Primer tiempo - Parte 2

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Habían pasado tres semanas de aquel doble altercado con los primos Min, pero con un final agradable, seguía siendo rommie del mayor mientras que no lo había visto al otro. Para mí era lo mejor, ya que estaba con temor de que mi omega vuelva a ser imprudente y se emocione con ese alfa. Es que él ya se había acostumbrado al olor de canela y manzana de Seokjin, no lo convencía pero tampoco lo desagradaba, es que se mezclaba bien con mi aroma de mandarina y fresa, eramos como el aroma de una infusión frutal.

Estaba solo a dos días de cumplir tres años de compartir nuestro camino juntos. Luego de conocernos en esa fiesta, yo me refugié en su departamento que más era una habitación grande con todos los ambientes juntos. Cuando cumplí la mayoría de edad, empecé a trabajar y fue el momento para buscar un nuevo lugar más cómodo para dos, así fue como nos convertimos en compañeros y al pasar el tiempo, en amantes. Aunque debo admitir que no había problema con tener a terceros en medio de nosotros, el problema fue cuando ese tercero fue Yoongi.

Aquel alfa con ojos de gato era alto más que Jin, y -obvio- más que yo. Sus hombros anchos marcaban los músculos de su espalda y daban paso a unos brazos fuertes, cintura angosta y un trasero notablemente redondo. Sus piernas trabajadas por los múltiples deportes que ha hecho a lo largo de su vida, porque eran su único entretenimiento fuera de los libros, pues este atlético alfa era un nerd empedernido. En verdad no lo había visto mucho, y esa noche fue la primera vez que habíamos hablado en persona, cada que llegaba a visitar a su primo, yo estaba fuera de casa en alguno de mis trabajos insoportables y mal pagados, pero sabía que había estado por su aroma y por la alegría que mi lobo demostraba.

☆ • ☆ • ☆

Caminaba contento con el regalo en una bolsa. Cada año celebrábamos el habernos conocido con una deliciosa cena hecha por mi omega y yo decoraba con muchas flores toda el área social. Pero este año había visto en una joyería cerca de la parada de bus, un pendiente en forma de luna con piedras rosas incrustadas en todo su perfil. La joya era perfecta para alguien fanático de todo lo que tenga ese color conjugada con mi fascinación con ese satélite.

Habíamos acordado en comer nuestros platillos favoritos, por lo que pasé por la tienda comprando algunas botellas de soju. Iba sumido en mi mundo mientras sonaba una melodía romántica en mis audífonos, sin imaginar lo que vería al girar la esquina. Era Seokjin besándose con otro omega para luego subirse a un auto e irse en medio de risas. Él ni siquiera me vio, que estaba paralizado con bolsas en las manos. Y yo solo sentía el viento de la noche otoñal golpeando mi rostro, entonces supe que era el aviso de lo próximo, el castillo de naipes había comenzado a colapsar.

Esa imagen se repetía mil veces hasta subir los tres pisos y abrir nuestra puerta. Nada, no había nada... ni la comida recién hecha, ni el chef, ni velada, ni nada... Me quedé parado en la entrada entre la luz del corredor y la oscuridad de mi caos, y mi corazón galopaba mientras mi omega se escondía en lo profundo de mi ser. "Estúpido omega" me autoacusaba. No importaba que exista un tercero pero ¿otro omega? ¿el día de nuestro aniversario?, no había explicación que calce en mi entendimiento.

Dejé las bolsas en la grada de la entrada y volví a cerrar el departamento. Al llegar al vestíbulo sentí aquel aroma... tierra húmeda y menta. Moví mi mirada hacia el origen y pude ver nuevamente sus ojos, eran más hermosos estando sobrio. Solo me dijo una palabra, la única que no debía decir, aquella que reclamaba lo que era suyo... me dijo "Omega" y sonrió. Yo temblé, quería correr... lejos... muy rápido.. como aquella noche de la discoteca, pero esta vez no estaba Seokjin, esta vez no podía huir de mi destino.

Respiré hondo y estiré mi mano para saludarlo, luego me arrepentí e hice una venia. Caminé por su lado y cuando estaba a medio paso de dejarlo atrás, sentí su mano en mi muñeca y la fuerza tirando hacia él. -¿Mi primo está arriba?-, preguntó el idiota imprudente. Lo miré furioso, es que parecía que sabía que tenía el corazón roto y él quería burlarse de mi dolor. -Búscalo en algún motel donde debe estar con ese omega-, me arranché de su dominio y salí del edificio con pasos firmes pero sin un lugar a donde ir, no tenía idea.

La voz de una mujer de edad me despertó. Había amanecido en la banca de un parque. Ella estaba preocupada de que esté enfermo, o tal vez muerto. Me incorporé de un salto, pedí disculpas y empecé a caminar directo a casa. Acabé de despertar cuando estaba en la tienda de la cuadra, donde compré una botella de agua muy fría. Subí cada escalón de manera lenta hasta estar frente a la puerta, y cuando iba a abrirla, Seokjin lo hizo de un tirón.

Me clavó la mirada y luego procedió a decir el siguiente error: "Tengo algo que hará que dejes de huir la noche de nuestro aniversario". En verdad no entendía nada, pero ya estaba adentro escuchando una retafila de palabras, parecía que rapeaba a mil revoluciones por segundo, casi no comprendía toda la historia que montó, yo solo guardé silencio y guardé el secreto, ya no quería más problemas.

Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora