XLIV

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- ¡Satoru, ¿Qué te sucedió en el ojo?!- Grito mi padre al ver el gran contorno morado que portaba mi zona ocular

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- ¡Satoru, ¿Qué te sucedió en el ojo?!- Grito mi padre al ver el gran contorno morado que portaba mi zona ocular.

- Me golpee al jugar con el sansetsukon.- Dije de mala forma al recordar dicho evento. 

Y se los resumiré vagamente. 

Suguru me había llevado al gimnasio con dicha arma, hizo unos movimientos estupendo y cuando llego el momento de probarlo yo pues, había salido mal.

- ¿Te parece presentarte de esa forma con tu abuelo?, ¿crees que no se enfadaría contigo?- Pregunto bastante enojado mi progenitor y yo no le hice. Sé que estuvo mal, pero ¿acaso es pecado intentar de divertirme?

Como sea, me senté en el sillón y espere pacientemente a que la momia parlante llegara.

Cuando hizo acto de presencia no dije ni pio y simplemente me senté en la mesa.

- Me alegra ver que Satoru esta en buenas condiciones, es obvio que han estado haciendo un buen trabajo criándolo.- Dijo de la forma mas calmada alagando el "trabajo" de mis padres.

- Gracias padre, Satoru se ha convertido en un buen hijo, sus notas son excelentes, sus hábitos sociales son algo decepcionantes, pero eso había cambiado con su ex pareja.- Lo último lo murmuro con un deje de miedo.

Que bien, gracias por decir que soy un tímido sin vida social y recordarme al Omega, ahora estoy triste.

La momia me miro con molestia y sus feromonas denotaban enojo.

Yo seguía mirando el pure que ira a mi boca.

- Tu accidente no debió de recordarte al callejero de pelo rosado, se suponía que te volvería el adolescente que eras antes. Si tan solo...

Clic.

- ¿Qué?

¿Ese viejo desgraciado había sido el culpable de que casi olvidara todo?

De la nada, la comida me había sabido demasiado agria como para seguir saboreándola, todo parecía dar vueltas y el dolor en mi cabeza palpitaba muy fuerte.

- Todo estará bien, solo hay que eliminar los obstáculos para la familia Gojo y eso incluía al Omega.- Dijo el anciano.- Procuraremos mantener tu linaje puro limpio y reviviremos al clan más poderoso, y si para eso debo privarte de tu libertad, que así sea.

Eso siempre me dejaba desconcertado. 

Para mi familia era una simple maquina, ellos creían que iba a ser la persona que sería capaz de levantar una vieja familia, Alfas muy inusuales salían de esa sangre y poseían un don para liderar, pero yo no era el conejillo de indias de nadie.

- No.- Susurre.

- ¿Qué?

- ¡Dije que no!, no pienso ser el conejillo de indias de nadie y ya me canse ser un solo experimento tuyo, deja de presionar mi vida y tú deberías de buscarte una porque restablecer la rama principal no es mi objetivo.- Declare levantándome de la mesa bruscamente, en el acto se voltearon muchas copas haciendo que el mantel quede un feo color rojo.

Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora