¡Picnic time!

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Me aliste, ya que mi nana estaba apurándome salí y me quede paralizada al verlos.

—¿Que es esto abuela? —camine lentamente hacia ellos.

—¡Irán de picnic! —le dio la canasta a Mercy, quien como yo estaba sorprendido —ahora, vayan no hay mucho que perder, el día esta muy hermoso como para quedarse adentro perdiendo su juventud.

—Pero, ¿no quiere ir con nosotros? —Mercy se atrevió a preguntar, pero ella negó, empujándonos a ambos fuera de la casa.

—No los quiero aquí, antes de las seis —nos amenazo con su dedo y cerro la puerta en nuestras caras.

Hubo un momento de silencio. Ambos evitamos reírnos, fue una situación muy extraña, incluso para mi.

—Así que iremos a un picnic —Mercy levantó la canasta y yo asentí.

—Eso parece.

Quisiera decir que salimos en silencio y tuvimos una conversación muy agradable y divertida, pero fue lo contrario. Íbamos peleando por el camino.

—Allá hará mucho sol —le dije.

—Pero ahora hace sombra y está cerca —se paró frunciendo el ceño, estaba cansado.

—Deja de ser tan terco y camina, no se te saldrá una rodilla —.puse mi mano en mi frente evitando que el sol me cerrara los ojos al tener que levantar la vista para verlo mejor —cuando corrías por el pueblo lo hacías sin problema alguno, ¿de que te quejas Hércules?

Seguí caminando y el seguía quejándose. "Si estuviera en la ciudad no pasaría esto, ya hubiera llegado en mi mercedes". Ignore sus reclamos y seguí guiando el camino, si, era un poco alejado, pero era el mejor lugar, yo lo sabía, no se iba a arrepentir.

Llegamos y había sombra, la brisa era ahora delicada y algo agradable, la vista era increíble.

—Deja de hablar y mira —,le quite la canasta y deje que viera el paisaje.

No pudo decir nada, lo sabía. Había quedado sin palabras, era hermoso, el árbol el cual nos cubría del sol, era gigante y herboso, no nos daría sol al menos que estuviera amaneciendo o ya el sol se vaya. Organize la manta y comencé a sacar las cosas, cuando se sentó a mi lado le pase una botella de agua y tomó sin rechistar.

—Vienes muy a menudo, cierto? —asentí y no dijo nada.

—¿Me ayudaras o seguirás babeando? —dejó de mirar el gran lago y sus alrededores y me ayudo a sacar lo que mi abuela empacó —mi abuela es un caso serio.

—Si que lo es —,sonrió —por eso me cae tan bien, somos como almas gemelas.

—Deja en paz a mi abuela, parece que tuvieras un crush en ella —lo empuje.

—Créeme si hubiera nacido en su época, estaría casada con ella —sonreí, hablo tan serio que le creí y no dije nada más.

Yo también lo haría, mi abuela Marian es una señora increíble, jamás me he dejado de preguntar cómo es que sigue siendo alguien tan genial a su edad, ella definitivamente tiene un brillo especial.

—Seguramente ya no soy tendencia en Twitter...

—¿Que? —me saco de órbita su comentario todo random.

Hasta que salga el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora