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¿Cómo decirle a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?
O algo un poco peor.
¿Cómo le puedes corresponder a alguien sus sentimientos si no puedes decir una palabra?
Aquino notó el ligero miedo de Duxo en sus ojos, lo notó crecer con cada segundo de silencio.
¿Miedo de qué? De perderlo, supuso, de perder su amistad, quizás, de perder la posibilidad de ser algo más, creyó.
Acercándose a él, juntó sus labios con los del ojos amatista, por afortunadamente una segunda vez.
Y el pelinegro respondió, con el mismo cariño, con las mismas ganas.
Al separarse Aquino rió, a su manera, haciendo que Duxo se enamorara un poco más, rodeando su cuello con sus brazos, atrajo al castaño hacía el, abrazándolo.
Aquino palmeó a Duxo cuando vio a su madre grabando todo con su teléfono.
La mujer soltó una risa jovial y cortó de grabar, bajando las escaleras apresuradamente, haciendo reír a los dos jóvenes.
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