Spreen hizo prometer a su primo que iba a cuidar a Diego Aquino.
Aunque Aquino nunca supo porqué, la verdad era que Spreen Buhajeruk no soportaba a los matones, él mismo, en sus tiempos de estudiante, era el encargado de defender a los que no lo hacían por sí mismos.
Pero él ya había terminado el colegio, y no podía defenderlo, así que confiaba que su primo dejaría de importarle una mierda todo si al menos iba a la escuela para cuidar de él.
Por más que una parte de Aquino estaba ofendido, porque él no quería ningún guardaespaldas, una parte de él sabía que no le haría mal.
Y la idea de que Duxo lo cuidara le gustaba.
Al día siguiente Duxo se había sentado en el banco junto al suyo, mandando a la mierda al chico que reclamó su lugar.
Aquino se había ganado miradas de odio por parte del chico y de sus amigos, pero Duxo dijo que si él no podía decirles nada él lo haría.
Eso le había causado gracia y había soltado una risa muda, no pudo evitar ruborizarse cuando vio a Duxo sonreír por aquello.
Se preguntó si lo hacía porque su risa sin ruido era muy ridícula, si él mismo era ridículo
Esos pensamientos la habían hecho bajar la cabeza, avergonzado, y Duxo se había dado cuenta de su cambio.
─ ¿Qué pasa, Aquino? ─ preguntó con amabilidad, doblándose para mirar a Aquino al rostro, que tenía agachado.
El chico negó, aunque sus manos se movieron en un gesto que Duxo no pudo entender.
Duxo suspiró un poco, no sabía nada de Aquino, pero parecía que él no se había acostumbrado a no usar el lenguaje de señas.
Duxo tomó su cuaderno de notas y un lapicero, dejándolo caer sobre el banco de Aquino, haciendo que el chico pegara un pequeño salto por la sorpresa.
─ Di lo que quieras ─ dijo, señalando el cuaderno.
Aquino tomó la lapicera con duda, escribiendo lentamente y con vergüenza, luego le alcanzó el cuaderno a Duxo.
"¿Soy ridículo?" preguntaba en la hoja.
Duxo frunció el ceño, mirando las palabras, luego alzando la vista para ver a Aquino, quien volvía a mirar hacia abajo, pero notó el brillo de las lágrimas.
Enojado, Duxo arrancó la hoja del cuaderno, rompiéndola en muchos papelitos, haciendo que Aquino lo mirara.
Juntando la hoja rota en su puño, apretando con fuerza, Duxo se inclinó hacia Aquino, mirando directamente a sus ojos.
─ No tienes nada de ridículo, Aquino.
ESTÁS LEYENDO
Love me, Mute □ Duxino
Любовные романы❝ ¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar? ❞ ⠀⠀●| 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗿𝗶𝘇𝗮𝗱𝗮. ©Bluchi95 ⠀⠀●| Contenido homosexual / gay ⠀⠀●| Se emparejan a los cubitos, no a los streamers ⠀⠀●| Capítulos cortos, ¡No te abrum...