Parte 10 - Yoongi (SS FIN)

37 4 3
                                    

No me importa si me juzgan por aceptar esta idea, por pagar por él. Si esta es la única forma en que puedo verlo y tocarlo, lo haré las veces que sean hasta que pueda sacarlo de ese inmundo mundo. Su aroma llenándome cada célula de mi cuerpo, sentir el mio dentro del suyo, tan caliente y húmedo. Me abraza con todas sus fuerzas. Sonríe y siento cómo se divierte sinceramente. Sus pequeñas manos acariciando mi rostro, las mismas que masturban mi hombría. Esos sesenta minutos se sienten como si fuesen seis días eternos de sexo y pasión.

Suspiro y me río mientras que el señor Lee me mira por el retrovisor. -Déjame en esta esquina, necesito caminar hacia el departamento-, sin reclamo alguno detiene mi auto y lo veo perderse. Continuo con mi ropa, la misma que utilicé en ese increíble video musical, esperanzado de que haya hecho feliz a Jimin el verme así vestido.

Ya en mi departamento, encuentro en la mesa de centro de la sala, un sobre cerrado. Adentro me cuenta la historia del Crystal Snow y los dos bastardos que iniciaron todo, los mismos que han estado torturando y destruyendo la vida de mi amado y la mía propia. Cuando llego al expediente de SeokJin no puedo contener las lágrimas, extraño al extravagante y espontáneo ser humano que llamaba familia, aunque en esas líneas solo encuentro a un omega egocéntrico ahogado en placer. Me viene a la mente las veces que consolé a Namjoon borracho y lleno de dolor desahogando su pena por perder a la persona que más amó. Ese maldito lugar tiene atrapado todo lo que me importa en mi vida y tengo que idear un plan para acabar con él, para que el karma haga su trabajo.

☆ • ☆ • ☆

-Hoseok necesitamos hablar-, mientras me siento en el sofá de la sala. Él aún desconcertado y algo asustado acata mis órdenes como si fuese un omega. Lo miro fijamente a los ojos y lo veo liberar un pequeño temblor, que me hace asumir de que se trata de temor, pasa su saliva de manera notoria por su garganta y sigo sin decir una sola palabras, únicamente lo examino cada minúsculo movimiento mientras preparo el discurso que sé de antemano no será nada cordial ni agradable.

-Voy a destruir ese maldito lugar, la prisión que tiene atrapado a mi omega, el mismo lugar que acabó con SeokJin y destruyó mi sociedad con Namjoon...-, suspiro, agacho mi cabeza y vuelvo a tomar valentía. -Jamás quise lastimarte... siempre serás una persona especial... pero no puedo mentir más, ni fingir que no sucede nada cuando por dentro me estoy desesperando por rescatarlo-, las lágrimas caen por si sola. Aquella persona a mi frente, camina hacia mi y me abraza en silencio mientras que lo siento sollozar. -Nunca has sido mio, Yoongi. Nadie puede competir contra Jimin, él es tu verdadero amor... Gracias por estos bonitos años... (suspira) dame un par de días para encontrar un lugar-, me da un beso en mi cabeza y se aparta hacia la habitación, donde escucho ruidos y asumo que ha empezado a hacer sus maletas.

¿Qué clase de persona soy? ¿Soy una buena persona? ¿O una mala persona? Las opiniones varían. Yo también soy humano. Todos vivimos, Todos amamos, Todos deseamos, Todos somos olvidados. Las personas cambian, como yo cambié. Nada es eterno en esta vida. Todo es un simple suceso pasajero.

☆ • ☆ • ☆

-¡Jungkook no encuentro a Jimin! (...) ¡NO! No está en el burdel!! (...) Tampoco! Y además no puedo entrar en el edificio, lo han clausurado y siempre hay un auto al pie de él (...) ¿Tu crees? (...) si tengo que morir por él, lo haré (...) ¡QUE NO ME IMPORTA!... Nada, absolutamente nada... Lo quiero conmigo-, corto la llamada y cierro la puerta. Esta vez me dirijo a la comisaria, como aquella vez pero ahora con un expediente en mano y las pruebas suficiente para que Crystal Snow arda por siempre.

