¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aquino despertó de golpe, agitado por las imágenes de aquella horrible pesadilla.
─ Wow, tranquilo ─ Duxo se había asustado por el repentino despertar de su novio.
El castaño lo abrazó con ganas, Duxo no entendió por qué, pero rio con ternura, devolviendo el abrazo, acariciando sus cabellos.
─ Que bien que despertaste, ya casi llegamos.─ dijo el pelinegro, el ojos-miel espió por la ventana para ver las familiares casas de su barrio.
─ Duxo no quería despertarte ─ hablo Emi.
─ No puedo despertar a algo que se ve tan lindo ─ se quejó el chico.
Aquino se ruborizó por sus palabras, acomodando su cabeza en el pecho de su novio quien lo abrazo cómodamente por los últimos minutos que quedaban de viaje.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
