29.

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Narrador Omnisciente

Betsy besa uno de los glúteos de Eliana mientras esta acostada en su cama, sube por su cadera y se desvía por la línea de su columna dejando un camino húmedo de besos mientras sus manos exploraban con avidez los contornos de su figura. Concluye en su cuello que succiona y mordisquea entre risas.

Eli inclinó la cabeza hacia atrás, dejando al descubierto su garganta, un gesto de sumisión y entrega. La humedad de sus labios desataba la de su entrepierna que se abre con anticipación cuando los dedos de la rubia descienden por su espalda y se ubican en su entrada. Bombea y le responden con jadeos y gemidos que tratan de ahogar en la almohada cuando la avasallan corrientes que le nublan los sentidos.

En ese momento el mundo exterior se desvanecía y solo eran ellas, su piel se estremecía con cada toque, con cada roce, con cada arremetida hasta que se viene y todo su cuerpo se contrae.

Bee se acomoda llevándose los dedos embadurnados de los fluidos de su lobita con sus ojos brillando de deseo y satisfacción a la vez que se deja caer a un lado jadeante, se cubren con la sabana verde oliva mientras Eliana apoya su cabeza en su brazo cuando se lo ofrece. Hay una paz en medio de la penumbra de la habitación que las hace suspirar calmando a sus acelerados corazones.

—Sabes, aun siento que es un sueño el tenerte aquí —balbucea Eli mientras la rubia le acaricia sus cabellos castaños.

—Para mí es igual, lobita —le asegura con más nostalgia de la que quería trasmitir —podría quedarme así para siempre.

—¿Para siempre? —se mofa Eli y Betsy le asiente divertida.

—Descansemos —le pide —que este fin de semana será divertido.

—¿Estas segura de que deberíamos ir? —le cuestiona.

—Claro que si, los Robinsón tienen que ver que no importa lo que hayan hecho, estamos juntas —le contesta.

—Vale, supongo que deben ir acostumbrarse —añade Eli —por eso luego saldremos con mis papás.

Contiene la carcajada que quiere soltar por la cara horrorizada de su abejita.

—Este...

—Que era broma, pero si creo que les debería ir hablando de mi ruptura con Victoria.

—¿Qué les vas a decir? —inquiere Bee.

—Si te soy sincera, no lo sé —Eli suspira pesadamente y solo busca refugio en el pecho de su abejita —Después de lo que pasó contigo... —carraspea un poco avergonzada por lo que va a confesar —jamás les había presentado a alguien y están felices...

—¿Y tú, eres feliz? —la quedan mirando expectante a la respuesta, pero no llega —Eli, insisto en que yo no quiero meterme y ...

Le sisean, poniendo un dedo índice en sus labios.

—Bee, yo quiero estar contigo —le juran —y ahora soy feliz porque estas a mi lado —confiesan robando una sonrisa.

Se acurrucan y cierran los ojos llamando al sueño en el caen abrazadas.

—¿Oye enserio no les presentaste a tus padres a alguien más después de mí? —susurran con mofa.

—Buenas noches —le responden esquivando la pregunta.

Tan solo a una hora de allí, en la habitación de la gran casa de verano de los Robinsón otra pareja prueba las mieles de la reconciliación.

Amy Walker es sometida con sus rodillas y codos apoyados en la cama por Santiago Robinsón.

Mi vida, mis coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora