XXXIX

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Seamos sinceros

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Seamos sinceros.

Nadie va a la casa de su novio a ver una película, siempre pasa "algo más", y con un Omega que no mantiene sus manos y boca tranquila iba a ser imposible.

Al principio era todo normal.

Yuji quería integrarme a su mundo friki y puso la primera película de Star Wars, habíamos pedido pizza, bebidas, teníamos un cobertor para pasar el frio y su hermano venía a vernos cada cierto tiempo hasta que no apareció más, esa debió ser mi primera señal.

No encontré extraño que el Omega quisiera apegarse más a mi, pensaba que tenía frio y busca calor, pero todo cambió cuando sus manos heladas atacaron.

Primero fue suave, puso sus manos en mi rodilla y yo pensé que era "normal", no era incomodo y él seguía atento a la pantalla, después sus manos se adentraron en mi polera donde di un pequeño brinco.

- Yuji...- Advertí deteniendo su mano traviesa.

- ¿Sucede algo, sempai?- Sonrió inocentemente. Entrecerre los ojos y lo mire sospechosamente.

Su rostro de angelito no lo iba a salvar de esta.

- Se lo que estas pensando, y de verdad que quiero ver la película.- Mencione dejando libre su mano y él se acomodo más a mi.

- Eso lo sé, sempai, y me alegra que le guste, quizás más adelante podamos ir juntos a las convenciones.- Dijo evitando dar notoriedad a sus acciones.

- Mm, podría pensarlo.- Murmure volviendo mi atención a la pantalla.

Eso parecía poner triste al Omega. Asi que me volví a acomodar y pase mi brazo tras su cabeza, él se acomodo en mi pecho dejando su mano derecha descansando en mi vientre.

Eso parecía ponerlo de buen humor.

Pero no basto, como se volvio costumbre su mano viajo a zona prohibidas, donde pude detenerlo antes de pase a mayores.

Él solo atino a sonreír y se zafó de mi agarre.

- Sempai, ¿puede acercase un momento?- Murmuro en mis costado. Separe levemente mi mirada de la televisió y puse mi atención en el Omega.

Grave error.

Sus labios habían habían capturados los míos en un hambriento beso, uno muy necesitado y de esos que te dejan embarazado.

Y que bueno que no soy Omega.

Sus labios se movían profesionalmente haciendo que cediera fácilmente ante su dominio, ¿habrá besado a alguien antes que a mi?

¿O tal vez práctico con la mano sus besos?

Sus manos subieron hasta poder sostenerse en mi cuello, sin separar a nuestros labios él logró sentarse en mi regazo haciendo que sujete un ligero gemido por la deliciosa presión que había.

El Omega mordía con suavidad mis labios logrando que su lengua tuviera un ligero encuentro, uno muy caliente debo recalcar, con la mía.

¿Dónde estaban los adultos cuando se necesitaban?

Yo era incapaz de poder controlar a un Omega que soltaba feromonas a durazno muy dulcemente.

Tanto que me hacía ensalivar y mis colmillos dolían como el maldito infierno.

Por un milagro del cielo, Yuji se separo respirando agitadamdente.

- Sempai, ¡mi marca...!

- ¿Qué sucede con ella?- Pregunte algo anestesiado por el adictivo aroma que salía de Yuji.

- Esta ardiendo...- Mascullo algo enojado mientras se tocaba la gargantilla justo en donde estaba su marca.- ¡S-sempai!

Tome al Omega de sus costados e hice que bajara de mi regazo, puse su cuello a mi disposición y retire la gargantilla de cortejo.

Y mi sorpresa no fue disimulada.

Ahí ya no había marca.

El día siguiente comenzó muy extraño

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El día siguiente comenzó muy extraño.

En primera no recordaba haberme dormido, era como volver a sufrir de amnesia.

Estaba acostado en el sillón, tenia algunas mantas encima de mi para cubrirme del frío y una cómoda almohada en mi cabeza.

Escuchaba algunas voces en la cocina así que comencé a levantarme y camine hacia la sala donde el abuelo leía el periódico. Me senté en una silla desocupada y espere.

- Niños, les dije que no se quedarán tan tarde viendo las películas, ¿no te duele la espalda, Gojo?- Dijo su hermano poniendo una taza frente a mi.

- ¿Eh?, no, no, estoy bien.- Murmure confundido.

¿Qué diablos había pasado?

- Oh, sempai, buenos días.- Dijo el Omega saliendo de la cocina con un plato de omelette, lo dejo frente a mi y ne dio un beso en la mejilla.

- Yuji, ¿que paso anoche?- Balbuceo torpemente.

¿Por que solo recordaba cosas calientes?

Esperen, ¿aún soy virgen?

- Terminamos de ver la primera película de Star Wars, pero la segunda la dejamos a media, ¿no lo recuerda?- Pregunto con una sonrisa.

Alguien estaba mintiendo y ese no podía ser yo, ¿verdad?

- Y-yo...

- Me dijo que lo dejara descansar en el sillón, yo me hice un futon a su lado.- Explico.

Dios, no lo recuerdo.

- Por cierto, sempai, me gustaría que pudiera asesorarme en mi pronunciación de Inglés, la última vez que vino dijo que mi habla era decente, así que pensé que podría perfeccionar mi lengua.

Y eso hizo que me sonrojara.

¿Soy Yujisexual?

Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora