Parte 6 - Yoongi (SS)

37 5 1
                                    

Las primeras semanas iba todos los días a espiarlo desde la acera de frente. Si, tal vez esa costumbre no se me había perdido. Además, la supuesta entrevista de trabajo con Hoseok fue bastante incómoda. Un nuevo jefe dejando salir su aroma de manera intencional para demostrar algún tipo de propiedad sobre mi, un beta bastante malhumorado y yo que solo quería darle una oportunidad para que vuelva a sonreír, aunque estaba dudando que eso resultase... pues por la ventana de la cafetería siempre era la misma mirada, opaca, algo triste y frustrada. Entonces me empecé a cuestionar si lo que hacía estaba bien.

-Hoseok, dime la verdad... ¿le están acosando a Jimin en el trabajo?-, lo decía con una preocupación verídica. -¿De qué estás hablando Yoon?... Él te está diciendo mentiras si me preguntas por algo así... Si no sabe cómo llevarse con sus compañeros de trabajo no puedo ayudarlo en nada, ya es un adulto-. Con esa respuesta comprendí que su mirada me decía más de lo que él intentaba ocultar. -No Hoseok, no me ha dicho nada. Simplemente yo pregunté porque...-, exacto, porque no tenía excusas. -Yoon, ¿eres su novio?-, me quedé callado. -Mira, esto te lo digo porque me importas demasiado... deja de fingir, ustedes no son novios, simplemente comparten la renta y de vez en cuando los fluidos... déjalo que tenga su vida y tú ya estás muy ocupado con la tuya ¿no? Nam me ha contado que tienen más clientes y que pronto empezarán con artistas reconocidos... a lo que me alegra muchísimo...-, solo dije un sí y corté la llamada, ya no quería más lanzas en mi pecho.

Puse el celular en la mesa de mi estudio, y solo dejé que las lágrimas salieran. Necesitaba una pausa y liberar mi dolor. Era cierto... dentro de cuatro paredes nuestras pasiones podían convivir juntas, pero fuera de ahí no había nada más que un lindo omega y yo, un alfa más. Cualquiera puede concluir que somos compañeros de departamento, cada uno con su rutina. Ningún vecino nos ha visto de la mano llegando a casa, o la señora de la lavandería entregar bolsas con nuestra ropa junta. En mi cabeza vivía en un tórrido romance pero la realidad no es más distinta que aquello. Así estaba en el sofá, hecho bolita mientras lloraba por un amor no correspondido, por mi cobardía de no ser suficiente para calmar el dolor que vive la persona que amo.

Luego del caos, me incorporé decidido. Iba a pasar por él y volver juntos a casa. Comprar algo de comer y ver una película. Ya era noche, ya había pasado la hora de cierre del café por lo que me apresuré rogando que no se haya ido. Entonces pude ver su silueta apoyado junto a la puerta trasera. Al dar par de pasos más, también vi otra silueta más alta con un encendedor en su mano. ¿Desde cuándo Jimin fumaba? Había teorizado que el olor a cigarro se debía a que acompañaba a los betas, como él mismo me había contestado. ¿Por qué él sonríe a un extraño? O tal vez no sea tan desconocido. De nuevo estoy sintiendo la presión en mi pecho y mi vista se nubla por las lágrimas. Es simple, solo debo dar media vuelta y volver a mi camino... aceptaré únicamente lo que el omega me quiera dar, si es sexo o cariños... Quizás el ser su amigo con derecho sea mi destino.

☆ • ☆ • ☆

Al despertar sabía exactamente todo lo que haría en este día. Hoy es noche buena y aunque Jimin lleva varios días con trabajo extra, habíamos acordado en cenar juntos. Durante la mañana entregué pendientes y para el almuerzo me fui al supermercado, tenía que comprar todos los ingredientes de la comida. Todavía rondaba en mi cabeza la pequeña conversación con Namjoon. -Yoongi, mmm, este fin de año daré una fiesta en mi departamento. Te espero..-, con una sonrisa cometí un error -Hey, gracias amigo, con gusto. Le diré a Jimin-, y noté la sonrisa falsa e incómoda que me devolvió. Tenía inquietud de ir pero esta indecisión dejaría para luego de este día.

Antes de entrar a la cocina, limpié todo el departamento. No era grande pero si era necesario que se vea muy bonito. Jimin llevaba días en silencio y cada día con un olor más penetrante a tabaco. Yo disimulaba hasta que él mismo sea quien me lo diga. Tomé una ducha rápida, me puse la ropa que había comprado hace unos días atrás. No era algo muy casual pero me agradaba su combinación, un suéter azul oscuro con pantalones de tela negra. Los minutos pasaban y yo apuraba mis movimientos, sabía que para las nueve debería tener todo listo.

Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora