¿Cuanto vale tu imagen ante las personas?
Es una pregunta que siempre se repetía Satoru Gojo, y es que para él los comentarios de los demás era mucho más pesado.
Y se sentía enfermo por comenzar a sentir sentimientos amorosos por un Omega marcado.
E...
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Me habían dado el alta hace bastantes días, mi pierna había mejorado considerablemente y gracias a las múltiples sesiones de kinesiologia es que puedo dar caminatas no muy prolongadas. Mi abdomen estaba sanando, aun así existía un minúsculo dolor al hacer ciertas acciones.
Ahora me iría a mi casa y no puedo estar más feliz por eso.
Y Sukuna se puede ir bien a la mierda por no darme más información.
Ah si, ¿que paso con Nanami?, ¿esta muerto?
Por desgracia no. El muy maldito está vivo aunque con unas quemaduras en la mitad de su cuerpo. A mi perspectiva, se ve horrible y tardará un poco más en sanar, pero lo hará.
Obviamente mis padres lo tratan mejor que a mi por el simple hecho de "salvar mi vida".
¿Acaso no recuerdan que gracias a mi voluntad yo estoy aquí?
Pues al parecer no.
Así que me tenían bien atendido por algunas sirvientes en mi habitación, descansaba lo suficiente para después tener clases privadas y avanzar con mis estudios.
En eso pasaron unas tres semanas más.
Ahora podía asistir perfectamente a la escuela, tenía un pequeño cojeo y caminaba más lento de lo normal pero no me preocupaba. Nanami había sido trasladado a su habitación en la mansión y estaba bien.
Y con respecto al Omega que vino de visita al hospital, pues no lo he vuelto a ver.
Y no me preocupe, mis recuerdos aún estaban algo bloqueados y la verdad es que ya me estaba rindiendo con recuperar lo que alguna vez fui.
Quería vivir el hoy y ya está.
O eso es lo que me quería convencer.
Ijichi estaciono fuera de la escuela y por unos segundos todo me parecía una mentira.
Inhale profundamente y salí del auto no sin antes de despedirme del Beta.
No di ni cinco pasos cuando un grupo de personas, en su mayoría Omegas se habían acercado a decir sus milagrosas palabras.
- ¡Esta de vuelta!
- Habían dicho que estaba muerto, Gojo-san.
- ¿Y si es un impostor?
- ¡¿Me muestra su cicatriz?!
- ¡Mucha ropa!
Ay dios.
- Ay Gojo-san, me alegra mucho que ya este mejor, ¡además escuche que está soltero!- Hablo uno de las féminas que estaban determinadas a que yo dejara de caminar. Y eso me llamo la atención y me detuve.- Ese sucio Omega no lo merecía para nada.
- ¿Qué dijiste?- Pregunte deteniendo mi paso.
- Que me alegro que este soltero, ¿tomara en cuenta el cortejo de algun Omega?, yo estoy muy disponible.- Dijo sonriendo coquetamente.
