Parte 7 - Yoongi (SS)

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(Contenido sensible y perturbador. Ningún acto descrito debe ser imitado)

No sabía nada de Jimin, durante el día me pasaba entre recorridos y reuniones, conociendo nuevas personas, artistas y futuros socios, todo se resumía a negocios, pero no sabía nada de él. Por las noches, cenaba en mi habitación luego de tomar una ducha e iba a dormir, las horas pasaban lentas, solo me acompañaba mi propia respiración y las reiteradas veces que miraba mi celular con la ilusión de su mensaje. Cuatro semanas, cuatro largas semanas en donde nada me refería a su existencia, en dónde tuve la intención inicial de pensar sobre terminar o no con este esbozo de relación pero lo único que obtenía era un dolor en mi pecho, como si la más larga y tensa daga perforara mi corazón, y mi lobo sollozaba en un rincón, no podía sentirlo, solo escucharlo aullar sin consuelo. Estaba agonizando por mi cobardía, por cerrar mi boca y guardar todo lo que quisiera decirlo; por las ansias de darle una vida digna de su hermosura, aunque no sea suficiente para él.

La última noche no pude más, destrocé todo lo que encontré a mi paso en aquella habitación. Namjoon ingresó aterrado con el personal del hotel, y me encontraron en un estado casi catatónico, sentía como el aire se rehusaba a entrar a mi pecho y mis puños sangraban sin más. Luego de un sedante pude cerrar mis ojos y soñar con su rostro, sus ojos brillantes y esa amplia sonrisa, la que muchas veces se me fue impedida pero que otras pocas me obsequió como la gratitud más grande. Soñé con aquella imposible vida a su lado, caminar dados de la mano, pasear por la playa y viajar a París, llevarlo conmigo en una alfombra roja y celebrar juntos algún éxito que haya compuesto; nuestros dos pequeños hijos mellizos, una bella niña con su nariz respingada y un niño con mi blanca piel; su futuro y nuestra vejez, el compartir cada recuerdo hasta juntos, tomados de las manos pasar al otro plano en la tranquilidad de una casa pequeña... y nuevamente  la realidad, mi socio me despertó para tomar el avión de vuelta.

Al salir de la sala de llegada, solo estaba Hoseok, me miró todo el trayecto que caminaba cabizbajo, me abrazó fuerte y me susurró -tranquilo, yo te cuidaré, juntos saldremos adelante...- y mis lágrimas no respetaron la presencia de extraños y asaltaron mi silencio. -No puedo más, lo amo y no puedo tenerlo...-, lo abracé más fuerte aún. -Puedes quedarte conmigo, ordena tu mente y toma una decisión-, sus palabras me golpearon la razón, y solo me negué.

Mientras mi amigo manejaba yo volví a dormir, a tomar la valentía. -Pasemos por algo de comida, debe estar hambriento-. Y luego de un salto en el tiempo estaba frente a la puerta, tomé un profundo respiro, dibujé una sonrisa en mi cara y abrí la puerta. Lo siguiente fue la figura más preciosa en el sofá mirándome sonreído hasta que se fijó en Hoseok. No le importó que mencioné la comida, él simplemente corrió a su habitación y no volvió a salir de ahí. El otro omega colocó mi equipaje sobre mi cama, preparó los platos y me sentó en el comedor, e inició un lluvia de recuerdos de nuestra infancia que empezaron a provocarme un ataque de risa, pero no era alegría, era una especie de locura que se interponía entre mis ganas de llorar y las de romper esa maldita puerta de madera y arrastrarlo hacia mi.

Agotado del largo viaje, me fui a enredarme entre mis sábanas. Al despertar, fui directo a la cocina para encontrarme casi todo vacío. Si estaba decidido a arreglar estos meses de mierda, tenía que ser con el pie derecho, así que caminé hacia el supermercado para volver nuevamente esas paredes en nuestro hogar, en el espacio donde nuestra magia podía y debía existir, porque si su sonrisa era real y mi amor era verdadero, ambos teníamos una oportunidad para fortalecerlo. Sí, estaba decidido, no me rendiría, no me importaba qué perdía en el recorrido pero solo quería un final, estar con Jimin. Y así, preparado para cocinar un delicioso desayuno abrí la puerta y reinaba un extraño silencio.

Sent{i un gélido escalofrío recorrer su cuerpo cuando vi agua salir bajo la puerta del cuarto del omega, la abrí sin que ella tuviese seguro y todo el piso estaba lleno de agua, con ligeros espasmos por el temor apoderándose de mi cuerpo, gir{e hacia el baño y vi como su cuerpo estaba rodeado de agua tornada de rojo, entre tropiezos llegué hasta mi amado sumido en la bañera, quien me dio una mirada casi ausente. Desesperado con la respiración entre cortada, lo jalé hacia mi y solo escuché un último resoplido del frágil ser.

-No Jimin... Jimin, responde-, mientras lo sacudía sin respuesta alguna. -No no no no, no me hagas esto- y lo cargué para envolverlo entre sus cobijas. No encontraba el maldito celular, marqué el 1-1-2 y una voz femenina me dio auxilio -por favor, ayúdenlo, no se mueve, por favor... (entre llantos) vengan, por favor...  va a morir... su sangre... no para... de salir-, -en qué dirección, rápido-, ni siquiera recuerdo haberle contestado pero a los minutos,  paramédicos irrumpieron el departamento mientras que yo seguía abrazándolo en el piso de la sala sin dejar de apretar sus muñecas.

-Tranquilo, vamos a hacer todo lo posible- fueron las palabras del médico que nos recibió en emergencia y el cual se llevó a mi omega. Yo sin darme cuenta estaba con la ropa mojada y lleno de sangre, si no hubiese sido por Hoseok y Namjoon, quienes había llamado en medio de mi desesperación, no hubiese podido cambiarme a una muda limpia y seca.

Luego de volver en sí, con una clara molestia Namjoon me encaraba sin ningún rodeo, -¿Nos puedes decir qué rayos pasó?-, -¿que mierda crees que pasó?-, lo enfrenté con mi entrecejo marcado. -Yoongi no puedes seguir así, debes internarlo, ahora hasta intentó matarse...- era el turno de Hoseok quién me daba la peor solución. -Si a mi no me vas a escuchar, por lo menos hazlo a él-, mientras el moreno señalaba al omega. -Por lo menos podrían demostrar un poco de empatía, ¡MALDITA SEA!-, grité para que todas las voces que me rodeaban pudieran cesar. Y el momento en dónde el alto se paró imperativo frente a mi, un doctor salió anunciando el familiar de Park Jimin, para obtener mi respuesta automática. -Me presento, soy el Doctor Jeon Jungkook... Le comento que el paciente ha salido de riesgo, se encuentra estable y será pasado a una habitación para ser monitoreado. Aunque no puede ser dado de alta todavía-. Suspiré profundo y caí de espaldas a la silla y tapé mi rostro para volver a llorar.

-Señor Min, ¿podríamos conversar en privado?-, me solicitó el médico a lo que Namjoon lleno de furia lo refutó, -¿qué más hay que ocultar? ¿que ese imbécil está loco?-, el Doctor con un claro disgusto, lo miró firmemente y continuó -señor guardia, saque a esta persona de la sala..- me miró con gentileza y me invitó a seguir por el pasillo. -¿Señor Min, es la primera vez que el señor Park hace este tipo de acciones contra si mismo?-, me detuve y sin alzar mi mirada mis hombros dieron a entender que no lo sabía. -Mmm comprendo... Sabe señor Min, me gustaría que tenga una charla con el médico de la Unidad Psiquiátrica, es importante como su alfa conocer el procedimiento que ayudará en la mejoría de su omega-, solo volví a mover mi cabeza aprobando la propuesta y no dije una sola palabra.

Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora