Jamia se apareció en el hospital y fue corriendo hacia Frank, quien no entendía qué era lo que estaba haciendo ahí. Habían terminado, le había dejado las cosas claras, pese a ello estaba ahí, a un costado de su cama, cuando quien debería de estar en ese lugar era Gerard, su Gerard.
- ¿Cómo te sientes? - Preguntó Cheech al ver llegar a Gerard a la habitación de Frank.
- Mejor – Contestó - ¿Y Frank? - Cuestionó.
- Está con Jamia, su prometida – Respondió Linda, logrado sólo estrujar el corazón de Gee.
- Su ex novia querrás decir – Mencionó Cheech.
- Frank no mencionó nada de que hubieran terminado
- Lo hizo
Gerard entendía, por supuesto que lo hacía, Linda no lo quería, lo notó desde que Frank lo presentó como el amor de su vida, su madre le lanzó una mirada de odio. Claro que no lo iba a querer, ¿quién querría que su hijo anduviera con un hombre? Y pero aún, que ese hombre sea un prostituto.
Se quedó ahí afuera de la habitación de Frank sin saber qué hacer o qué decir. Jamia estaba adentro, su madre no lo quería ¿Tenía caso seguir ahí? Tenía ganas de llorar, de estar en su habitación abrazando su almohada, desahogando su dolor. Se giró entonces y al hacerlo miró ahí a Ray ¿Las cosas podían empeorar? No estaba listo para decirle la verdad a su mejor amigo, para contarle que Frank era ese hombre que lo había lastimado y que, pese a ello, lo adoraba con todo su corazón.
- Hey Gee ¿Qué pasó? ¿Cómo está Frank? - Y la verdad es que ni siquiera tenía la respuesta a esa pregunta, él también quería saberlo, pero cómo, estaba con su "prometida" como había dicho su madre.
- No lo sé... parece que... su novia está adentro – Respondió.
- ¿Pero qué fue lo que sucedió?
- Un tipo golpeó a mi hijo en el estacionamiento, parece que estaba molestando a este enfermero – Intervino la madre de Frank.
- ¿Te pasó algo Gee? - Preguntó Ray con preocupación.
- No, nada, yo... estoy bien
- ¿Y quién era ese idiota? Dímelo, para partirle la cara
- No vale la pena Rayito
- Gee, por favor, no me digas que es ese pendejo que te rompió el corazón. Vino a buscarte...
- No, no era él, era otra persona – Gerard se sentía incómodo, realmente no quería responder a esos cuestionamientos, mucho menos con los padres de Frank ahí presentes, le avergonzaba tanto, se avergonzaba de su pasado.
Afortunadamente o desafortunadamente, en esos momentos Jamia salió de la habitación de Frank, tenía una cara de disgusto, sus ojos estaban rojos, su semblante oscuro, estaba molesta.
- Frank pregunta por un tal Gerard. Dice que quiere verlo – Mencionó molesta.
- ¿Qué pasó cielo? - Cuestionó Linda.
- Frank no quiere saber de mí, dice que está enamorado de otra persona, dice que ya no me quiere – Manifestó, soltándose a llorar, y siendo consolada por Linda.
Gerard no lo pensó mucho y caminó para ingresar a la habitación de Frank, quien de nueva cuenta estaba ahí, tendido en una cama y con cables conectados a su cuerpo.
- Frankie ¿Cómo estás? - Cuestionó Gee acercándose a la cama de Frank y tomándolo de la mano.
- Estoy bien cielo ¿Y tú? ¿Te hizo algo ese idiota? - Gerard le sonrió.
- Estoy bien. Perdóname por hacerte pasar por esto
- Hey, Gee, no es tu culpa. Yo estoy para defenderte, nadie volverá a ponerte un dedo encima – Dijo, mientras acariciaba el rostro de Gee.
Ray entró a la habitación y por unos segundos se quedó pasmado mirando aquella imagen, Gerard hincado a un costado de la cama de Frank, tomándole la mano, Frank por su parte acariciando su rostro, mirándose fijamente el uno al otro con una sonrisa en su rostro ¿Qué tanto pudo haber conocido Frank a Gerard en su estancia en ese hospital para que lo mirara de esa forma? Con tal devoción, como él lo hacía. ¿Pasaba algo entre ellos? ¿Se habían enamorado en su estancia en ese hospital? ¿Por qué ninguno de los dos le había comentado nada? No entendía como su mejor amigo y el amor de su vida ahora parecían estar enamorados.