- Sempai, me gustaría pedirle un favor.- Pidió el Omega entrando a mi salón con algo de desconfianza.
Se acercó a mi mesa con las manos temblorosas y escondiéndolas en su espalda.
- Oh, Yuji-kun, ¿es uno de esos favores sucios?- Sugirió Suguru sentado frente a mi mientras comía un dango de color rosado. Shoko le golpeó la cabeza por simplemente ser un hablador.
- E-esta muy equivocado, Geto-sempai.- Murmuro avergonzado.- Necesito ayuda en calculo e inglés, si no es mucha molestia y Gojo-sempai es quien tiene las mejores notas del establecimiento y quería pedirle asesoría...- Dijo finalmente, la verdad es que no tenía problemas, pero no quería pasar tiempo extra en la escuela, eso sería estresante.
Pero, mi gran cerebro, pensó en la mejor respuesta; ¡una pijamada en la casa del Omega y solo yo estaba invitado!
Esa idea me parece estupenda.
Aunque no quiero que se entere estos metiches de aquí, así que me llevé a Yuji fuera del salón sin decir nada y este me miró confundido.
- Lo siento, sempai, ¿tiene cosas que hacer?- Pregunto amablemente, ¿cuando será el día que me grite y me trate mal?
Ver a un Yuji dominante sería muy sexy de apreciar, aunque solo quiero ser yo testigo de eso y nadie más.
Creo que he desbloqueado un nuevo fetiche.
Lo lleve a una de las maquinas expendedoras, de ella compre una leche de fresa fria en lata y otra de chocolate, le di una al Omega y me recargue en la pared.
- Aceptaré solo si me quedo a dormir.- Propuse.
- ¿Qué?, pero sempai, Choso-nii no querrá que durmamos en la misma cama...
- ¿Y quien dijo que dormiriamos en la misma cama?, Yuji sucio, ¿ya quieres pasar al otro nivel?- Pregunte con una ladina sonrisa y muy cerca de sus labios.
- N-no y-yo...
- ¡Era chiste Yuji!, no te molestaría por ser curioso, pero no bromeo con lo de quedarme, estariamos mas cómodos y yo podría pedir sushi, te ayudaría en todas tus dudas y mañana nos iríamos juntos a la escuela.- Propuse tomando su mano y sonreirle con ternura.
Nada sexual.
Aún.
Eso parecía ser mejor en la mente del Omega, ya que un pequeño brillo apareció en sus ojos.
- ¡Es una gran idea, sempai!, podría mostrarle mi cuarto y ver películas.- Hablo entusiasmado.- Le diré a Choso-nii y al abuelo.
- Genial, yo hablaré con Nanami.- El Omega asintió y se marcho mucho más feliz.
Eres muy inteligente, Satoru.
- Cuide sus modales, Gojo-san.- Menciono Nanami tras pasarme una pequeña maleta donde estaban las cosas que había pedido.- Lo iré a recoger el día de mañana a las siete y treinta minutos junto a Itadori-kun.
- Si, si, adiós Nanami.- Me despedí del rubio y baje mis cosas, camine hasta la entrada de la casa del Omega y su hermano no me veía muy feliz.
Me acerque a él con una sonrisa inocente.
- Aun no confió en ti, Gojo Satoru, pero sí confío en Yuji, así que hacelo llorar y yo te daré el golpe de tu vida.- Amenazó.
¿Por que debía de ser así siempre que lo veía?
- Si, si. Solo estudiaremos además, nunca le haría daño al Omega de forma intencional.- Dije. Él me dejó pasar y camine a la sala que ya conocía.
Frente a la televisión estaba el abuelo viendo un partido de voleibol. Así que hice un pequeño ruido para saber que ya estaba aquí.
- Gracias por dejarme estar aquí, Itadori-san.- Mencione con respeto haciendo una pequeña reverencia.
Graben esto en sus memorias, por que no pienso ser amable nunca más en la vida.
- Me alegra que hagas feliz a Yuji, y también agradezco que seas tú con quien salga. No me decepciones, hijo.
- Claro que no, señor.- Murmure.
- Yuji esta en su cuarto preparando sus cosas, puedes ir a verlo. Es la segunda puerta de la izquierda, subiendo las escaleras.- Dijo amablemente, yo agradecí y seguí las instrucciones dadas.
Toque la puerta dos veces y escuche un "pase" del Omega.
¿Mi primera impresión?
Era todo muy, pero muy cálido.
Mire detenidamente el cuarto color pastel de Yuji, en sus paredes habían unos cuantos póster de Star Wars, de una mujer rubia y de bandas coreana, además de tener enmarcada la polera del jugador de voleibol que le habían dado. Había una cama mediana, un pequeño mueble junto con una lámpara, un escritorio con diferentes lápices de colores, una biblioteca con bastantes libros y un armario pequeño.
El Omega al verme se levantó y, poniéndose de puntillas, me dio un suave beso en mi mejilla.
- Ow~, aun no me acostumbro de que Gojo-sempai sea tan alto.- Murmuro dejando sus manos en mis hombros.
- Creo que deberás de usar plataformas en tus zapatos.
- O que sempai comience a agacharse cada vez que quiero besarle.- Me reí antes sus palabras y le hice caso, Yuji sonrió y, después de unos largos segundo, él besa mis labios, nos separamos luego de que el Omega esté satisfecho.- Bienvenido, sempai.
- Me agradan estas bienvenidas, Yuji.
Y espero que sigan siendo estas por mucho tiempo más.
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Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|
Fanfiction¿Cuanto vale tu imagen ante las personas? Es una pregunta que siempre se repetía Satoru Gojo, y es que para él los comentarios de los demás era mucho más pesado. Y se sentía enfermo por comenzar a sentir sentimientos amorosos por un Omega marcado. E...