¿Cuanto vale tu imagen ante las personas?
Es una pregunta que siempre se repetía Satoru Gojo, y es que para él los comentarios de los demás era mucho más pesado.
Y se sentía enfermo por comenzar a sentir sentimientos amorosos por un Omega marcado.
E...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
》Satoru, encontré la dirección de Yuji-Kun.
Leí el mensaje de Suguru y me alegre de tener un amigo stalker.
Me mando por mensaje una serie de nombres junto con un número, le pinché y me envió a mi mapa, me alegraba saber que no estaba muy lejos, pero si quería verlo tendría que esperar a que terminará el día.
Así que me quede en el campo paseando y comiendo golosinas artesanales, fueron los mochis caseros los que me hicieron dudar de mi existencia y es que eran el cielo, y compre unos cuantos más para compartir con la familia del Omega. Mientas me deleitaba con buena comida, me quede mirando la televisión donde se informaban las noticias de ultima hora.
¡Y estaba yo!
¡Oh dios mío, aparezco en la portada!
"En últimas noticias, aun esta en proceso la búsqueda del heredero de la familia Gojo, su familia esta muy preocupada y se les pide a los ciudadanos que si han visto al joven Alfa rondar por Japón que informe inmediatamente a través del número disponible. Es muy importante encontrarlo lo antes posible".
Y deje de prestar atención al ver que aparecía una foto mía en la pantalla. ¡Ese no era mi mejor ángulo, malditos!
- Cuando dejas a una nación completa sumada en preocupación es porque la mente y el corazón están en un persona.- Dijo la anciana del local dejando un vaso de té verde.- Dime hijo, al Omega que buscas ¿vale la pena?- Me pregunto dándome una mirada de compasión. Sus palabras me dejaron algo sorprendidos, no sabia que los del campo eran brujos.
- Por supuesto que si.- Dije simplemente. Le debía mucho a Yuji, pero en primer lugar una disculpa por ser quien soy. Y después él me debía una disculpa por no decirme nada, es tan tonto y estúpido.
- Entonces nadie de Sendai ha visto al heredero Gojo, a nosotros no nos gusta crear problemas y tenemos muy presente que esta parte de Japón no es más que un lugar de paso.
- Gracias señora, de verdad que lo aprecio mucho.
- Si, pero ¿podría pedirte un favor?
- Claro, le devolveré la mano por lo que ha hecho por mi, ¿Qué necesita?- Dije teniendo toda mi atención la dulce ancianita.
- ¿Podrías sacarte una foto conmigo?, es que jamás había visto un Alfa tan guapo como tu, hijo, y de seguro me ayudaras a seguir llevando este viejo local a que genere un poco mas de ganancia.- Dijo teniendo su celular en las manos.
Me sorprendió un poco a lo que dijo pero, de una u otra manera me dio gracia. Accedí sin problemas y nos sacamos una selfie.
Soy todo un asalta tumbas.
Antes de poder irme le pregunte sobre la dirección de una escuela que desconocía, fue muy amable en darme indicaciones y en recalcarme que muy cerca había una bencinera para llenar el estanque de mi moto.
Deje una buena propina y me despedí.
Era hora de ir a ver al Omega.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya era la hora de salida y yo me encontraba fuera de la escuela del Omega a esperar a que saliera, estaba apoyado en mi motocicleta con el casco puesto para evitar que los curiosos estudiantes fotografíen mi rostro y los suban su red social.
Divise el cabello de color rosa del Omega entre el tumulto de persona, él hablaba junto a dos Betas y lo poco que alcance a escuchar fue que irían al cementerio a buscar el fantasma de una novia.
Me acerque de forma lenta y, cuando estuve a buena distancia, sujete su brazo haciendo que diera un brinco. Los otros dos giraron la cabeza y gritaron al verme.
- ¡Es el caballero de la muerte!, ¡viene a consumir nuestras almas!- Dijeron los locos separándose instantáneamente del Omega. Ignore a los dos desconocidos y me centre en el que tengo al frente.
- Debemos hablar.- Dije con mi voz normal, aunque por el casco esta saliera mucho mas grave.
- ¡Se lo van a comer!, I-Itadori-kun, n-nosotros ¡lo sentimos!- Dijo la Beta para después salir corriendo junto con el otro hombre.
Vaya cobardes.
Yuji parecía algo tranquilo aunque estaba tenso. Así que lo lleve a donde tenia estacionada mi motocicleta, lo acorrale y me quede unos segundo mirándolo.
Me acabo de raptar a un estudiante frente de miles estudiantes y estos no hicieron nada. Si quieren cambiar este mundo, al menos pueden preocuparse por los demás ¿no?
- Señor, hay una ley que protege a los Omegas y le aseguro que no serán unos días en la cárcel, además, ¡he visto los programas de boxeo y le aseguro que me sé todos los movimientos y no tengo miedo en usarlos!- Dijo muy seguro haciendo que una suave sonrisa apareciera en mi cara, una cara que el Omega no puede ver. Sin esperarlo recibí un golpe en el estomago haciendo que me doblara del dolor.
- ¡Y-Yuji!
- ¡¿Como sabes mi nombre, maldito Alfa?!
¿No se suponía que el que tenia amnesia era yo?, ¿mis feromonas eran fáciles de olvidar?
Aún con el dolor levante la visera del casco mirando al Omega con finas lagrimas en mis ojitos azules. Levante la mirada y mire al Omega quien se sorprendió mucho al verme.
