Salimos del lugar y el abrió la puerta para mi, entre y espere a que el también lo hiciera. No quise decir nada y el tampoco dijo nada. No quería tocar el tema, pero yo si. Tenía mucha curiosidad. Ya en camino, veía pasar otros carros y no me aguante.
—¿Puedo preguntar quién es Dylan? —lo mire, trate de hablar bajito y calmada.
Quería saber todo de el. Se que es muy apresurado, pero era una necesidad. Quería conocer su mundo, así como el conoció el mío.
—Mi mejor amigo, al igual que Jash —dijo tan rápido como le pregunté.
No dije nada. Lo asumí en silencio. Tal vez Dylan era muy temible, fue lo que pensé. Después de unos segundos en silencio el me miro cuando el semáforo se puso en rojo.
—¿Seguró que es lo único que quieres preguntar? —lo mire, con desconfianza.
La verdad es que no, quería preguntarle todo, pero me daba pena. Tal vez no era el momento. No sabía que hacer.
—Es mi primera relación y no quiero forzar nada —confesé —,esperare a que me digas todo lo que tengo que saber a su tiempo.
Sonrió ligeramente, luego extendió su mano a mi mejilla dejando una caricia corta en ella.
—Lo haré, lo prometo.
Le creía, elegía hacerlo. Llegamos a lo que parecía ser un mirador. Nos bajamos y nos pusimos al rededor de este para ver la ciudad.
—Es hermoso —,aquellas luces de la ciudad lo eran.
—Sabía que te gustaría —me abrazo por detrás y sentí mariposas.
Nos quedamos en silencio un buen rato viéndola. Hasta que nos aburrimos. Tome su mano y comencé a cambiar por el venidero que estaba iluminado con luces amarillas y bombillos lindos.
—Me harás una lista de tus conquistas, de todas tus ex-novias o casi algo, debería prepararme para entrar a tu mundo —bromeó.
Me mira con aquella cara de burla de él.
—Quieres que lo haga, es decir eso me llevaría demasiado tiempo y hay muchas que ni si quiera recuerdo...
Mi cara de sorpresa apareció. No me lo podía creer, lo iba a matar.
—¿Es en serio?, Agh —hice cara de asco.
Solté su mano y seguí caminando. Obviamente me alcanzo cuando había dado tres pasos.
—Bromeó y lo sabes —,me abrazo desde atrás susurrando en mi oreja —.ni si quiera recuerdo sus nombres.
Me gire indignada, pero tenía su mano en su labio inferior frotándolo con una sonrisa.
—Una vez terminemos tampoco recordarás el mío, no? —me cruce de brazos —eres igual a todos.
Me miro horrorizado.
—¿Estás coqueteando o iniciando una pelea? —se acercó a paso lento.
No supe que decir. No quería pelear, pero definitivamente no era coquetear.
—Puedo hacerlo mejor —solté.
—¿El que? —dio otro paso quedando a centímetros de mi —¿que es eso que puedes hacer mejor?
—Coquetear —,susurré —no estamos peleando, pero tampoco estamos coqueteando. Podría hacerlo mejor si así fuera el caso.
Su rostro mostró sorpresa. No se esperaba esa respuesta y yo no me imaginaba diciendo esto tampoco.
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Hasta que salga el sol
Romansa¿Si la vida te da limones qué haces? Probablemente muchos pensaran automáticamente "una limonada" o en el mismo dicho de los abuelo, pero en realidad la respuesta es "Nada", la vida no te da limones porque si. Debes ir a sembrarlos y recogerlos tú...