Con mascarilla y lentes, trato de ocultar mi rostro, aunque algunas personas intentan de encontrar mi identidad y son interrumpidas por aquel detective que me lleva a una sala privada. Le entrego la carpeta cerrada y él empieza a revisar sin expresión alguna, me mira de medio lado -¿y tú cómo te llamabas?-, -Yoongi, Min Yoongi (mis hombros se derrumban sobre la mesa) soy productor y rapero, llevo más de diez años buscando a mi omega y ahora sé que lo tienen en ese cabaret, aunque van algunos días que nadie sabe su paradero. Lee Min-ho ha sido el socio de Kim SeokJin, aquel omega que falleció hace cinco en la riña de la cárcel, él era... (me acomodo en la silla) por culpa de ellos dos, Jimin, Park Jimin... o Baby J, ellos lo convencieron de unirse...-, las lágrimas vuelven y tomo un respiro con mi cabeza hacia atrás para evitar que salgan de mi.

Interrumpen la puerta y el oficial sale con una contundente amenaza de -tú te quedas aquí-. Escucho murmullos pero nada es claro. Regresa con la cara un poco desubicada y me toma de los hombros, -Repíteme el nombre de ese proxeneta-, asustado balbuceo la respuesta, -¡Mierda! Detective XX es el mismo, vámonos y detengan al señor Min, (mirándome fijamente) no quiero que desaparezca mi chismoso-, y se aleja con una sonrisa desagradable. 

Es así como ahora espero sentado en una sala de cuatro pálidas paredes y sin celular. No sé qué tiempo ha pasado, mientras espero memorizo letras que empiezan a venir a mi mente acerca de la opresión y las ataduras, sobre una sociedad podrida y una noche polar, hasta que me interrumpe otro oficial con un café caliente para compartir. -¡En verdad eres tú!... ¿me darías tu autógrafo?..-, lo miro con cara de apatía y afirmo para luego tomar el bolígrafo que me ofrece. -Soy tu fan durante muchos años, prácticamente desde tus inicios... yo sabía que serías famoso algún día-, sonrío y le entrego la hoja lista. -¿Sabías que atraparon al tipo que viniste a denunciar?-, y me petrifico para no dejarlo de mirar. Palmea mi espalda, -tranquilo... no fue tu culpa... ese mismo tipo no supo como justificar todo lo que le hizo al muchachito... ese pobre omega llegó casi muerto al hospital...- y mis rodillas automáticamente empiezan a temblar. Sabía perfectamente de quién se trataba y yo solo quería disimular el horror que me estaba atacando desde mis entrañas. Se acerca a mi oído -por favor no le digas al jefe que te lo conté, cuando venga a tomar tu declaración te haces el sorprendido, ¿si?-, y me guiña el ojo. Maldito hijo de puta si supiera como quisiera estampar su cabeza en la mesa y escapar para arrancar el corazón al maldito de Min-Ho, no fuese tan ingenio. En una respuesta correcta... solo suspiro afirmando.

☆ • ☆ • ☆

Más de veinticuatro horas y al fin puedo salir de esa sala. El detective volvió para incriminarme dudas y preguntas, porque no podía creer que todo haya calzado directo a su dedo para obtener un estúpido ascenso. -Cuando me lo den te llamao para tomar unas copas-, y ríe con audacia sin esperar mi respuesta, -mejor te pago la risa...- y me alejo de ese lugar.

El señor Lee me espera para abrir la puerta del auto y entrar directamente a un vaso lleno de americano muy frío y mi celular cargando. -Señor, llame al Doctor Jeon-... dos tonos y enseguida me ataca una voz aguda -Maldita sea hasta que respondes, ¡dónde mierda te metiste!-, sigo sin decir palabra. -Yoongi, por favor escúchame bien... no vengas al hospital hasta que te lo diga...- silencio, -Sobrevivió... Jimin está vivo...- y fue lo único que quise escuchar en toda mi vida. Mi corazón empezó a correr sin rumbo, sentía temblar hasta la última célula de mi cuerpo. -¡HEY! ¿Sigues ahí?... aunque sea has una respiración...- y se carcajea para tratar de darme la calma que sabe que la he perdido. -Tranquilo hermano, pronto será el momento para reencontrarse... descansa-, y su llamada termina con mi cuerpo cayendo completamente en el asiento para despertar en mi habitación, el sol entrando por un pedazo de cortina entreabierta y un gran alivio llenado mi pecho... al fin podré tener la vida que he deseado... me pregunto.




Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora