Dime algo que no sepa

26 1 0
                                    

Así que hice lo mejor que he sabido hacer. Ser una perra. Es el mejor armamento que tengo para que no me lastimen más de lo que yo quiero. Me safe del agarre y me gire. Mirándolo sería.

—Zarha, ¿podemos hablar? —.casi me desmayo ahí mismos. Era el mismo chico que amé hace unos cuantos meses.

Más guapo, más elegante, más maduro y quien sabe que más, pero no me lo preguntaría.

—Lo siento, pero no —ni siquiera pude fingir una sonrisa. Me gire y camine a paso seguro hacia mis amigos.

—¡Zarha! —,Lyla me abrazo y me dio un shot enseguida —.!me estoy divirtiendo mucho!, ¡gracias por venir!.

Asentí, girándome, el aún estaba ahí parado viéndome. Lo ignore. Andrey llegó a mi lado.

—¿Sabes que hizo el muy, imbécil? —.me giró, viéndolo ambos —.le dijo a Denis que si no pasaba el curso se la llevaría a la cama.

Se burló y lo imité.

—¡Eso sería el chisme del año!, yo apostaría que si pasa —continuó y le pegue en la cabeza —¡Ey!, yo solo quiero estar seguro...

Negué, aunque el ya no estaba ahí para cuando gire, lo mejor sería irme pronto. Ya se me estaba bajando la borrachera. Fue como una señal divina.
Las luces se prendieron y eso era solo una señal, que todos conocían, la fiesta había acabado.

Sonreí y Andrey y Lyla me miraron mal.

—Es un amargado —.hice una mueca —,bien, nos vamos a casa o a otro bar. Conozco uno muy bueno.

El grupo se desanimó algo.

—¿Que tuviste que ver tu ahí? —Lyl se acerco a mi, entrecerró sus ojos, tratando de adivinar.

—Su ex es el dueño del lugar —Andrey hablo por mi y lo mire mal —¿que? Arruinaste la fiesta.

—¿Es enserio?, bien, ve a disculparte por cualquiera que fue ese problema y que vuelva a prender todo el chuzo —.se cruzo de brazos.

—No haré eso ni si me pagaran —.mire a Andrey —tú, me llevarás a mi casa como prometiste.

Cuando pensé que el lugar iba a cerrar, me equivoqué.

Iba a tomar la botella para irnos, porque nadie parecía querer irse. Pero quede suspendida en el aire.

—¿Pero que...? —vi de vuelta a mis amigos y vi que no era Andrey.

—Entre menos te opongas, más fácil será —Mercy.

—¡Bájame, ahora! —Lyl y Andrey se adelantaron y Mercy se detuvo.

Las luces de colores se prendieron y todos volvieron a su lugar.

—Ey, quieto, ¿Lo conoces? —Andrey se adelantó mirándome, pero no podía verlo.

Seguí pataleando.

—¡No!

—Si.

—¡QUE NO!

—Que si.

—Me va a secuestrar, no ven? —trate de bajarme, pero fue inútil.

—¿Eres su ex? —Lyla abrió los ojos sin creerlo —. ¿me estás diciendo que el dueño del chuzo, es Mercy Di Marco? —mi amiga pregunto. Ella sabía perfectamente quien era.

Solo que yo nunca mencioné su nombre y cuando hablaban de él, prefería no opinar.

—Así es —no pude verlo, pero veía su cara de ego y resoplé.

Hasta que salga el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora