Omega marcado. |GoYuu, Omegaverse|

III

- ¡Es injusto!, ¡¿llega una basura a la escuela y ya está postulando para ser presidente?!, ¿ahora debemos de darle una matrícula gratis a cualquier persona?- Mencione con enojo a mis padres al tenerlos frente a mi.

- ¿Qué tiene que sea recién llegado?, persona nueva, ideas frescas.

- ¡Pero no él!, su aura es maligna, como si tuviera al mismo diablo en el interior, y parece ignorar sus problemas y simplemente "florecer".

- ¿Florecer?, ¿Cómo una flor?

- Una flor fea.- Mencione rápido, mis padres intercambiaron miradas y Papá sonrió.

- Satoru, creo que sientes atracción...

- ¡¿Qué?!

- Es normal hijo, todos pasan lo mismo, y estas en la edad del tonto.

¿Mi padre me dijo ignorante?

-  ¿Disculpa?

- Lo que tu padre quiso decir es que las atracciones comienzan mayormente así, primero se odian y después se aman.

- No pienso amarlo, nunca en mi vida, es feo, rosado, su arte es anticuado y parece mas una astilla que una persona.- Mencione con enfado.

Solo había compartido una clase con él, y lo único que me hacía era tener un sentimiento de incomodidad en mi interior.

- Nunca digas nunca, hijo. 

Bah, conversar con mis padres no iba a ningún lado, lo mejor será quejarme directamente con alguien de mayor autoridad.

Me levante del sofá en que estaba sentado, pero la voz de mi progenitor me detuvo momentáneamente.

- Satoru, recuerda que todo tiene sentimientos y que no es coincidencia a quienes conocemos.

Patrañas.

- Si, si, me iré a dormir.

Aveces pienso que ellos dos vivien en su mundo perfecto y de color rosa y no ven los verdaderos problemas.

El Omega marcado era un dolor de culo.

Camine por el pasillo que estaba lleno de estudiantes vendido dulces para sus aulas, la de nosotros tenía la temática de café y todos debían cumplir atendiendo a las personas o haciendo los pedidos tras la barra, a mi me tocaba el turno de mañana así que hoy tenia libre.

Ahora mismo iba a por mi almuerzo y se de una clase que estaba haciendo Katsudon y ramen, así que me encamine a ella para almorzar algo diferente a lo habitual.

Cuando me di cuenta del curso que lo estaba haciendo una irá creció en mi.

¡Estaba en todos los lugares!

- ¿Yuji-kun, tienes GTA V?- Dijo Suguru al Omega que estaba dejando el plato de Katsudon a mi amigo, el Omega parecía muy cómodo con su presencia y no podía pedir menos.

Suguru parecía ser el único que tomaba en cuenta al Omega.

Una estupidez de su parte.

- ¡Si!, ¿a Sempai la gusta?, ¡por que soy bueno en la carreras!

- ¿De verdad?, podemos jugar esta noche, ¿me das tu número?

- ¡Si!

Y así el mundo fue testigo de la idiotez cometida por Suguru, ahora el pobre tendrá Sida y cáncer a los ojos.

- Estúpido Gojo, ¿te quedaras ahí o te sentaras?, estorbas en la fila.- La molesta voz de Fushiguro hizo girar mi rostro y prestarle atención.

- Mo~, Megumi-chan, ¿por que eres tan antipático conmigo?

- Por que no gano dinero sin atender, muévete.

Hizo que saliera del medio y, de forma obligada, me acerque a la mesa de Suguru.

- Oh, Satoru, no sabía que comerías aquí.- Menciono burlón dejando su conversación con el Omega.

- No me queda de otra.- Murmure algo irritado.- Quiero un katsudon, y que sea rápido.

- Claro, ¿me puede dar su nombre?- Pregunto con descaro el Omega.

¿Cómo que no me conocía?, si nos habíamos sentado juntos en la clase de artes.

- ¿Perdón?- Pregunte incrédulo.

- Lo disculpo, pero aun no me ha dado su nombre.- Volvió a hablar haciendo que Suguru suelte una risa.

- G-Gojo Satoru.

- Enseguida se lo traeré, Gojo-sempai.- Y se fue tras el telón del aula.

Me vengare por esta falta de respeto.