Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)

Primer tiempo - Parte 6

Desperté en una cama de hospital en la sala de emergencias. Me había desmayado en el transcurso de salir del edificio de departamentos y ahora escuchaba bullicio, pero no se escuchaba mi voz. Toqué mi garganta, mi cara, mi cabeza y mis manos, todo estaba bien. Me empecé a desesperar y encontré algo que lancé al piso, llamando la atención. Una enfermera beta cruzó las cortinas blancas hacia mi lado y sonrió.

-Hola bonito, soy Mayu y soy tu enfermera. No te asustes y no fuerces tu garganta. Estuviste desmayado, pronto volverá tu voz, es el efecto secundario del sedante que tuvimos que suministrar luego de que despertaras desesperado. Voy a llamar al doctor.

Se fue y a los minutos ingresó el médico. Era un beta también, alto con una bonita sonrisa y cabello negro. Revisó todo a mi alrededor, miró la ficha médica que traía consigo, dada por ella, y me miró fijamente, muy serio.

-Jimin, fuiste sedado luego de que despertaras. ¿Lo recuerdas?-, yo negué.

- Tranquilo, no importa. Te comento que fuiste revisado íntegramente por pedido de la policía. Tu examen de sangre y orina salió positivo para éxtasis y lsd en dosis muy considerables... (suspiro) Tu entrada fue ultrajada, al parecer no por tu pareja ya que el miembro de un omega no podría hacer el daño que te hicieron. Y es posible que tengas secuelas psicológicas, mmm... algún tipo trauma. Jimin queremos ayudarte, por eso te pido que confíes en nosotros-.

La frase del final me lo dijo debido a que mis lágrimas no paraban de salir y mi voz volvió en forma de sollozo. Estaba destrozado totalmente y solo, había perdido todo lo que había atesorado los últimos años.

Luego de unas horas me dieron el alta, pero no podía salir a casa, igual no tenía ninguna. Dos detectives llegaron por mi para llevarme a la comisaría, las drogas en mi interior habían delatado mis últimas semanas de desenfreno.

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-En verdad agradecemos mucho tu colaboración en contarnos todo acerca de Min Seokjin. Con esta información y lo que sigas recordando, podremos detener esa distribución de drogas y que siga captando omegas para su prostitución, que se mantenga en la cárcel. Además tendrás una vida tranquila lejos de él-.

Así es. Mi omega se había convertido en un ser diabólico y yo en un estúpido que no supo distinguir entre diversión y depravación. Me encontraba en mi momento de autoflagelación preguntándome cómo es que iba a continuar "lejos de él", como resaltó ese oficial, si no tenía nada. Tal vez más tarde tendría que escabullirme en el interior de donde vivía para recuperar alguna prenda y cosas personales.

Pero mis débiles planes se vieron detenidos por un delicioso aroma que llegó a mi. Yoongi estaba parado a la salida de la comisaría, mirándome tan doblegado en mi culpa. Con un simple hola, me temblaron las manos. Instantáneamente tuve una iluminación en mi mente. Él sonrió ante mi cara que hablaba sin necesidad de decir nada.

-Primero, vamos por ropa nueva, luego compraremos un café y una tarta de frutilla y podrás decirme todo lo que se está fabricando en tu cabecita-. Me dejó perplejo y refuté, porque necesita crear un conflicto para no caer rendido ante él. -Prefiero un té con una deliciosa rosquilla de chocolate doble, además yo elijo la tienda y tú pagas-, impuse mi elección a la suya, recibiendo solo una sonrisa amplia, tanto que mostraba sus encías, la única sonrisa que podría definir como celestial. Maldita sea que sucede con la familia Min, acaso sus genes provienen de ángeles y arcángeles, o yo tengo una firma debilidad por ellos.