Otro día me la pase sin poder dormir y solamente pensaba en las palabras que me había dicho el Omega en su cafetería.
Eso me mantenía todo sonrojado y estúpido.
¡Y por su culpa no puedo estudiar correctamente!
Siempre estaba en mi cabeza aún cuando no quería, y eso no estaba mal, pero era frustrante.
Me enojaba que el Omega me importara más de lo que quería.
Finalmente pude conciliar el sueño, y quizás pueda hablar con mi papá con algo que ha estado rondando mi mente.
Para la mañana siguiente, yo me desperté a la hora del desayuno, baje para comer con mis padres y una vez que estuvimos en un ambiente cómodo, me decidí a hablar.
- Papá, con Yuji creo que hemos tenido mucha conexión entre nosotros, nos tomamos de las manos, nos hemos besado...
- ¡¿Se han besado?!, ay dios mio, ¡Satoru ya no es virgen!- Grito mi papá con una inmensa felicidad.
- ¡Pero ese no es el punto!, por favor.- Dije intentando de calmarlos.- Quiero cortejar al Omega y...y quiero pedirte tu gargantilla, si no es mucha molestia.- Lo último lo Murmure al sentirme muy avergonzado.
Quiero hacerme invisible por lo vergonzoso que era esto.
Ambos se quedaron en silencio, para que unos segundos después fuera roto por las finas lágrimas de mi papá.
- Me alegra que Satoru pudiera escoger, me pondría muy triste si tuvieras que pasar por lo mismo que yo.- Murmuro abrazándome muy fuerte y dejando que su aroma se libere.
- ¡Ey!
Y lo entendía perfectamente.
La historia de mis padres no era la mejor en un inicio, ambos fueron obligados a tener un bebé solamente por un capricho de mi abuelo. Para mis padres no fue su mejor tiempo, sin embargo, con el tiempo un cariño especial creció en ellos y mi viejo dio el paso de comenzar con el cortejo y una muy melosa relación.
Algo tarde, pero no importaba.
Ellos esperaban que conmigo eso fuera diferente.
Y podía entender el sentimiento.
- Te lo daré, y espero que Itadori-kun acepte, por que no me molestaría en golpear a alguien si te hace llorar, ¿me escuchaste?
- Si papá, te lo agradezco mucho.
Espero que me vaya bien.
Para el día siguiente compre unos chocolates con avellana, un bonito ramo de flores de cerezo y una linda caja para la gargantilla de color negro.
¿Era algo salvaje?
No, para nada, así es como se daba el inicio de un cortejo.
Es para decirle al mundo que el cuello del Omega podría portar la marca de un Alfa y que él ya no estaba disponible, era algo posesivo, pero que a muchos les gustaba.
Daba seguridad y confianza.
Y eso es lo que esperaba conseguir.
Muchas de los estudiantes metiches se quedaron a mi alrededor esperando a quien se le hará entrega de dichos regalos.
Estaba en la entrada esperando la llegada de Yuji, y al sentir el aroma del Omega una sutil sonrisa apareció, sólo que no duró mucho al ver estaba con el hermano.
Me acerque a él, pero al ver que su hermano no se despegaba el pánico apareció.
- Buenos días, sempai...- Saludo con una sonrisa.
- Buenos días Yuji, y-yo...tengo algo que decirte y ¿crees que podamos hablar en privado?- Pregunte teniendo mi atención con el Omega, para después pasar una rápida mirada a su hermano.
- Lo que le tengas que decir a mi hermano será frente a mi, ustedes son menores y yo debo enterarme de sus cosas.
Ugh, lo que me faltaba.
El Omega me dio una mirada de disculpas y yo solo trague saliva.
Bien, si debía de morir que así sea.
- Itadori Yuji, creo que de los Omegas que he conocido en mi vida, eres de los primero que me ha causa varios sentimientos, y eso es bueno. Me gustas mucho, y desearía ponerle nombre a lo que tenemos, es por eso que ¿aceptarías mi cortejo?- Dije ofreciendo las flores y el chocolate.
El Omega miró asombrado mi declaración, su rostro estaba de tonos cálidos, y sus ojos estaban brillantes por las lágrimas que estaban por salir.
Levante la tapa de la caja de la gargantilla y, al verla, su labio inferior tembló. Quería consolarlo, pero primero deseaba escuchar una respuesta.
- ¡Sempai, claro que...!
- ¡No!, mi hermanito es muy inocente para eso, y no dejaré que se mezcle con un Alfa como tu, ¡mujeriego de mierda!- Me grito el hermano adoptivo de Yuji dejando al Omega tras de él.
- ¡Choso-nii!
- ¿Disculpa?, ¿como que mujeriego?, si fue tu hermano el que rompió la virginidad de mis labios.
Si no contamos con que la primera vez fue un accidente, claro.
- ¡Gojo-sempai!
- ¿De que mentira me hablas?, Yuji me lo diría, él me tiene confianza, ¿verdad?- Le pregunto mirándolo y solo se encontró con el Omega sonrojado.
- Ja, ja, verás...
- ¡Yuji!, no me lo puedo creer, cuando se entere el abuelo...
- El abuelo ya lo sabe y me deseo lo mejor después del accidente. Él está feliz que tenga estos sentimientos por sempai y, a mi me hace muy feliz.
- Yuji...- Murmuro el hermano mapache.
- Quiero aceptar el cortejo de Gojo-sempai porque a mi también me gusta, y espero que entiendas que este sentimiento es verdadero Choso-nii.
El Omega se acercó a mi e hizo una pequeña reverencia aceptando la gargantilla.
- Cuide muy bien de mi, sempai.
Mire a Yuji con sorpresa y después al hermano, una sonrisa maliciosa apareció en mi rostro y solté una risa burlona.
¡Ja!, en tu cara.
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Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|
Fanfiction¿Cuanto vale tu imagen ante las personas? Es una pregunta que siempre se repetía Satoru Gojo, y es que para él los comentarios de los demás era mucho más pesado. Y se sentía enfermo por comenzar a sentir sentimientos amorosos por un Omega marcado. E...