Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|

XXIII

No le dije a nadie sobre mi primer beso con el Omega y eso estaba bien ya que no quería ser la burla de Nanami, ni mucho menos estar en el interrogatorio con mis padres. Por lo que simplemente les dije que estuvo normal y me fui a dormir.

Aunque no lo pude hacer.

Siempre que intentaba de cerrar mis ojos venia a mi cabeza esa escena a mi mente. Un cosquilleo se situaba en mi estomago cada vez que pensaba en la suave textura de los labios del Omega, o del agradable sabor que tenían.

No podía conciliar el sueño con el sonrojo que portaba, y no ayudaba mucho que mi Alfa esté tan contento que, de alguna forma, añoraba estar con el Omega.

Y eso me hacía preguntar, ¿que fue lo que le atraje al Omega?, sé que soy extremadamente guapo, sumamente inteligente y el sueño de cualquiera, pero sinceramente todo eso me era dicho casi a diario.

Si yo me lo ponía a pensar, lo que me llama de Yuji es su gran habilidad en preparar delicias, lo fácil que se podía sonrojar, el suave tacto de sus manos, lo tierno que se podía poner al no entender alguna materias, lo servicial que es ante Suguru y lo fácil que pude llegar a ser en cuanto poner a las personas de su lado.

Él era el Omega de ensueño de cualquiera, es muy servicial, encantador y alguien muy desafiante.

Eso podía decir del Omega, pero ¿que hay de mi?, se me hace difícil pensar bajo el punto de vista de Yuji.

¡¿Y si todo era una apuesta?!, ay no, siento que mi pobre corazón no podría con tanto.

Así que busque el chat del Omega y pregunte directamente.

Yuji, ¿que es lo que te gusta de mi?

Él estaba en línea y me daba un poco de ansiedad ver el ticket en azul y más que se demoraba en escribir.

》¿Lo que me gusta de sempai?, ¡pues Gojo-sempai tiene bonitos ojos!

¿Qué?

Eso me dejó atónito.

¿Le gusto al Omega por tener lindos ojos?, ¿osea que Suguru fue rechazado por tener ojos feos?

¿Algo mas? 🥺

Pregunte esperanzado, mi pobre corazoncito no aguantara que esto sea solo un pasatiempo del Omega.

¡Y no me pueden juzgar!, tener inseguridades esta en todos.

》¡Me gusta el color de pelo de sempai!

Se acabó, me voy a morir de tristeza.

El día siguiente yo me encontraba triste. No quería salir de mi cuarto nisiquiera para desayunar, y eso lo noto Nanami.

El metiche.

- Satoru eso es pasarse, tus berrinches no duran ni treinta minutos.- Dijo con enojo el rubio y yo solo me limite a esconderme entre mis sábanas.

- Tu no entiendes mi dolor.- Murmure sin mirarlo.

Atraerle a una persona solo porque eres hermoso era triste.

Siento que es lo único que tengo de bueno.

- Eres demasiado dramático, ven, te llevare a un lugar que te va a gustar.

- Lo siento Nanami, pero ya le pertenezco a otra persona...

- ¡No en ese sentido!- Grito destapando las sábanas y tirar de mis pies, rápidamente me sujete de la cabecera de mi cama y me sostuve.- ¡Si no sales de tu cuarto y te aseas, llamare a tu abuelo!

- ¡No!

¡Al abuelo no!

Me solté y eso hizo que Nanami me atrajera hacia él y cayera en el borde de mi cama.

- Te doy treinta minutos y si no estás para esa hora te juro por mi trabajo que amo demasiado que te iras en boxers.

- Si, pesado.- Dije no muy feliz.

Quería pasar un fin de semana triste y no se podrá.

Estuve listo para esa hora, y como no estuve de animo solo me coloque una polera negra ajustada, pantalones blancos y zapatillas negras.

Outfit de perdedores.

No pregunte mucho a donde iba, pero me preocupe al saber que no tenía permitido desayunar hasta que lleguemos, por lo que lo único que se me venia a la cabeza era que iria a comer.

Llegamos a un cafetería que se llamaba "árboles de cerezo", no la conocía para nada y no se veía de muchos lujos. Era uno de esos lugares locales.

Nanami me hizo salir y entramos al local.

Habían unas pocas mesas ocupadas y nos sentamos en una desocupada, el Beta fue a pedir nuestras cosas y yo me quedé sentado viendo mi celular. Revise los apuntes que me había dado Shoko y comencé a leerlos, en la noche quizás la llamé para que estudiemos juntos.

- Le pedí un chocolate caliente y un pastel de queso.- Dijo una vez que sentaba y no dejaba de ver al mesón.

- No entiendo por qué venir, pude comer en mi habitación. Además, ¿que es este lugar?, esta muy lejos de casa.

- Quería sacarlo de cuarto deprimente, ¿paso algo con Itadori-kun?- Pregunto el metiche. Suspire.

- Simplemente creo que solo le atraigo al Omega por mi apariencia.

- ¿Y eso que?, no creo que los Omegas se enamoren de usted por su fino lenguaje.- Menciono burlón.

- Pero tengo cosas importantes dentro de mi...

- Si, los órganos son caro y fundamentales.

- Hablo enserió, Nanami.

- Yo igual, le recuerdo que recién esta conociendo al Omega y viceversa, no puede concretar los gustos por unas simples salidas. Eso toma tiempo.

No me agrada cuando Nanami tiene razón, pero tampoco me agrada que alguien solo se fije en que si son lindos mis ojos.

Unos diez minutos después llega nuestro pedido, no le tomé atención, pero ver las manos del Omega que nos trajo la comida hizo que recobrara mis sentidos.

Yo tome esas manos muchas veces.

Levante la vista y ahí vi al Omega.

¡Eres idiota Satoru!, todo el lugar huele a él.

- Sempai, Nanamin me dijo que estaba triste, así que le prepare un pastel que espero que le guste.- Dijo el Omega con una gran sonrisa.

¡Nanami metiche!

- Yo...

- Es por eso que me gustaría decirle todas las cosas que me gusta de sempai.- Menciono.- Me gusta que sea competitivo, también me gusta su egocentrismo y su lado amable, me gusta que se tome su tiempo en ayudarme a entender y que no se enojara con Kugisaki por su camisa, también que sea compasivo con Geto-sempai, pero sobre todo, Gojo-sempai me gusta porque es mi héroe.

- Yuji...

- Me gusta todo de Gojo-sempai y espero que también guste de mi de la misma forma.- Menciono con una sonrisa y un leve sonrojo en sus mejillas.

Dios, quiero llorar.