Llego el día lunes y yo no quería ver a nadie.
Tenía pensado falta para siempre y quedarme a morir en mi cama, pero mis padres no veían entre líneas.
Me obligaron a salir de mi ataud, bañarme y vestirme para asistir a la escuela donde lo más seguro era que mi mejor amigo se burlara en mi cara.
Quizás debería de buscarme una pareja, así ya no me sentiría tan sólito.
Primero pensé en Megumi y después en su padre, no me llama la atención salir con mayores pero él era demasiado caliente y temía quedar sin pene. Después pensé en entrar a una aplicación para citas, pero no quería encontrar todo tipo de personas.
Tal vez debería de hacerme la idea de salir con Shoko o Utahime.
O abrir mi propio harem para pasar las penas.
Como sea, Ijichi me dejo en la entrada de la escuela y me despedí.
Recibí como cada lunes un periódico con las ultimas niticias y cambié mi cupón de un chocolate caliente grande gratis.
Estaba en mi casillero dejando mis cosas y murmurando de lo terrible que estaba siendo mi día.
Nota mental, tomar una pastilla para el dolor de cabeza.
- Yo, Satoru.- Escuche a mis espaldas una conocida voz. Me gire con algo de molestia y mire a mi mejor amigo.- ¿Cómo estuvo tu fin de semana?- Pregunto con una sonrisa de oreja a oreja.
- Bien, salí a comprar.- Murmure intentando de ignorar mi enfado que estaba creciendo en mi.
- ¿Y no me invitaste?, pudimos haber ido al cine juntos.- Menciono como si él no hubiera ido a manosear al Omega, o es cierto, ahora le llaman "tomarse de las manos".
Tu no me invitaste a tu cita, desgraciado.
- Quería pasar un rato a solas.
- Eso es raro, ya que siempre quieres a alguien que te diga lo fabuloso que eres.- Dijo con sarcasmo. ¿Debería de actualizar mis votos de mejores amigos?- Yo tuve una muy bonita salida con Yuji-kun. ¿Te cuento lo que hicimos?
- No.- Dije tajante cerrando el casillero de un golpe.
- Igual te dire, primero lo fui a buscar a su casa, me recibió su hermano mayor y su abuelo, me hablaron de que debía de traerlo antes de las siete de la tarde y yo dije que si, que lo traeré antes de esa hora...
Ay dios, matame.
- Se veía muy tierno con sus chaquetas con gorro y sus zapatillas de color rojo...
¿Suguru no tendrá un botón de apagado?
- Su mano era muy suave y sentía que nos acoplamos muy bien...
- Suguru...
- No veo el día en que me declare a Yuji-kun.- Menciono pareciendo una colegiala hormonal y a falto de apego emocional.
- ¡Suguru..!
- ¿Si?
- Cállate.
Para la hora de almuerzo me fui a la sala de descanso, ahí habían unas hamacas en forma de huevo muy cómodas, donde puedes echarte una siesta de lo que resta la hora del almuerzo, o comer ahí. Estaban equipadas con cojines, porta vasos y un ventilador para no morir todo sudado adentro.
Mayormente estaba ocupada para aquellos que tienen examen la siguiente hora y aprovechaban del ambiente tranquilo, otros lo hacían para evitar gente. Como yo.
Pedí mi almuerzo para llevar y me tome uno de esos sillones super cómodos, me puse audífonos y coloque alguna película en mi celular.
Tenía algo de sushi y una gaseosa para pasar el hambre, también ignore los mensajes de Suguru y a Shoko le dije que quería limpiar mis pulmones de su tabaco.
Iba por la mitad de la película de Cenicienta cuando escuché mucha bulla en la sala, saqué mi cabeza para callar a los mocosos, y fue en ese momento cuando unos ojos color marrón claro chocaron con los míos.
Bueno, mis lentes.
- ¿Gojo-sempai?- Pregunto acercándose a mi huevo y sonrió complacido.
- ¿Cómo me encontraste?- Pregunté algo curioso, no le había dicho a nadie de que estaría aquí, pero al parecer el Omega sabía muy bien donde ir.
- Creo que fue el instinto, o simplemente casualidad.- Dijo.- Fushiguro-kun me dijo de esta sala para estudio, y tengo una prueba de cálculos que me gustaría repasar.
¿Había mucha suerte en eso?
- Suguru es bueno con los números, pídele que te ayude.
¿Se notaba que no estsba nada feliz?, lo dudo mucho.
- Geto-sempai debe estar cansado de mi, el fin de semana le pedí ayuda para escoger un regalo para mi hermano mayor y tuvo que desperdiciar sus días de descanso para escucharme.- Menciono algo avergonzado, y eso prendió una luz en mi.- Fuimos al centro comercial, aunque no conseguí algo mejor.
¿Como?, osea, ¿no era una cita?
Suguru hijo de puta.
- Me hubiera gustado que me acompañará usted, ya que he visto que tiene buenos gustos para la ropa, pero no tenía su número y no sabía como contactarlo.
Ah.
¡Fui la primera opción!
Empezó a buscar algo en su bolso y cuando la encontró me la extendió.
- Tengo Onigiris de salmón. Si lo desea podemos compartir.- Ofreció mostrando un bento con cuatro piezas grandes.
Eso me dejó sin habla por unos segundos, tal vez esto no sea tan malo.
- Puedo compartir el sushi...- Murmure viendo unas quince partes y de diferentes especies que aun me quedaban.
Eso pareció motivarlo y un leve sonrojo apareció en su rostro.
Ser un tomate no le quedaba mal.
Le hice un espacio en mi huevo y lo ayude tomando su mano para que se sentará a mi lado.
Estaba muy cerca de mi, tanto asi que pude ver en primera fila el contorno de su marca y parecía que estaba sanando muy lentamente.
Me gustaría saber el chisme de eso.
Tambien, quería preguntarle acerca del regalo de su hermano, y cuando hice alguna referencia a eso, Yuji solamente río despreocupado.
- No se preocupe, Gojo-semapi, la próxima vez saldré con usted. Y podremos viajar en el tren juntos.
Piensas muy rápido, Omega.
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Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|
Fanfiction¿Cuanto vale tu imagen ante las personas? Es una pregunta que siempre se repetía Satoru Gojo, y es que para él los comentarios de los demás era mucho más pesado. Y se sentía enfermo por comenzar a sentir sentimientos amorosos por un Omega marcado. E...