejor. Él estaba en lo correcto. Me giré para enfrentarlo. Y yo solo estaba mirando sus profundos ojos castaños oscuros. Tenían algunos toques dorados provenientes de la tenue luz de su apartamento. Él habló primero:

'Si quieres hablar, debes saber que estoy aquí para escuchar, ¿de acuerdo?'

Parpadeó y las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos nuevamente. "Realmente no tengo ganas de hablar ahora."

'¿Quieres ir a dormir un poco? Es bastante tarde'.

Negué con la cabeza. 'No puedo entrar allí. Pero puedes irte si quieres. Lamento mucho que hayas tenido que quedarte aquí tanto tiempo. Debes estar cansado.'

Me dio unas palmaditas en la mano para tranquilizarme. "No me importa en absoluto, Rose."

Cinco minutos más tarde preguntó: '¿Quieres salir?' Asentí. Un poco de aire fresco podría ayudar.

'Sólo un segundo' Se levantó y tomó algo del interior de su apartamento. Regresó y extendió un brazo para ayudarme a levantarme. Lo tomé. Estaba tan cálido y mi mano encajaba perfectamente en la suya. Nunca quise dejarlo ir. En lugar de bajar las escaleras, tomamos la dirección opuesta, hasta el final del pasillo. Allí, en el lado izquierdo, apenas visible, había una puerta. La abrió y subimos por unas escaleras. Salimos, a una especie de tejado. Estaba casi completamente oscuro. Apenas se podía ver nada. Tomó mi mano nuevamente y me guió hasta unas almohadas tiradas contra una pared y nos sentamos.

Entonces miré hacia arriba. El cielo estaba espléndido. Tantas estrellas brillantes. No hay luna ni farolas que interfieran. Fue como si alguien dejara caer una bolsa de diamantes sobre el más suave terciopelo azul marino. ¿Cómo puedes estar triste cuando te enfrentas a una belleza tan grande?. Estaba profundamente agradecida con Dimitri por llevarme allí. Me volví hacia él, sin ver casi nada a mi alrededor, pero quería agradecerle nuevamente. Entonces lo vi. Su mano. Tenía algunas manchas oscuras en los nudillos. Sangre. De golpear la pared. Tomé suavemente su mano entre las mías.

'¿Te duele?' Pregunté mientras pasaba mis dedos por la sangre seca. Sacudió la cabeza. Levanté la palma de su mano y comencé a dibujar círculos. Y nos sentamos allí, mirando las estrellas.