Segundo tiempo - Parte 9

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Despertamos casi al mismo momento. Mi cuerpo estaba adolorido. El sexo con un alfa era desafiante, su fortaleza y virilidad es envidiable. Yoongi acarició mi cadera, ya que mi respiración delató que ya no dormía y, supongo que intuía mi sufrimiento. -Vamos la ducha-, y me sonrió. Me cargó en brazos y así mismo disfruté del agua caliente. Me enjabonó, me masajeó y calmó cada parte de mi ser. ¿Cómo podía ser tan dulce? ¿por qué estaba haciendo todo esto? Si soy un predestinado no necesitas esforzarte para cortejarme ni para conquistarme. Simplemente liberar tu aroma y ya... entonces, ¿por qué hacías todo esto? mmm, ¿tal vez porque soy un omega sucio y no quieres sentirte culpable?

 Llegamos al café, era un lugar bonito. Él llamó por teléfono. -Entremos por el ingreso de servicio-, y me indicó con su brazo por dónde tomar camino. Cuando nos abrieron la puerta, un omega muy bonito con un perfil perfecto y tez bronceada, lo miró y sonrió. A mi me compartió su aroma, como un signo de advertencia -asumo-, muy floral entre lavanda y flores de durazno. Yoongi le explicó mi situación, había datos que él omitía con un "como te conté"... ¿cuánto había contado sobre mí y en qué momento?

Él suspiró hondo y me dijo muy serio: -¿Comprendes lo que voy a arriesgar por Yoongi?-, yo dije si con mi cabeza. Me sentía tan incómodo en ese espacio pequeño, en donde percibía como si todas las miradas estaban sobre mi y el juicio a flor de piel. Estaba vulnerable e inseguro. -Entonces comienzas mañana, Jackson te ayudará con el uniforme y te veo a las 7am aquí...- Sin más me indicó que me fuera y ellos dos se quedaron en la oficina. Gruñí muy bajito, cómo se atreve a quedarse encerrado con mi alfa.

Enseguida me topé con un beta bonito de rostro gentil y cuando me miró con un toque de desprecio de arriba hacia abajo, recordé quién era. -Debes ser XS, aunque con ese trasero tal vez en pantalón un S. El vestidor está ahí y si todo está bien sal por donde entraste-, y se fue. Suspiré profundo, tomé la ropa y me fui, no quería estar un momento más en ese lugar.

Cuando había pasado la hora del almuerzo, me sentía un completo imbécil. Sentado esperando por alguien que no me pertenece, que no tenemos nada, que solo hemos tenido sexo una vez y lo único que compartimos es la renta. Estaba hecho bola en el sofá mientras lloraba y me golpeaba la cabeza con mis puños.

"Idiota, ese alfa solo te quiero para tener sexo. Sabe muy bien lo puta que puedes ser cuando de tragar penes se trata. Cuánto tiempo tuvo que esperar para tomarte y porque tú empezaste la diversión. Su primo le debe de haber contado lo bien que se pasaba con tu cuerpo. Eres un omega sucio... Un omega defectuoso que le gustan los omegas, a los alfas no les convence algo como tú".

Temblando ingresé a la ducha, sentía mis ojos secos sin una lágrima más. El agua caliente me dio aviso que tenía lacerado mis brazos. Durante mi batalla mental, no me había percatado que clavaba constantemente mis uñas en los brazos hasta el punto de sangrar. "Maldita sea, debo curarme y ocultarlo, en cualquier momento puede llegar"... "¿Quién? El alfa que se quedó disfrutando a un omega trabajador y correcto en su oficina, a ese que debes llamar jefe desde el día de mañana"... me escurrí por la pared hasta derrotarme en el piso de la ducha y cerrar mis ojos.

La puerta se abrió a las ocho de la noche, él llegaba con un amplia sonrisa y una funda con la cena. Yo solo lo miraba desde el sofá. Me invitó a la mesa, me senté y comí. No dije una sola palabra. Cuando terminé, me levanté, -Gracias por la comida y por el gran favor con ese omega-, me encerré en mi habitación. No había iniciado y ya me sentía exhausto.

Entonces... la alarma sonó a las cinco y aún el sol no salía. Con el uniforme listo en mi mochila, me preparé algo para desayunar y salí. Llegué quince minutos de la hora acordada, puse la clave asignada en la puerta, me cambié de ropa, arreglé mi cabello, coloqué un poco de maquillaje y alisté la mejor sonrisa. Recordé cómo era sonreír con el alma rota y cómo con SeokJin me había vuelto un experto. No importaba si mi interior se caía a pedazos, nadie debía mirar mi rostro triste. Ya había aceptado ese trato a cambio de mi alfa.


Segundo Intento • YM Omegaverso (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora