Parte 9 - Yoongi (SS)

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-Yoongi, ¿podrías dejar de abrazar esa manta?- Hoseok me reclama junto con un codazo que me despierta por completo. Ha pasado casi una semana desde que lo volví a encontrar y no he dejado de soñar una vida juntos. Las pesadillas se han vuelto algo dulce y cada mañana despierto con una sonrisa. El omega que ahora es mi pareja me mira desde la puerta del baño con mucho enojo. -Ya puedes ser feliz, me voy por una semana, corre y búscalo... (lo miro sorprendido con mis ojos completamente abiertos) ... es lo que siempre repites en sueños, que siempre lo has amado y que eres feliz por haberlo encontrado-, se acaba la conversación con el portazo que deja tras su reclamo.

Al principio siento vergüenza de mi mismo. ¿Qué tan posible puede ser que encuentres a la persona que querías luego de diez años en el mismo lugar que se vieron por última vez? No entiendo sobre probabilidad pero lo había vivido siete días atrás, y ahora todo era un caos, o simplemente mi caos empeoró. Tenía que hablar con mi pareja pero la valentía no me llegaba ni a los talones, golpeo la almohada y su hermosa sonrisa me traslada a otra ensoñación.

Largos y asfixiantes días que no se igualaban a todos esos años. Cada que cierro los ojos puedo ver su precioso rostro lleno de erotismo en cada penetración y sus gemidos vuelven a mi oído. Tengo la decisión tomada, le contaré sobre mi promesa de cada año y cómo lo he extrañado, los anhelos que tengo junto a él, y las ganas que tengo que me dé una oportunidad de demostrar que puedo ser un alfa digno para alguien tan hermoso como Jimin. Aunque había algo que no puedo arrancarme de mi cabeza, por qué tiene la marca de Agust D en su cara, ¿había seguido mi carrera?... ¿sabe quién soy ahora?... ¿eso no es suficiente para haberme buscado?... sacudo mi cabeza en negación y me dirijo a la cocina.

-¡HEY!-, un grito me regresa a la realidad. -¡Te estoy hablando!-, Hoseok con una voz agria y molesta. -Tienes una semana para hacer lo que te dé la maldita gana, pero a mi regreso hay una decisión, yo ya tengo la mía... yo ya no aguanto... aaggg ¡olvídalo! me voy...- y sin más se fue. Me quedé mirando fijamente a esa puerta, no dolía... ni un poco... ni porque sabía que esas frases cargaban la terminación de esta relación ficticia. ¡Nada! Me lanzo de espaldas al sofá y mi mirada se posa en el techo plano y simple, una lágrima cae y luego la segunda, tercera y ahora sollozo sin control. Solo dejo salir todo el caos en mi cabeza y la presión de mi pecho. Estoy completamente aterrado porque me doy cuenta que el omega me pedirá el divorcio, que para la persona que amo no soy el alfa que espera y que la única persona que queda... si, Jungkook, necesito contarle todo.

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Ansioso en ese café veo llegar a un Jungkook malhumorado y con un rostro lleno de cansancio. -¿Entiendes lo que es pedirle a un médico que sale de un doble turno sin dormir 2 días seguidos que pase por un puto café para contarle el chisme de la semana?... ¡qué!.. ¿al fin te vas a divorciar? ¿Jimin apareció mágicamente en medio del río Han y se juraron que regresarían?- lo miro admirado mientras termina de ironizar sus quejas. -Si y lo segundo no fue en el río Han pero espero que si..-, me clava la mirada con incredulidad y sorpresa, el cansancio se desvaneció y su boca se abre sin decir nada. Me sonrío victorioso, -hace una semana fui al departamento, fueron diez años, y él estuvo ahí... a los diez malditos años volvió. Estuvimos juntos y hoy nos volveremos a ver...- vuelvo a sonreír. -Noooo puuueeedeeee seeeeer...- grita de manera tan eufórica que provoca un silencio sepulcral en toda la cafetería. -Al fiiiiiiiiiiiiin- y palmea mi hombro con tal fuerza que me avienta contra la mesa, y todo vuelve al mismo bullicio y ritmo. -No es tan fácil, doctor... Jimin... bueno... él no tiene una vida fácil...- me silencio sosteniendo mi pecho con mi mano derecha, preocupando a mi acompañante, -él... (cubro mi rostro que es invadido por lágrimas) él trabaja en un prostíbulo... pero no me importa... no me importa si es la única condición que tengo para estar con él... lo amo, nunca lo dejé de hacer...- y me abrazan como consuelo de una respuesta que no tiene palabras.

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Vuelvo al mismo espacio, son las diez de la mañana del séptimo día, y todo se percibe distinto. No hay bulla entre los escombros, no hay guardias que vigilen. Tengo un breve mal presentimiento pero no quiero llenarme de ideas equivocadas. Si me voy a distraer que sea limpiando un poco este desastre que perdiéndome en mi mente. Ya es la una de la tarde y vuelvo a sentir un apretón en mi pecho con malas ideas que me alteran. Necesito saber más sobre Jimin.

No importa que  esté por anochecer, algo me dice que él no llegará, continúo sintiendo cierto temor que me ahoga. Me adentro en el único lugar dónde encontraré respuesta, el Barrio Rojo. Ocultado en mi ropa, deambulo buscando indicios. -Hombre guapo, ¿buscas algo?-, giro para encontrarme con un tipo mediano y adulto, -soy como un guía turístico... drogas, omegas o betas, puedo decirte donde encontrarlos- y guiña su ojo. -Busco al más hermoso omega...-, me silencio para no dejar escapar su nombre, es obvio que nadie sabrá su verdadera identidad. -¿Al más hermoso? jajaja bueno, depende si te gusta la piel blanca o una tersa piel morena... Baby J es como un ángel venido del cielo y el movimiento de sus nalgas al bailar es un show inolvidable... Aunque la mirada seductora de V te lleva al infierno y sus largas piernas enloquecen a cualquier alfa como tú jajaja-, sin ninguna reacción en mi rostro, como me caracteriza, pregunto dónde los puedo encontrar. -Estos dos omegas trabajan en el gran Crystal Snow, abren desde las ocho hasta el amanecer; búscalos en el centro-, señalando con su mano, y cuando regreso hacia él, ya no se encuentra junto a mi.

Llego sin perder un instante y todo está cerrado, aunque un grandulón vestido de negro me increpa mi objetivo, y sin titubear pregunto por él.  Primero se lanza una carcajada grande y asquerosamente sarcástica, -debes tener mucho dinero para verlo... The Heaven no es para cualquier muchachito escuálido como tú-, empujándome ligeramente. Solo lo miro a los ojos y me doy media vuelta, saco mi celular mientras camino apresurado y marco a mi manager, -Señor Lee, necesito un favor muy personal... Necesito una cita con Baby J en The Heaven del Crystal Snow... y no importa lo que cueste conseguirla, la necesito para hoy...- él no sabe qué responder, ambos conocíamos perfectamente sobre ese lugar, eramos alfas a fin de cuentas, y con un "deme un momento", terminó esa llamada para continuar una segunda a los cuarenta y cinco minutos, y confirmar que tendría el segundo turno y debía llegar cinco minutos antes vestido completamente de negro con la máscara que él dejará en mi departamento. Todo estaba arreglado, mi anonimato había costado casi millón y medio de wones adicionales a la cita; las ventajas de ser exitoso, un escuálido millonario.

Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora