Reencarnado en King (Yaoi)

CAP 8

-Bien, aquí estamos...

Harlequín y Meliodas habían subido el árbol sagrado hasta llegar a la copa de este. Se habían tardado un poco, o mejor dicho, el rubio se tardó, debido a que, pese a las insistencias del castaño por llevarlo sobre Chastiefol para tardar menos, quiso escalar el árbol con sus propias manos desde la base del mismo.

-Ufff, eso fue divertido -dijo el ojiverde suspirando cansado- Si que es alto, podría servir como un buen entrenamiento...

-Obviamente, después de todo, la vida de este bosque depende de este gran árbol -acarició sus hojas- y aunque no lo creas, le debo mucho...

- Ya me diste una idea para una pregunta nishishi -rio Meliodas- Al fin podré saciar mis dudas sobre ti, Harlequín...

-Lo mismo digo, aunque no lo creas, me ganó la duda por conocerte, así que si ese fue tu plan inicial, lo conseguiste... -Harlequín caminó hasta el borde de una rama y se sentó.

Meliodas lo siguió sin decir nada, y se sentó a su lado. A ojos de ambos, la vista frente a ellos era muy hermosa. La gran luna que se alzaba en el cielo los iluminaba y hacía aquel paisaje mil veces mejor.

Aunque Harlequín ya estaba acostumbrado a subir de vez en cuando para calmar el estrés, en aquel momento no estaba solo, lo que hacía que, sin que pudiera evitarlo, hiciera que se sintiera mucho mejor.

-Es muy lindo... -susurró Meliodas embobado mirando la inmensidad del bosque. Sin duda era grande.

-Lo sé, es mi mayor orgullo... -hizo una pausa- y mi razón de existir.

-¿Tu razón de existir? -preguntó Meliodas confundido.

-¿Comenzarás ya con las preguntas? Que desesperado... -dijo divertido, sacando una risita al rubio- Pero por mí no hay problema. Sabes que soy el rey del bosque, si el bosque muere o le pasa algo, ¿de qué sería rey? Es algo que no puedo permitirme, no por obligación, sino porque en verdad amo a mi gente...

-Ya sabía que esa sería tu respuesta... -admitió Meliodas. Harlequín lo miró confundido- Pero... es más divertido escuchar la emoción en tus palabras al responder...

-Hmph, eres raro, rubio... -respondió el hada- Así que supongo que... me toca a mi, ¿no?

-Exacto, pregunta lo que quieras... con ciertos límites claro.

-Le quitas lo divertido a la vida... -hizo una pausa para pensar- ¡Ya sé! ¿Tu cabello es natural o te lo teñiste?

-¿Enserio esa es tu pregunta? -cuestionó Meliodas divertido- Si quieres te la respondo y pierdes tu turno.

-¿Lo pierdo? Entonces mejor no, de todas formas se nota a leguas que es teñido...

-¡Oye! Obviamente es natural, míralo más de cerca y verás -Meliodas acercó su cabeza a Harlequín para que la pudiera ver mejor. El hada rio ante esto, aprovechando para tocar su cabello- Dije mirar, no tocar Harlequín

-Meh, déjame, que se siente suave -dijo ya dejando el cabello de rubio- Y ahora que ya respondiste por tu propia cuenta la pregunta que no te hice, me tocará a mí.

El rubio se sorprendió ante esto, lo había engañado para que respondiera y no gastar su pregunta.

-Mmm, comenzaré con el plato fuerte. Dime rubio, ¿qué eres? -preguntó el castaño directamente. El ojiverde no esperaba que hiciera esa pregunta tan rápido.

-Y luego el desesperado soy yo -Harlequín lo miró mal- Bueno, bueno, pero no te enojes. Pues como te digo esto. A parte de ser un chico super apuesto...

-Pfff... -rio por lo bajo el hada ante sus palabras. Ahora fue Meliodas quien lo miró mal- Lo siento, me ganó la risa...

-Como iba diciendo, a parte de ser un chico super apuesto... -miró atentamente a Arlequín para asegurarse que no se riera- Soy un... mira, cuando te lo diga no me eches a patadas, ¿lo prometes?