XIV

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La directora comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, a pesar de que quedaba un trimestre para que termine el ciclo

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La directora comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, a pesar de que quedaba un trimestre para que termine el ciclo.

Por más que estaba enojada con Aquino por no haberle dicho nada, ya que el joven finalmente confesó que habían sido varias veces las golpizas, que no era la primera, Fery ayudó a acelerar el cambio de escuela, recomendando uno con orientación artística, cuya directora era amiga de ella.

Según sus palabras, una mujer extravagante y hermosa llamada Emi.

A la semana, ambos chicos comenzaron de nuevo, en un lugar más verde, con gente tocando guitarras bajo los árboles, acompañadas de otros que cantaban letras inventadas, mas personas que hacían dibujos rápidos de cualquier cosa que llamara su atención.

Duxo le había regalado un nuevo cuaderno, esta vez más bonito que el anterior, con pasta dura para que pudiera escribir donde sea, y con su nombre grabado en la tapa para que el mundo supiera de quién era.

Duxo recordó como había estado sonriendo todo el día, a pesar del dolor de su labio, sonrió hasta que se acostumbró a ese dolor, y le agradeció escribiendo en ese mismo cuaderno, siendo las primera palabras.

"Gracias, Duxo"

Aquino palmeó el brazo de Duxo, señalando en dirección a un chico tocando un saxofón, con un muchacho en silla de ruedas frente a él.

Duxo sonrió al ver a Aquino sonreír por eso, con el corazón algo dolido por el labio que no había terminado de sanar, por más que al chico no le doliera, a Duxo sí.

Por decisión de Aquino, se hicieron amigos de aquellos dos chicos primero.

El saxofonista se presentó como Natalan, y el otro muchacho como Daniel Chu o mejor conocido como "Soarinng".

Duxo se presentó por los dos, con algo de miedo al decir que Aquino era mudo, pero los dos chicos no lo tomaron como si fuera una discapacidad, un problema, un error.

Por primera vez Aquino encontró a alguien más que Duxo que lo trate igual que al resto.

Para al final del día ya eran amigos, y hasta Natalan llegó a prestarle su saxofón a Aquino, instrumento que el chico sopló muy fuerte y casi cae hacia atrás por el aturdidor sonido, pero Duxo se había apresurado a sostenerlo.

Eso provocó risas, porque Aquino había sido muy adorable con su cara de susto.

A Duxo se le seguía derritiendo el corazón cada vez que veía la sonrisa de Aquino.

Y estaba feliz de haber llegado a un mundo donde podría verla más veces.

Y estaba feliz de haber llegado a un mundo donde podría verla más veces

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Love me, Mute □ DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora