Tercer tiempo - Parte 21

45 8 0
                                    

-Al fin te vuelvo a ver Baby J... Creo que te has puesto más hermoso de lo que eras... ¿qué has estado haciendo para ello?- me da un escalofrío al ver su sonrisa bastante forzada, algo oculta. -Hola daddy, ¿qué tal tu viaje?-, hoy estaba decidido a ser complaciente, me sentía valiente, -supe que volviste dos días antes, debes de haber obtenido buenos resultados para acortar tu estancia-. Se ríe a carcajadas, mismas  que retumban en su habitación. -Ya ha pasado una semana, bonito... Mejor cállate y compláceme, quiero saber qué de nuevo has aprendido-.

Le permito hacer con mi cuerpo lo que a él le place. Mi día libre se transformó en un momento para que ese demente pueda marcarme y morderme en cualquier zona de mi piel. Y cuando ya estaba totalmente agotado, me rodea con su cuerpo y acerca su rostro al mio con la mirada penetrando mi consciencia, -¿cómo se encuentra Yoongi?- y sonríe. Yo siento un frío gélido correr por mi espalda y mis manos empiezan a sudar. Con temor trato de sonreír -¿quién, daddy?-Carcajea un poco, algo cansado también, -Supe que vino en mi ausencia... ¿Sabes? ese tipo parece un idiota pero es bastante inteligente... ¡Me sorprende!-. Mi cuerpo empieza a temblar, aunque trato de controlarlo con mi respiración.

-Jimin, Jimin, Jimin... (mientras acaricia mi rostro y mi cicatriz) creo que es momento de que sepas toda la verdad, bonito... pero con una condición-. Yo me deshago de su rodeo y me siento en la cama cubriéndome el cuerpo con esas sabanas de seda. -N-n-n-no entiendo... nada-. -¡He dicho! Con una condición, ¿aceptas?-, -¿puedo saber qué condición?-. Vuelve a reír y se pone frente a mi, igualmente sentado en la cama, asquerosamente desnudo. -Ser la estrella principal de mi nuevo proyecto audiovisual... te haré famoso a nivel mundial...- y sonríe ampliamente.

-¡Acepto!-, error. Me condeno.

Con una voz calmada continúa, -te voy a contar una bonita historia con un triste final...-.

Todo sucede desde hace doce años, cuando todavía no existía este lugar. En una fiesta bastante alocada conocí a un omega muy guapo, parecía un modelo, atraía la atención de todos los presentes. Yo estaba con algunos amigos alfas y omegas, era el único beta. Fue cuando me di cuenta que ese guapo ya se encontraba conversando con algunos de ellos. Yo quería conocerlo y, si era posible, pasar la noche, por eso pedí algunas rondas de soju. Cuando de pronto, ese guapura ya estaba sobre mi cuerpo destrozándome la boca. Me di cuenta que era muy astuto, me había observado mucho tiempo y se acercó cuando estuvo seguro que además de dinero, yo tenía el control del grupo. Esa fue la primera de algunas noches juntos, pero luego del sexo conversábamos de negocios, yo le contaba mis ideas y él me decía las suyas. De esa manera el Crystal Snow se hizo realidad... es más, el nombre lo puso él.

-¿Él?... ¿quién?-. -Silencio niño, escucha con atención-, prosigue.

Todo estaba bien, ya había transcurrido un año del lugar, hasta que una noche, Seokjin llegó completamente destruido. Su rostro lloroso y su voz débil me demostró que hasta las personas más sádicas y sinvergüenzas podían ser lastimadas. Entre sexo y sexo me contó la traición perpetrada por su novio y su primo, reclamarse como si estuviésemos en la época medieval, ¡já! que pasados de moda. Fue el motivo para aceptar mi propuesta y asociarnos en este mundo. Él traía a los omegas más guapos y yo le daba todo lo que quisiese, ropa, drogas, cuerpos... ¿Sabes? ese mal nacido trajo a Taehyung, y si que trajo un diamante. Aunque el joven ya se había enamorado de él. En verdad no me importó mucho, porque las orgías que tuvimos entre los tres lo valían.

Para mí, era como una fábula, no podía creer todo lo que decía, pero muchas cosas coincidían con lo que viví en ese tiempo. Sus ausencias por días, su ropa de marca, los aromas a otros omegas, todo encajaba como piezas de un rompecabezas.

Hasta que un día vino la propuesta, tenía que desaparecer de este planeta a su primo. Ideamos juntos el plan, él te traía con la excusa de que hagas un baile mientras que mis directores se encargaban del paliducho. Pero lastimosamente, ese maldito alfa aunque se vea delgado es bastante fuerte y valiente, se dio cuenta de todo, se escapó y te ayudó a salir. Aunque ese no fue el problema, todo se vino a bajo cuando lo llevaron preso por tu culpa, tus estúpidos gritos de auxilio.

Mi temblor no se calmaba, ahora se habían sumado mis lágrimas y un terrible dolor de cabeza. Escuchar todo esto me estaba dejando sin aliento.

Lo visité muchas veces en la cárcel. La condena fue alta debido a los cargos de agresión, intento de proxeneta y las drogas. Yo no lo iba a abandonar, además de mi amante, era mi socio. Lo mantenía informado sobre tu vida. Y en verdad me indignaste, cómo pudiste seguir como si nada, emparejarte con ese imbécil y continuar tu vida... mientras tu amado omega se pudría en la cárcel. ¿Te enteraste que empezó a prostituirse para mantenerse a salvo? Bueno, aunque yo si pagaba su cuota de seguridad, su belleza nunca pasaba desapercibida. Y si te lo estás preguntando, sí bonito, toda la idea de manipularte, de aprovecharme de tu dolor para que -por ti mismo- aceptes esta vida.. si, fue el plan maestro de Seokjin. En verdad él era un genio, su venganza fue perfecta. Los separó, te destruyó la vida... aunque...

Al ver su cabeza bajar, me asusté mucho y le pregunté lo único que daba vueltas en mi mente, -¿por qué te refieres a Seokjin en pasado? No entiendo, quiero verlo, necesito hablarlo-.

-¡Cállate! ¿No me digas que ahora te arrepientes de toda la mierda que hiciste?... Nunca más podrás hablar con él. ¡Seokjin fue asesinado en la cárcel! En una riña por poder, lo apuñalaron. parte de la venganza por ser la pareja del jefe de una de las bandas de ahí-. Hice un ruido similar a un chillido ahogado, la estocada en mi corazón no me permitía respirar bien. Empecé a hiperventilar y su mirada me rompía aún más. Toda la historia graficada en mi cabeza hasta su muerte. Me dolía y mucho. No podía creer lo que había escuchado.

Me volvió a acariciar el rostro y suavemente me sujetó firme por mis hombros. -Jimin, recuerda el plan, nunca estarás junto a tu alfa. ¡Te juro! Por la memoria de Seokjin... ¡jamás te dejaré ser feliz!-.

Se duchó y al salir del baño me ordenó que empaque lo que tenía, que no hable con nadie y que lo espere en la puerta trasera. Lo que iba a suceder sería la peor parte de su venganza, y aunque no estaba en los cálculos, mi omega seguía presente en mi vida y, ahora yo me sentía responsable de su desgracia.

Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora