Capítulo 7

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Fuera de todo ese ambiente Gerard lucía mucho más hermoso. Cuando llegó Frank al restaurante donde habían quedado, el chico de ojos verdes ya lo estaba esperando. Llevaba puesto un vestido azul, un suéter negro y unos tenis. Lucía tan dulce, tan tierno, nadie podría imaginarse que aquel chico era una puta, pensó.

Al verlo a la distancia le sonrió con sus pequeños dientes. Sin duda ese chico era hermoso. El saludo fue extraño, pues ninguno de los dos sabía cómo actuar, Gee se puso de pie y Frank lo abrazó, percibió su dulce aroma más fuerte que nunca, pues ahora no había ningún perfume barato de por medio, ahora no era Party Poison, era sólo Gerard.

Y vaya, el chico era demasiado tímido en comparación a lo que había conocido de él en aquel burdel. Lo volteaba a ver, después desviaba la mirada, lucía demasiado tierno.

Frank pidió un whisky en las rocas, como siempre lo hacía en el burdel, Gerard en cambio optó por una malteada. Realmente lucía tan distinto afuera de todo ese ambiente.

Pidieron sus platillos y conversaron, pudieron conocerse un poco mejor. Frank tenía 30 años, Gerard 22. Frank trabajaba en una disquera, Gerard quería ser enfermera. Frank amaba a los perros, Gerard a los gatos. Frank amaba a The Misfits, Gerard a David Bowie. Los padres de Frank habían muerto, los de Gerard también. Frank era hijo único, Gerard tenía un hermano, Mikey, quien tenía cáncer.

- Por eso decidí hacerlo. Nadie me daba trabajo, necesitábamos el dinero para pagar el tratamiento de Mikey. Fue la salida más fácil que hallé – Dijo Gerard. Estaba conteniendo las lágrimas, nunca había hablado de aquello con nadie, realmente era difícil hacerlo, pero con Frank se sintió en confianza, él conocía el lugar donde trabajaba, él lo había visto muchas veces ahí, a él no tenía nada qué ocultarle, era un libro abierto.

Frank sintió algo extraño al escucharlo decir aquello, al verlo quebrarse. Sabía que la vida no había sido fácil para Gerard, sintió algo pero no supo definir qué. Tal vez era sólo lástima.

Se permitió acercarse un poco más a él y tomarle la mano. Realmente no sabía siquiera qué decir, un "todo va a estar bien", prometerle cosas que no iba a cumplir, como que lo sacaría de trabajar de aquel burdel, que le daría lo que se merece, aunque muy en el fondo es lo que quería hacer. Se limitó a llevar su mano a su mejilla, secando sus lágrimas, acercándose un poco más a él para besarlo en los labios, y fue un beso tan distinto, pues esta vez no había deseo de por medio. Frank no supo definir lo que sintió con aquel beso, pero Gerard sí, con ello lo confirmó, estaba enamorado de Frank, se sintió en una nube tan solo juntar sus labios, se sintió reconfortado, a su corazón en calma. Frank era todo lo que quería y necesitaba.

Y fue sólo una cita, no hubo sexo de por medio. Frank no quiso hacerle eso a Gerard, se había abierto con él, le había contado de sus metas y sus miedos, de sus sueños y sus pesadillas. No podía después llevárselo a la cama, aunque lo admitía, era lo que más deseaba. Quería llevárselo a su casa y ahí en su cama hacerlo suyo, sentirlo sólo suyo y no de todos los tipos que lo tocaban todas las noches en aquel burdel. Aunque también pensó que sólo quería ser él quien poseyera a Gerard, y realmente pasó por su mente sacarlo de ese burdel y darle la vida que merecía. El chico más hermoso y tierno que haya visto en su vida. Pero luego volvían a su mente esos pensamientos intrusivos:

Lástima que sea sólo una puta. 

Burdel (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora