Primer tiempo - Parte 3

75 14 0
                                    

El amor que sentía por Seokjin empezó a convertirse en una extraña mutación entre necesidad carnal y lástima. No acepté probar esa lámina de papel que él se colocó en su lengua, yo solo aceptaba la locura sexual en la que se convertía luego. Lo que comenzó como un experimento ya se había convertido en una rutina, que -en verdad- sabía que era correcta.

Al despertar, lo vi tomarse dos botellas de agua de una sola.

-¿Estás bien ángel?

-Solo tengo sed, el sexo estuvo brutal ayer noche-, sonrío aunque su hermosa sonrisa era opacada por las ojeras marcadas que ya tenía en su rostro.

Hice una mueca y me levanté a la ducha. Hoy iniciaba un nuevo empleo, en una librería cerca de la zona cultural y eso me emocionaba hasta los huesos. A pesar de no haber estudiado ninguna carrera en la universidad, mi pasión se entrelazaba entre museos, libros y flores, y ahora estar en uno de esos mundos me daba la esperanza de tener una nueva oportunidad.

Apresurado con el tiempo casi justo, salí hacia la cocina para encontrarme con una imagen que destruyó mi alegría. Tropecé con la mochila de mi omega y cayó al piso, saliendo disparada hacia la alfombra un tubo de cuero enrollado, que nunca había visto. Lo tomé y lo abrí, eran dos jeringas, una cuchara, un encendedor y una bolsa con polvo blanco en su interior. Mi corazón se detuvo y mi mente empezó una incesante búsqueda de saber qué era esto... hasta que entendí. Lo volví a enrollar y puse dentro nuevamente. Dejé todo en su lugar y tomé mis pertenencias y salí de ese lugar.

☆ • ☆ • ☆

Mi primer día fue una verdadera mierda. Entendí muy poco de todo lo enseñado. Sabía que iba a durar poco aquí, es que no podía dejar de pensar en aquello, pero no importaba porque el turno estaba por acabar.

Mientras caminaba o iba sentado en el bus, mi actitud era la misma, mirada sin enfoque, labios semiabiertos, respiración entrecortada, lágrimas a punto de salir. En mi cabeza, las preguntas se amontaban continuamente al pasar los minutos, pues tendría que esperar de que Jin vuelva de su trabajo nocturno para pedir explicaciones.

Al abrir la puerta me encontré con el olor de comida. ¿Era la cena? ¿y su trabajo nocturno? Cerré rápidamente y ya estaba en la cocina, mi omega me recibió sonriente, hermoso, con sus ojeras marcadas pero igual de sublime. -Encontré esto-, y señaló a su cuello con una amplia sonrisa y era la cadena que había comprado semanas atrás por nuestro aniversario. Yo sentí un cortocircuito en el cuerpo. ¿De dónde lo había sacado? ¿cómo podía ser tan sinvergüenza?

Me acerqué sin apartar mi mirada de la suya, tomé la cadena y la arranqué. Él se congeló.

-¿Pero qué te sucede, estás loco?-, me clavaba sus ojos mientras tocaba su pecho vacío.

-Esto no te pertenece, lo perdiste el momento que te subiste a ese vehículo y... TIRASTE TODA LA MALDITA NOCHE CON ESE OMEGA-. Grité, perdiendo absolutamente mi control. -¿Me crees un imbécil acaso?-. Silencio. -Me reclamaste por dormir afuera esa noche, lo que hice fue pasarla en la banca de un puto parque porque no podía estar aquí mientras nuestra cena de aniversario no se dio... y tuviste la desfachatez de buscar en los cajones de mi habitación, la pregunta es qué te sucede a ti-. Silencio nuevamente, y solo me di la vuelta para encerrarme en mi habitación.

Lloraba sin control ahogándome en mi almohada hasta que vibró mi celular. Era una llamada entrante de un número desconocido y al contestar, una mujer me saludaba para luego ofrecer las mejores promociones de telefonía. Que momento tan oportuno para ser un metido. Giré hacia la mesita de noche para lanzar el celular en ella pero me detuvo un pequeño papel cuadrado con una cara feliz en él. Fue dejado por Seokjin en alguna noche de lujuria. Sin pensamiento racional, lo tomé y lo puse en mi lengua.

Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora