CAP 3 T2

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Una semana, una linda y bella semana junto a mi querido rubio preferido. En verdad todo había ido de perlas, incluso ya nos reconciliamos.

...

Es sarcasmo por si no lo han notado. No ha sido una linda ni bella semana, y ese demonio idiota está muy abajo en mi top de rubios favoritos, y lo de reconciliarnos está fuera de idea ahora mismo.

En un principio, le dije que quizás, con el tiempo podría perdonarle, y aún lo mantengo, pero no es fácil convivir todos los días con aquella persona que en su momento le hubiese confiado hasta mi vida, pero que ahora es como un extraño al que no le confiaría ni cuidar una planta.

Por mi bien y por su bien intento mantener la paz, ser cortés y no dejarme llevar por el odio que aún siento por él, aunque a veces resulta muy difícil, más que nada porque el idiota no coopera, y es por eso mismo que, mientras llegan nuestros compañeros, ignoro por completo lo de compartir habitación.

A veces pienso que solo ve las cosas como si fueran un simple juego, como si fuera alguien que puedes dejar en segundo plano y luego volver como si nada.

—Rayos... —susurre. Me había cortado pelando unas papas— No sé que tan buena fue darle una oportunidad de nuevo... es estresante...

Fui a sentarme a la mesa para empezar a venderme la mano. Ahí, me fijé de nuevo en aquel papel que Meliodas me dejó antes de irse a quien sabe dónde.

"Voy a salir por unos asuntos que tienen que ver con el grupo, no te preocupes si no me ves cuando despiertes"

Lo arrugue y lo tiré a la basura. Cómo si me preocupara.

Una vez que la venda ya estaba bien colocada y la sangre había parado, seguí con lo mío. Tenía en mente hacerme el desayuno y luego ir a explorar al reino, más que nada para quitarme el aburrimiento.

Me dedique a eso durante un rato, tarareando una vieja canción que mi mamá me solía contar cuando era niño.

Sin poder evitarlo, se me vino a la mente su silueta borrosa y la de mi hermano.

¿Por qué borrosa? Digamos que vivir casi mil años no es poco, y en todo ese tiempo me he olvidado de varias cosas de mi vida pasada, entre ellas la apariencia de mi madre y mi hermano. Me preocupa, ya que a veces, incluso olvido que en algún momento fui otra persona.

Es triste, pero supongo que es parte de avanzar, y no puedo estar pensando todo el tiempo en el pasado y en el dolor que me ata a este.

Por eso mismo es que intento entender a Meliodas, no por él, sino porque sé que el odio y los malos tratos no llevarán a ningún lado.

Una vez que termine de cocinar, me serví la comida y empecé a degustarla. No soy mal chef si me lo preguntan.

Hablando de Meliodas, es confusa su manera de actuar, más de lo que hubiera esperado. Es decir, ahora mismo, desde que nos reencontramos ha actuado muy, muy, muy, muy... ¿muy? empalagoso. Parece chicle, y no de los que me gustan.

No sé si lo hace porque se siente arrepentido o si habrá alguna otra razón detrás, pero algo de eso me molesta, y en parte me impide si quiera tener alguna conversación natural.

¿Por qué rayos actúa ahora así? En su momento me dejó sin más, con la excusa de su "temor", ¿pero ahora de la nada ese temor se esfumó?

Y lo otro que me tiene pensando, ¿Que rayos paso con su Elizabeth?

No me malentiendan, no conozco a la chica, así que no puedo odiarla por algo de lo que tiene la culpa meramente Meliodas, pero supondría que, si todos estos años estuvo junto a sus múltiples reencarnaciones, si es que resultase ser verdad lo que me contó y no mentiras para sacarme información, ¿Dónde está?

Reencarnado en King (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora