Tercer tiempo - Parte 25 - FIN

65 10 4
                                    

Mi recuperación ha sido lenta. Mis muñecas siguen entablilladas, por lo tanto necesito asistencia. Noona es muy buena conmigo y le he contado toda mi historia de vida, aunque he visto el sufrimiento en su rostro sé que no quiere juzgarme sobre mis decisiones, ella siempre me responde... "siempre habrá segundas oportunidades...", y yo confío en sus palabras.

Yoongi me visita todas las tarde, a veces se queda hasta la noche y otras, las pasa conmigo, aunque si es un poco incómodo en la pequeña cama de hospital. Me dijo que no me preocupara por ningún gasto que solo me concentre en sanar y avanzar. Es por ello que, por voluntad propia, he vuelto a terapia, no con el mismo psiquiatra pero si con un profesional agradable. En cada sesión hemos conversado de Tae o de Jin... no quiero encontrar culpables, solo quiero aprender de mi pasado y continuar con mi presente.

Lo que si se ha vuelto muy doloroso es mi terapia física. Ni se les ocurra lastimarse sus muñecas. Pero es cierto lo que dice el psiquiatra, "ellas te han salvado".

Ahora que han pasado dos meses y es momento de partir. Mi alfa me propuso vivir con él y, aunque suene una locura, acepté. En realidad me siento en deuda con él pero también siento que es el momento exacto para reconstruir una historia de amor. Más de diez años es mucho tiempo para saber y aceptar si esa persona es o no la indicada para continuar los días, para formar una familia, para crear nuevos horizontes. Obvio tuvimos la incómoda conversación sobre su matrimonio y actual divorcio. Sin poner reparos Hoseok había aceptado la disolución, aunque me dijo algo que quedó resonando en mi cabeza -por mi fama esa unión no se hizo pública-, ¿a qué se refería?¿ es real? ¿Yoongi es muy famoso?

Pues la respuesta estuvo al llegar a su enorme departamento en la exclusiva zona de Gangnam, al otro lado del río. Sí, al fin había cruzado ese puente prohibido. Por fin había iniciado una segunda vida, aunque todavía faltaba una pieza que encajar en mi rompecabezas.

Yo estaba maravillado con la vista del río Han y con despertar cada día con su aroma. Me sentía en las nubes, aunque si todavía continuaban las pesadillas, ya no eran diarias pero si unas cuatro veces por semana donde me cuestionaba en qué momento despertaría de nuevo en aquel dormitorio diminuto y volvería al Crystal Snow. Ese lugar al que visité solo para dejar un ramo de flores junto al muro que escondían los escombros de lo que fue una cárcel más que mi hogar. También visitaba con regularidad la tumba de Taehyung y dejaba una gran rosa roja. De Seokjin nunca quise preguntar dónde se encontraba, no es que guardara rencor pero sabía que no podía mantener un lazo con él. Todo esto parte de mi terapia psicológica, porque era momento de avanzar.

Con ese mismo propósito, una noche esperé con ansias a que Yoongi volviera de su arduo trabajo, ya que se preparaba para su primer tour mundial. Al sentir su aroma entrar por ese puerta, corrí a sus brazos. El ritual de bienvenida era enrollarme a su cintura y él besar mis manos. Con mis labios en los suyos lo sorprendí -quiero que me muestres lo que ha estado pendiente... cumplí mi promesa de no verlo sin ti...-. Aunque su mirada se puso dubitativa, nos sentamos frente a un gran televisor en el living y me dijo sosteniendo mi mano y acariciando mi lado izquierdo -Hace aproximadamente seis presenté el disco que me llevó a la fama, pero para mi fue una salida al dolor que estaba viviendo. En éste creé un personaje para el video pero se volvió un símbolo de mi carrera, eso es para mi. Por favor, si quieres que detenga el video solo lo dices ¿si?-, me miró directamente con una sonrisa y puso play.

Inició con una escenografía increíble, él vestido de rey con una bata larga negra con detalles dorados, que me recordó a aquella que vistió el último día que me visitó, pero tenía el cabello rubio sujetado hacia arriba. Todo estaba ambientado en la antigua dinastía Joseon. Luego volvía a asomar él con un gran sombrero que cubría su rostro en un mercado entre animales y puestos de venta... hasta que llegó el segundo 35 y mi corazón se paralizó. En ese instante un chillido empezó a gobernar mis oídos y mi vista a nublarse por las lágrimas, ya había olvidado cómo se sentía un ataque de ansiedad, pero mi corazón galopante me introduje automáticamente en esos recuerdos.

Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora