¿Que si se arrepentía? Sí, y mucho, nunca debió tratar a Gerard así, pero el alcohol en su organismo y verlo ahí, en la cama, con otro hombre, simplemente lo hizo perder la razón. No soportó que otro tipo se acostara con él.
Y ahora ¿Qué iba a hacer? Lo primero que tenía que hacer era terminar con Jamia. El pasado no importaba, sólo el presente, y Frank ya no estaba más enamorado de Jamia, quería a Gerard, lo quería más de lo que podía soportar. Aprovechando que era fin de semana y no iba a la disquera, decidió buscarla y decirle que no podía seguir más con esa relación, obviamente ella se molestó, mucho. Le dio varias cachetadas, hubo lágrimas, gritos, reproches, pero sabía que era lo mejor, no era sano condenarla ni a ella ni a sí mismo a una relación que simple y sencillamente ya no tenía futuro.
Fue un día difícil, quería ir a buscar a Gerard, pero sabía que no lo dejarían entrar en el burdel. Esos tipos lo reconocerían, seguramente lo golpearían, además ese no era el lugar para disculparse con él.
Insistió en los mensajes, incluso llamadas, pero nada, no obtuvo respuesta, y entendía que Gee no quisiera hablar con él. Lo había tratado horrible.
Al día siguiente pensó en ir a buscarlo. Tal vez era demasiado pronto, seguro Gee continuaría dolido, pero no soportaba más, necesitaba redimirse con él, sólo quería tenerlo entre sus brazos y expresarle todo su amor, porque sí, amor era lo que sentía por él.
Compró un ramo de rosas rojas y viajó hacia la casa de los Way, Llegó, tocó, pero nada, nadie respondía, siguió insistiendo pero nada. Tal vez Gee lo había visto por la ventana y se había negado a abrirle la puerta, y lo entendía. No quería rendirse, pero tampoco quería seguir molestándolo. Tal vez lo mejor era esperar un poco más a que se enfriaran las cosas, todo estaba muy reciente, apenas acababa de terminar con su novia de toda la vida y hace apenas un par de días había tratado a Gee como la peor basura.
Conciliar el sueño fue difícil, pues a su mente sólo llegaban imágenes de ese día, Gerard entre los brazos de un tipo sin rostro, después Gerard llorando, pidiéndole que lo dejara, luego Gerard desnudo, siendo consolado por ese tipo rubio.
Las pesadillas llegaron esa noche, veía a Gerard siendo penetrado sin contemplaciones por un sujeto. Gee lloraba, lloraba demasiado. Cuando al fin lograba acercarse miraba al tipo de cerca y era él, él con una cara maliciosa penetrando a Gee con fuerza, sin cuidado alguno. Después ya era él quien sostenía las piernas de Gerard. Miraba entre éstas, había sangre en su propio miembro, sangre que salía de Gee. Subía hasta su rostro, su cara igual llena de sangre, su nariz rota al igual que su labio, sus ojos completamente llorosos con moretones. Y sólo podía gritar: "Para, para, para", pero su cuerpo no respondía y entonces despertó, sintiéndose como la mierda por lastimar a Gerard.
Sólo esperaba que Gee lo perdonara. Qué lastima que él fuese un estúpido.