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Después de tomar el desayuno, Yuji siguió comportándose extrañamente amoroso

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Después de tomar el desayuno, Yuji siguió comportándose extrañamente amoroso. Sé que estamos saliendo, pero no era para que quiera morderme el cuello a cada instante.

Su hermano me miraba preocupado, pero no mencionaba nada y veía a Yuji con un alivio que no sabía como tomar.

Eso me hacía preguntar más de él, y las dudas sobre su marca la noche anterior me tenía con los nervios de punta.

¿De verdad había visto su cuello sin rastro de alguna mordedura?

No lo sé.

Y el Omega no se dejaba hacer tan fácilmente, él podía tocarme todo lo que quería, pero yo apenas puedo tocar su cuello para confirmar mis sospechas.

¿Había algo mal?

O tal vez era yo.

Quizás el Omega no confiaba en mi, debí haber perdido mucho con mi falta de memoria y sea solamente otro extraño más.

Me siento demasiado confundido y nadie me daba respuestas.

¿Debía esperar?

Sin percatarme mucho, una silenciosas lágrimas salían de mis ojos, una leve opresión aparecía en mi pecho y mi labio inferior comenzó a temblar ligeramente.

- ¿Gojo-sempai?- Pregunto el Omega tocando la puerta de su habitación. Rápidamente quite las lágrimas y solté un suspiro largo, me aclare la garganta.- ¿Esta bien?

- Si, lamento la demora.- Intente de que mi voz sonará lo más normal que podía, pero para mi desgracia había un tono quebrado en ella.

- Choso-nii pregunta que si desea ir al café para ayudar unas cuantas horas, de recompensa puede sacar el pastel que quiera.

- C-claro, no tengo problemas.

Me tome unos minutos más donde pude respirar con tranquilidad, me vestí adecuadamente y salí de la habitación del Omega.

Camine hasta la sala donde estaban los demás y Yuji se acerco a mi.

- Sempai, ¿esta bien?, tiene los ojos algo hinchados.- Dijo tomando mi rostro en sus manos.

- Si, es solo que no me he sentido muy bien.- Murmure evitando que su abuelo y hermano se enteren de mis problemas.

- Si no se siente bien, será mejor que no venga con nosotros, se puede quedar en mi cuarto durmiendo.

- No, así esta bien, me sirve distraerme.- Dije dejando un suave beso en su nariz para tranquilizarlo.- No te preocupes innecesariamente.

- Esta bien, pero puede decirme cualquier cosa, ¿esta bien?

- Esta bien.

Creo que lo mejor era ir al psicólogo.

La cafetería de la familia Itadori no estaba lejos de su casa, se me hacia vagamente familiar, y lo único que podía pensar era que mi anterior "yo" había estado aquí

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La cafetería de la familia Itadori no estaba lejos de su casa, se me hacia vagamente familiar, y lo único que podía pensar era que mi anterior "yo" había estado aquí. Su hermano abrió las puertas y nos llevo tras el mesón.

- Aquí siempre tengo unas camisas y es mejor que se cambien por una blanca, después se colocan el delantal café, Yuji tu limpiaras las mesas y barreras, Gojo-kun, tu bajaras las cajas de café y rellenaras el azúcar y los postres.- Demando a lo que yo asentí.

Sin mucha demora me fui a colocar la camisa sobrante que tenia en la parte de atrás y Yuji me ayudo a ponerme adecuadamente el delantal.

Me fui donde estaba el Alfa, y me señalo las cajas que debía bajar.

Debía de agradecer al ejercicio ya que mis músculos se tensaron exquisitamente, lastima que las mangas de la camisa tapaban la vista de estas hermosuras.

Cuando termine fui al mostrador donde habían tres maquinas de café, el Omega me dio las instrucciones de moler café y llenar unas mini cajitas con azúcar y endulzante en sobres. 

- Gojo-sempai, ¿podría sacar el letrero?- Pidió Yuji señalando el objeto.

- Claro. 

Tome los bordes de madera y, evitando que la pizarra manchara mi ropa. Lo deje en un lugar donde no molestaba el caminar de las personas, pero que a la vez era muy vistoso.

- Um, disculpa.- Una voz femenina se escucho a mis espaldas. Me di vuelta y vi una Omega de cabellos negros.- ¿Trabajas en el café?, lo siento, es que nunca te he visto por aquí y yo...

- No soy de aquí, solo he venido por el fin de semana, ¿te puedo ofrecer algo?- Pregunte intentando de ser amable.

- ¿No eres de aquí?, eso es genial, quizás podría mostrarte el lugar y...- Se detuvo abruptamente.- ¡Lo siento!, es que se me hiciste muy guapo y por tu feromonas yo pensé...

¿Feromonas?

¿No olía a Yuji?

- Lo siento, debió ser una equivocación, yo estoy cortejando a un Omega.- Informe evitando el momento tan incomodo que estaba viviendo.

- Oh, ¡lo siento mucho!, me disculpo por mis malos pensamiento.- Hizo una reverencia a modo de disculpa y siguió su camino.

La desesperación hace que vivas momentos vergonzosos.

Como sea, camine de regreso al local y pude ver al Omega de espaldas a mi viendo su celular. Me acerque lentamente evitando que se alertara y observe el chat de una conversación. Eso me hizo acordarme que el Omega no tenía mi número.

Ya saben, el accidente hizo de las suyas con mi teléfono, por lo que tuvieron que conseguirme uno nuevo cuando estuve en el hospital.

Estire un poco mas mi cuello y lo que alcance a leer me dejo al sorprendido.

"Extraño mucho a Gojo-sempai". 

- Yuji.- Murmure llamando su atención y, por unos cortos segundo, pude observar mejor el chat, los mensajes que él mandaban no llegaban a su destinatario, pero el nombre no me era tan diferente.

Esos mensajes eran para mi, para el Gojo Satoru que había muerto en el accidente.

Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora