Karl salió del cuarto de la enfermería con un vendaje sobre su ceja y hielo sobre un lado de su cabeza.
Spreen se levantó de un salto y lo abrazó fuertemente, haciéndolo reír, aunque dejo de hacerlo cuando se dio cuenta que lloraba.
─ Hey, don't worry ─ el angloparlante frotó su espalda para intentar calmarlo.─ It's okay, I'm fine, see?
Spreen negó.
─ Vine para cuidarte y no pude hacerlo ─ murmuró con voz ronca.
─ Me cuidaste bien, me trajiste hasta aquí casi... cargando?, what more do you want? ─ Aún estaba aprendiendo el idioma, pero trataba de expresarse bien.
El argentino volvió a negar, se sentía culpable, inútil, no había podido hacer nada.
─ I'm fine, and you will next time, get over it [Estoy bien, y lo harás la próxima vez, supéralo]─ Karl rio un poco, para romper un poco ese aura del ambiente.
Una señora se asomó por una puerta de dónde Karl había salido, la enfermera les dedicó una mirada a los dos abrazados antes de ver hacia atrás.
─ ¿Siguen ustedes? ─ preguntó.
Duxo le tendió una mano a Aquino, quien la tomó y ambos fueron juntos hacia la pequeña habitación, el pelinegro no pudo evitar mirar de nuevo a su primo, abrazado a ese que había presentado como un amigo.
─ ¿Qué está pasando? ─ preguntó la mujer, anotando algo en una libreta.
─ Tiene fiebre y dolor de cabeza ─ contó Duxo, un paso atrás del castaño.
─Ajam, ¿No siente nada más?
Aquino negó.
─ Bien, siéntate un momento, te revisaré un poco ─ la mujer lo invitó a subir a la camilla. Tomó su presión, temperatura y pulso, esas últimas dos cosas estaban más altas de lo normal, aunque era causa del dolor.
Mientras hacía eso, Duxo no pudo evitar preguntar por Karl.
─ Oh, nada grave. Sufrió una convulsión repentina, cayó al suelo, quizás sea por la posición, o quizás por la suerte, pero sólo tuvo una contusión y un corte en la ceja.
La mujer habló otro rato de las convulsiones y de lo terrible que puede ser ver una.
─ Ese chico Spreen estaba muy alterado, no lo culpo, al ver la sangre y al muchacho tan confundido... Podría haber pensado de una fractura de cráneo o algo así, por suerte no pasó, es común en los que sufren epilepsia.
Guardó el termómetro, anotando la temperatura en su libreta, y se volteó de nuevo hacia Aquino.
─ Del uno al diez, ¿Qué tanto te duele? ─ le preguntó.
Aquino tardó un momento en decir entre ocho o nueve, finalmente, alzó nueve dedos.
Le parecía peor que antes, quizás porque hace mucho que no le pasaba, o porque no tenía nada para sentirse mejor, ni medicamentos ni trapos fríos.
─ Bien ─ la mujer asintió ─ necesito que me pases el teléfono de tus padres, necesito su consentimiento para darte algún remedio.
Aquino miró a Duxo, quien saco su teléfono, desbloqueando para buscar el contacto de la señora LeStrange, para pasarle el aparato a la enfermera.
Lana tardó unos pitidos en contestar, pero, tan atenta y protectora como siempre, tenía el celular junto a ella en la cama, y atendió a la primera llamada.
No hablaron por más de un minuto, donde la mujer le explicó la situación y la madre no se opuso al remedio que tenía para ofrecerle, ya que era el que Aquino tenía que tomar para sus eventos de fiebre.
Ya con las pastillas en mano, se despidieron de la mujer, Duxo sostuvo a Aquino todo el camino hacia la cabaña, su novio tardaría un poco en sentirse mejor, pero para demostrar su apoyo, se quedó con él en la cama, y sin darse cuenta, ambos quedaron dormidos juntos.
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Love me, Mute □ Duxino
Romance❝ ¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar? ❞ ⠀⠀●| 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗿𝗶𝘇𝗮𝗱𝗮. ©Bluchi95 ⠀⠀●| Contenido homosexual / gay ⠀⠀●| Se emparejan a los cubitos, no a los streamers ⠀⠀●| Capítulos cortos, ¡No te abrum...