XXII

1.5K 325 62
                                    

Era el día viernes y le dije a Nanami que no fuera por mi en la salida, que mejor esperara a mi llamada para cuando nuestra cita terminará

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era el día viernes y le dije a Nanami que no fuera por mi en la salida, que mejor esperara a mi llamada para cuando nuestra cita terminará.

Para cuando nuestras clases terminaron, Yuji me esperaba fuera de mi salón listo para irnos en la desgracia de germenes andante.

- Yuji-kun, ¿iras con Satoru en transporte publico?- Menciono burlón Suguru caminando a nuestro lado.

- Así es sempai, ya me prepare con desinfectante de manos por si entra en crisis.- Dijo mostrando un bote en spray y un paquete de toallitas que cumplen con la misma función.

Oh dios, nadie se había preocupado tanto por mi.

- Al parecer alguien se sacó el premio gordo, por que si fuera por mi a Satoru lo dejaría perderse por las calles de Japón.- Dijo con maldad y saludo desde lejos a Shoko que la esperaba en la salida.- Bien, nos vemos el lunes, bonita salida.

- Adiós Geto-sempai.- Se despidió Yuji y yo solo agradecí que el bastardo se fuera.

Cuando estuvimos solos, el Omega tomó de mi mano con confianza y comenzó a guiar el camino hasta la estación. Con ver a las grandes cantidades de personas esperando el tren, mi desesperación comenzaba.

- Tranquilo sempai, no pasará anda.- Dijo apretando mi mano.

Cuando llego nuestro tren, ambos subimos, Yuji me mantuvo entre una de las paredes y su cuerpo, así evitaba que yo chocará con tantas personas y, así, poder aferrarme a su cuerpo.

- No es horario punta, pero al men...¡Ahh!- Grito el Omega alertandome al instante. Su rostro parecía estar rojo del enfado y sus ojos estaban a nada de llenarse de lágrimas.

Me preocupe.

- ¡¿Estas bien?!- Pregunte mirando alguna herida, pero solamente parecía aferrarse con temor a mi y esconder su rostro bañado en lágrimas.

- Y-yo...

Busque con la mirada algo a su alrededor y me encontré con un sujeto que tachaba lo pervertido tras el Omega, su mano se movían bajo él y entendí al instante.

En un rápido movimiento cambié de lugar al Omega a donde me encontraba yo y encare al Beta, que debo decir que era más bajo y algo más obeso, además de portar gafas gigante y un bolso para cubrir su delito.

Lo tome con brusquedad de la polera que llevaba y lo acerque.

- ¡¿Que diablos le haces a mi Omega, hijo de puta?!

- N-nada...- Se excuso vagamente e intento de defenderse torpemente.

- ¡¿Nada?!, ¿no tienes modales, pervertido de mierda?- Grite con enojo.- ¡Si veo que te acercas de nuevo a mi Omega, no dudaré en golpearte tu horrible rostro y romper tus asquerosas manos!, ¡¿entendiste?!- La basura asintió y lo solté dejando que cayera en su trasero.

Me di media vuelta para ver a Yuji y simplemente escondió su rostro en mi pecho.

- Muchas gracias, sempai, nadie me había defendido como usted lo había hecho.- Murmuro aun sin despegar su rostro de mi pecho, podía sentir como este era mojado producto de sus lágrimas.

- ¿No quieres ir a tu casa?, podríamos dejar la salida para mañana...- Murmure sujetando su cuerpo y yo afirmandome del pasamanos para no caer.

- No, estoy bien, solo fue un susto. Sempai fue mi héroe.- Murmuro aferrándose, y sacando su rostro de su escondite. Pude ver mejor su rostro de tonos rojos y con las mejillas llenas de lágrimas.

- Bien, pero de ahora en adelante no te iras nunca más solo en transporte público.- Declare, no podía dejar que el Omega vuelva a pasar por algo así de nuevo, y Yuji solo asintió.

Nos tomo unos minutos más para llegar a la estación y Yuji tomo mi mano y salimos a tomar aire limpio.

El Omega me dio desinfectante y estuve muy agradecido.

- ¿Tienes algo en mente para ver en el cine?- Pregunte pensando en las diferentes opciones que me salían por instagram.

- ¡La lombriz humana cuatro!, he estado esperando por verla desde que se anunció que saldría.

¿Lombriz humana?

- Pero, yo no he visto las anteriores.- Mencione confundido, pensé que veríamos algo más de romance.

- No se preocupe, sempai, no es necesario verlas, esta es como un comienzo. ¡Veremos esa!

- Esta bien.- Dije vencido.

Hay que darle el gusto al Omega.

Yuji compro los boletos y yo la comida, quería algo dulce, por lo que me compré unas gomitas con azúcar y Yuji quería algo salado, por lo que él pidió unos nachos con queso y unas frituras que venían con chocolate, también pedí dos refrescos grand...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yuji compro los boletos y yo la comida, quería algo dulce, por lo que me compré unas gomitas con azúcar y Yuji quería algo salado, por lo que él pidió unos nachos con queso y unas frituras que venían con chocolate, también pedí dos refrescos grandes y con eso entramos a la sala.

Me sorprendió que hayan muchas personas para ver esta película. Con ayuda de nuestras linternas llegamos a nuestros asientos y esperamos a que comenzará.

Mientras avanzaba la película, el Omega me decía algunos datos curiosos o me informaba acerca de unas escenas.

En una parte, mi atención estaba totalmente en la película queriendo saber si de verdad los hijos de la lombriz acababan con la vida de los demás, cuando siento un suave tirón a mi lado.

Deje de ver la película y, al mismo tiempo en que me agachaba levemente, gire mi rostro para prestarle atención al Omega.

Aunque no espere que este se impulsará hacia mi dirección ocasionando que nuestros labios se juntaran muy suavemente.

Quede por uno momentos quieto asimilando lo que acaba de ocurrir.

¡Acabo de tener mi primer beso en una sala de cine con una película de terror!

Cuando nos separamos, pude sentir mis mejillas rojas y ví como el Omega estaba de igual modo, aunque con un ligero brillo en sus ojos.

- L-lo siento yo...

- Pues yo no me disculpare, sempai.- Y tras decir eso agarro la parte del cuello de mi camisa y me atrajo hacia él volviendo a juntar nuestros labios en algo más profundo.

Pude sentir el salado sabor de sus labios, junto con el dulce de los míos y, puedo jurar, que hacían una agradable sensación.

Me agradaba que el Omega se robará mis primeras veces, y más aun que sea él el que tenga el impulso para hacerlo.

Cuando nos separamos, el Omega tenía una gran sonrisa en su rostro.

- Ese fue mi primer beso, sempai.- Murmuro sin apartar la mirada de mi.- Me alegra que sea con usted.

- También fue mi primer beso, Yuji.

Y, la verdad, es que no podía pensar en otra persona para dárselo.

Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora