18.

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Betsy 

Al día siguiente

Trago grueso cuando veo el Mercedes Benz azul de Victoria estacionado afuera de la empresa cuando llego retrasada en mi motocicleta. Pensé que seguiría de viaje por unos días más. 

Ingreso a pasos lentos porque lidiando con el cargo de consciencia que surge en mi pecho. La subida al ascensor se hace más rápida de lo normal y en menos de nada ya estaba arriba. 

Veo a unos Amy y Brandon consternados con una furiosa Victoria, Eliana señalandome haciendo que la rubia se acerque destilando odio por los poros y me plante una cachetada sonora. 

—¡Lo siento, yo no quise…! 

Trato de decir, pero no puedo con sus ojos con lágrimas de dolor. 

—¡Eres una maldita zorra!  —Me grita a todo pulmón. —¿Betsabeth? —me llama Victoria quien está al frente mio —¿estás bien? 

Me pregunta sacándome de la pesadilla que tenia despierta y no se que responderle. 

—Si… —carraspeo. 

—Bueno, que gusto —me dice —justo le estaba diciendo a tus compañeros que estoy muy contenta con los resultados de su trabajo. 

—Me alegro —le contesto incomoda y espero que no lo note —todos nos hemos esforzado.

—Me consta, querida —prosigue —bueno, ahora que están todos aquí aprovecho para hacerles la invitación a la fiesta sorpresa que le va hacer mi suegra en nuestro departamento. 

Mi suegra, nuestro departamento… 

De repente solo quiero desaparecerla. 

Y pronto lo harás, solo tienes que esperar a que la terminen o la dejen plantada en el altar.

Se burla el diablito en mi hombro. 

—Genial, gracias por invitarnos, jefa...

—No hay nada que agradecer, Brandon —le contesta Victoria —ustedes más que empleados son amigos especiales para Eli. 

—Allí estaremos —emite Amy sonriente. 

—Yo no voy a poder estar presente por que voy a estar afuera del país, pero cuento con ustedes para que  hagan que la pase genial… —continúa la rubia y frunzo el ceño. 

—Pero es su cumpleaños. 

¿Enserio la va a dejar sola en su cumpleaños por un viaje? 

Sola no, contigo. 

Su vuelve a burlar mi conciencia. 

—Oh, no te preocupes que lo celebraremos antes de irme —me guiña un ojo y siento como si me atravesaran el hígado. 

Solo esbozo una sonrisa hipócrita mientras me voy a mi cubículo. 

De repente sale Eliana luciendo un vestido azul con un cinturón Guchi  negro remarcando su cintura y Victoria se le prende como garrapata de allí.  

—¿Acaso no está divina con la ropa que le traje directamente de la ciudad de la moda? —alardea y me muerdo la mejilla para no decir una estupidez.

—Si, no cabe duda que el buen gusto lo tiene en la sangre —Amy y yo rodamos los ojos por su patético intento de quedar bien.

Me doy cuenta de que Eliana lleva de nuevo el anillo de compromiso, lo que confirmaría que siguen con los planes de boda. Sin embargo, no se por que me causa cierto atisbo de satisfacción que no se la ve feliz si no incomoda con la presencia de su novia. 

Mi vida, mis coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora