Aquino sólo lo miro por unos segundos, esperando que Soarinng se diera cuenta de la babosada que acababa de decir, al no obtener respuestas, tomó el lapicero para escribir.
"No puedo hablar"
Soarinng suspiró, rodando lo ojos.
— Ya sabes a lo que me refiero, Aquinin.
Aquino solo se encogió de hombros, luego negó, respondiendo a la pregunta del castaño con una mentira.
— Aquino... — El de polera amarilla habló en tono cansado.
El mudo sólo lo miró.
— Deja de ser tan tonto
Aquino lo señaló.
— No tienes que ser como yo — murmuró.
Aquino suspiró. Escribió rápidamente en su cuaderno.
"Ayer lo encontré en casa"
Soarinng alzó las cejas.
— ¿Y? ¿Pasó algo?
"Estaba aprendiendo lenguaje de señas con mí mamá"
Soarinng frunció el ceño, confundido.
"Hui, me fui a mí cuarto. No me siguió"
Soarinng lo miró con algo de pena.
"Luego mamá subió para decirme que Duxo quería verme. Que me esperaría a las cuatro en la sala de teatro para hablar"
Soarinng se apresuró a mirar la hora en su celular.
— AQUINO, eso va ser dentro de media hora
El mudo solo se encogió de hombros.
— ¿Irás?
Aquino sólo mantuvo una expresión pensante.
— No, Aquino, irás, sin excusas — Soarinng se acercó con su silla hacia él —. Te arrastraré si es necesario, te amarro los pies y te engancho a mí silla pero de que vas, vas.
La ocurrencia de Soarinng hizo reír al ojos ámbar.
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