LXII

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─ Y ahora la comida ya está fría...

Natalan continuaba quejándose de que había servido a todos los demás antes de obtener su merecido plato.

Claro, que no había sido el único. Tanto él como Spreen, Duxo y unos cuantos organizadores (los que no estaban ocupados sirviendo la comida), también habían hecho el mismo trabajo, y entre todos apenas había durado unos cinco minutos.

─ Si tuvieras hambre enserio no te estarías quejando por la comida ─ dijo Duxo, engullendo una generosa cucharada de arroz.

Natalan le hizo burla, y el pelinegro rodó los ojos.

No sabía por qué Natalan estaba más irritante de lo normal, pero podía suponer que también tenía que ver con el distanciamiento con Soarinng.

─ Boenas ─ dijo Spreen, mientras se sentaba en la silla libre junto a Natalan.

Los demás le devolvieron el saludo.

─ Les presento a mi compañero ─ el chico habló fuerte para que le prestaran atención, señaló con su mano a un chico castaño y de esplendida sonrisa, quien traía su propia silla para acomodarse en la cabecera que quedaba libre (ya que en la otra estaba Soarinng) ─. Karl, es como el sol del equipo¿, aunque no se le entienda casi nada ─ Spreen palmeó el hombro del chico, haciendo que una mueca apareciera en su rostro ─. A veces tiene cortos circuitos, pero es parte de su carisma.

Karl lo miró como suplicando que se callara, Spreen palmeó uno de sus hombros.

─ Eeh, creo que ya saben todo ─ Karl trató de hablar con su acento, se encogió de hombros. ─ End of the presentation-

La mirada de Karl se instaló en el rostro de Duxo, lo señaló, apunto de decir algo.

─ Sí, sí soy primo de Spreen. Sí, sí somos idénticos. No, no nos separaron al nacer ─ dijo automáticamente, haciendo reír a los demás.

Los otros chicos se presentaron ante el estadounidense, aunque el argentino ya le había hablado de ellos.

Rápidamente entablaron una conversación cómoda.

El ojos claros portador de la polera, en su mayoría morada, fue el primero en decirles cual era su cabaña, y los invito a ir hacia allá en el momento que quisieran.

Su conversación fue interrumpida cuando Emi se acercó a la mesa, pidiendo que no se desvelaran mucho porque por la mañana se levantarían temprano y comenzarían las actividades.

Natalan, Duxo y Spreen eran los encargados de retirar la mesa, dejar los platos en la cocina para lavarse y acomodar las sillas. Los chicos y Karl esperaron en el umbral de la puerta hasta que terminaron.

Aquino rápidamente buscó contacto con Duxo, y el pelinegro lo abrazó todo el camino hasta la cabaña.

Soarinng se había pedido la cama individual, así que habían colocado todos los bolsos en la litera de abajo, porque Natalan había insistido en ir arriba.

En la otra litera, Duxo dormía abajo, y Aquino arriba, y ese detalle no pasó desapercibido por Natalan.

─ Con esto confirmamos que Duxo va abajo ─ dijo.

Los dos chicos lo miraron, el nombrado le dedicó una mueca de asco, sacándole el dedo medio.

─ Cállate un rato mier- ─ dijo, antes de voltearse, dándole la espalda, listo para dormir.


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Love me, Mute □ DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora