Después de haberse presentado superficialmente, el grupo, con excepción de Daiki y Rizette a quienes dejaron descansar por tantas emociones, comenzó a moverse hacia el Árbol Sagrado. Iban caminando a paso lento, por alguna razón, entre ellos el flotar ya no era muy usado para movilizarse a menos que fuera de urgencia o para moverse de grandes alturas, y no era de sorprender que ese cambio haya comenzado desde que Harlequín despertó.
Delante iban Elaine, Helbram, Meliodas y Gerheade. Los dos primeros preguntaban cosas acerca del exterior al rubio, quien respondía sus dudas amablemente, mientra que la última solo escuchaba con una sonrisa, contagiada de la felicidad de Elaine y Helbram.
Un poco más atrás de ellos iba Hrlequín, con Chastiefol en sus manos y Oslow a su lado. Lo habían encontrado en el camino y se les unió en la "travesía" al Árbol.
El castaño estaba muy pensativo, y eso se notaba a simple vista. La emoción inicial ya había pasado, y aunque iba a cumplir el "trato" con el rubio, no dejaba de pensar si permitir que se quedase sería la mejor idea.
-¿Qué harías en mi lugar, Oslow? -preguntó Harlequín suspirando- Quisiera ser tú, sin preocupaciones...
El pequeño perro lo miró confundido, y luego dio un pequeño ladrido en respuesta a su pregunta.
-Suena más fácil decirlo que hacerlo... -le dijo mirándolo acusatoriamente- De todas formas, el rubio se ve de confianza, pero... -se quedó mirando al mencionado, quien charlaba animadamente con sus amigos- Supongo que puedo confiar en él, al menos por ahora.
Meliodas, de manera discreta, estaba escuchando la conversación del hada con el perro. No le era difícil si prestaba la suficiente atención. Al escuchar lo último, algo en su interior se sintió bien de alguna forma.
-Igualmente... -miró al cielo- Ahora quisiera ser una nube...
Un rato después:
-Wow, ¿todo eso es para mí? -preguntó sorprendido el rubio, viendo la cantidad de fruta frente a él, cortesía de Harlequín- ¿No crees que es mucho?
-Come y te callas -dijo sin más, sentado a su lado.
-A sus órdenes, mi capitán. -haciendo una pose militar, comenzó a comer una a una las frutas de aquel plato tan grande- ¿Quieres?
-No gracias, come tú -dijo mirando a otro lado, sin prestarle mucha atención.
-Anda, sé que quieres comer, no seas terco.
-(Mira quien lo dice...) Es en serio rubio, no quiero.
-Si quieres.
-No
-Si
-No
-Si
Mientras esto pasaba, Elaine y Helbram miraban la extraña interacción con una gota de sudor. Siguieron así unos minutos, con Meliodas intentando que comiera, y Harlequín negándose. Estaba claro, el ojiverde no se daría por vencido. En un punto, Harlequín le quitó la fruta de la mano e hizo que se la tragara para que se calle, sin embargo, Meliodas se atragantó con esta, por lo que el hada, preocupado, comenzó a palmear su espalda para que se le pase.
-Ufff, casi muero... -susurró Meliodas suspirando. Enseguida miró a Harlequín, y de nuevo le ofreció la fruta- ¿Quieres?
El castaño lo miró por unos segundos, se acercó un poco más a su posición y la tomó para llevarla a su boca.
-¿Ves que no era tan difícil? -le dijo Meliodas sonriendo. Harlequín solo bufó ante sus palabras.
-Eres un caso perdido rubio... -susurró tomando otra fruta.
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Reencarnado en King (Yaoi)
Random¿Crees en las reencarnaciones? Puede sonar una pregunta algo tabú, y más si quizás eres de una cierta religión. Para mí, la respuesta era más que obvia: Es imposible reencarnar después de morir. Sin embargo, después de vivirlo en carne propia, no c...