Extra Especial 100k

1.3K 73 1
                                    

Alexander

Observó a mi esposa que duerme tranquilamente en mis brazos, estamos en avioneta viajando a nuestra luna de Miel.

Hera aún no sabe dónde vamos y agradezco que vaya dormida así no se da cuenta aún, nuestra boda fue hace dos días. Ella quiso algo sencillo y pequeño porque con su embarazo de casi cuatro meses se siente cansada y gorda según ella.

Gorda me la pone con lo buena que está.

Aún sin superar la emoción que sentí al saber que tendremos dos princesas, dos minis Hera me hace sentir demasiado entusiasmodo con pensarlo. Las mellizas estando apenas de cuatro meses son bastantes inquietas no me imagino más grandes.

Mi mujer a tenido muchos cambios de humor, llora por qué si , porque no y por si acaso y Joder su apetito es extremadamente grande y si hablamos del sexual de ese no me quejo por mi la trendia montandome cada hora.

Se remueve abriendo los ojos y arrugando la cara.

— ¿ Ya vamos a llegar ?, El viaje me está dando náuseas —se queja

—ya casi, tranquila pasará pronto faltan unos minutos nada más.

Agradezco que no mire a los alrededor porque si no obvio se da cuenta dónde vamos.

Toca su estómago abultado y sonrió.

— Tus hijas tienen hambre, quiero algo de fruta —hace un puchero.

Rio y le doy un beso en los labios.

—En cuánto nos bajemos tendrás lo que deseas.

Mira su vestido rosa de tirantes y frunce el entrecejo.

—¿Me veo bien verdad? Quiero decir no, se adónde vamos.

Tomo su rostro en mis manos con cuidado ya que lleva auriculares por el sonido.

— Nena, por Dios estás hermosa y mientras tú estés cómoda no importa nada okey.

Hace un puchero y se lanza a mis brazos.

Acomodo su cuerpo y su cabeza queda en mi pecho.

—te amamos mucho, pero tengo sueño otra vez te importa si vuelvo a dormir otro poco.

Niego con una sonrisa.

— Cuando lleguemos yo te levanto , duerme tranquila — Beso su labios queriendo más de ellos.

Se queda dormida en segundos.

Los minutos pasando y ni si quiera siente cuando aterrizamos en el agua.

La despierto y se incorpora quitando sus auriculares.

— Déjame ayudarte a bajar no quiero que resbales o algo.

La tomo de la mano y por su cara aún sigue medio dormida.

Bajamos y el viento del lugar mueve su cabello, su boca se abre y me mira sorprendida.

—Estamos en las Maldivas.

Asiento e inmediatamente me abraza dándome un beso.

— Muchas gracias, será el lugar perfecto para descansar y pasar tiempo solos.

Justamente pensé en eso, no quiero que se estrese así que el lugar es perfecto. Despeje una aérea solo para nosotros porque cuando le haga el amor no importara el lugar pero nadie vera a mi mujer desnuda.

El hombre encargado nos recibe indicando cuál es el aérea reservada.

Una caja suite son la vista perfecta, hamaca flotante y un jacuzzi incluído.

El Mafioso y Su corona +18 ( Completa )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora